Juan Santamera: "Los presupuestos para mantener la obra pública son insuficientes"

¿Cómo subsisten ante la falta de obra pública?

Las ingenierías, las empresas grandes, están saliendo al exterior y se están defendiendo muy bien, mientras que las medianas y pequeñas sobreviven con la poca obra pública de España. Tenemos entre un 11% y un 12% de paro entre los colegiados y está bajando algo, pero también 3.000 ingenieros están trabajando fuera de España. En resumen, en España está complicada la contratación y hay un desempleo relativamente preocupante.

¿Se nota en algo la recuperación económica?

Yo creo que sí , pero no es seguro, porque en realidad no sabemos si la mejoría en el diagnóstico viene por la actividad en el exterior. Además, en la caída del paro en el sector también influye la salida de los ingenieros hacia otros campos.

¿Por ejemplo?

La formación del ingeniero le otorga aptitudes en Matemáticas. Tenemos una cabeza bien ordenada y podemos trabajar en compañías de seguros o banca de inversión, valorando los riesgos y las rentabilidades... En definitiva, retomando labores que se habían abandonado en los años de bonanza.

¿Ha llegado el momento de adoptar políticas procíclicas?

Eso van recomendando los organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Comisión Europea, aunque con demasiada lentitud. También es cierto que el déficit es preocupante, pero la única manera es hacer una política keynesiana, invirtiendo en infraestructuras y ver si de esa manera se reactiva la economía, se recauda más y se elimina el déficit. Creo que hacia ahí van apuntando los cambios.

¿Se dan por aludidos cuando se afirma que las administraciones derrocharon el dinero?

Sí que nos tenemos que dar algo por aludidos, pero el exceso en obra pública fue mínimo. Tenemos una buena red de infraestructuras, de autopistas, de alta velocidad y esa es una inversión de futuro. Más aludido debe sentirse el sector del ladrillo.

Pero algún proyecto sin sentido sí se abordó.

Puede que sí. Sin embargo, ahora hemos pasado a la orilla contraria y los presupuestos para mantener el patrimonio conseguido en obra pública son insuficientes. Es grande y debemos conservarlo, eso generaría mano de obra.

Si hubo derroche, ¿se corre el riesgo ahora de relegar inversiones objetivamente necesarias?

Podría ser, pero en comparación con otros países, no nos hemos excedido en inversión en obra pública y partíamos de un atraso considerable. Hace treinta años, prácticamente no teníamos autopistas. Ahora puede entenderse que en algún caso estamos supradotados si se atiende a la densidad de tráfico, pero a lo mejor, cuando se supere el actual bache económico, esas infraestructuras que parecen excesivas no lo serán tanto.

¿Perciben especificidades en Canarias?

Es una potencia turística y ese es un sector que hay que cuidar como oro en paño, porque nos puede sacar de la crisis. Es necesario mejorar la infraestructura turística en todos los sentidos, el medio ambiente, el paisaje..., para que lleguen turistas de mayor calidad y que dejen más dinero en España.

¿Se conoce en el gremio a León y Castillo?

El ingeniero de Caminos y profesor Fernando Sanz Ridruejo ha estudiado en profundidad la historia de los profesionales del gremio y, por supuesto, cita a Juan León y Castillo como un ingeniero ilustre del siglo XIX. Entre sus aportaciones se fija en el Puerto de Las Palmas. Siguiendo con canarios ilustres, no puedo olvidar al tinerfeño Agustín de Betancourt, que fue el fundador de nuestro colegio.