"Tengo más miedo a no hacer nada que a fracasar haciendo algo". Guillermo José Barreto Suárez, de 44 años, se quedó en paro en 2010 y desde entonces decidió formarse con múltiples cursos y poner en marcha un proyecto innovador para turistas. Ayer recibió una de las becas Philip Morris Entrepreneur Program 2014-2015 en colaboración con la MBA, cifrada en 8.500 euros.
Activity On Canarias es una empresa que tiene como objetivo realizar actividades experienciales a grupos reducidos de turistas, principalmente en las medianías y en la cumbre de Gran Canaria.
Se trata de excursiones o experiencias por ejemplo gastronómicas, con folclore incluido, ir a viñedos o a fiestas típicas canarias, donde los turistas puedan participar. Guillermo José Barreto es la imagen del optimismo. "Hay que levantarse y luchar todos los días", expone. Cumple 45 años el 21 de abril con lo que se sentía ayer doblemente premiado. Tiene 23 años de experiencia laboral, "en comercios, llevando incluso a más de 20 trabajadores", explica. Los últimos siete años estaba encargado del área de imagen y sonido de una multinacional instalada en Canarias.
Con la crisis, hubo una reestructuración laboral que se llevó por delante a las personas que más tiempo llevaban empleadas, como él. "La crisis me cogió de lleno", indica Barreto.
Desde que se quedó en paro no ha dejado de formarse y cursó "módulos de turismo, de desarrollo sostenible y nuevas tecnologías".
En la Escuela de Organización Industrial (EOI) se ha formado en creación de empresas, lo que le ha servido para prácticamente crear su propia web y hacerlo todo él mismo y, de esta manera, saber a lo que se enfrenta de primera mano y "ahorrar costes".
"El único coste que tiene que hacer uno mismo es el del tiempo", precisa. Estaba rehabilitando una casa familiar en Tejeda para turismo rural cuando decidió poner en marcha su propia negocio. "Soy un amante de Gran Canaria, del norte, de la gastronomía y la enología y decidí crear una empresa que se dedicara a ofrecer experiencias participativas, para grupos reducidos, de un máximo de quince personas, para un sector muy determinado de turistas", cuenta.
Se trata de visitantes principalmente de la capital grancanaria, bien que pasen unos días en la ciudad, o que vengan a congresos y, sobre todo, para los cruceristas, que no quieren hacer una excursión masiva sino en pequeños grupos. "Gente que cuando llega aquí quiere algo distinto", indica.
Su empresa, que intentará poner en marcha como máximo en septiembre, ofrece por ahora cuatro actividades, aunque aún está trabajando en ellas, para visitar municipios de medianías y del norte principalmente. "Por ejemplo, en Tejeda hay unos viñedos muy importantes, y se pueden hacer visitas recoger uvas y hacer vino; hay monumentos históricos, restaurantes interesantes, que pueden tener actuaciones folclóricas, y queremos hacer unas visitas muy pequeñitas, muy cercanas y muy personalizadas", explica.
"El turista de crucero cada vez está más horas en tierra y se aburre", expone, por lo que considera que este tipo de excursiones pueden tener muchas salidas. "¿Por qué no llevarlos a fiestas romerías ataviados con trajes canarios?", señala. Estas excursiones, que tendrán un precio que oscila entre 60 y 100 euros dependiendo de la experiencia, se publicitarán a través de una plataforma online, hoteles o incluso agencias especializadas.
En cuanto a las expectativas señala que, por ahora, no se plantea grandes beneficios. "Con cuatro experiencias al mes es viable", reseña. "A partir de ahí todo es beneficio", recalca.
Necesitará una persona , y el resto de servicios los subcontratará, como los traslados. "Es crear empleo indirecto", afirma. "A medio o largo plazo esperamos crear más puestos de trabajo", añade, y en los municipios harán cursos de dinamización social con los beneficios.
