¿Qué opina de cómo se ha hecho la privatización de AENA?
No se ha hecho lo bien que se podía haber hecho y se ha tardado mucho tiempo.
¿A qué se refiere?
Hay evidencias empíricas que demuestran que los aeropuertos mixtos y con la gestión en red, que es la forma en la que Fomento ha planteado la privatización, son ineficientes. Dejando al margen los fondos de inversión y el 4% de pequeños ahorradores, en el capital privado que ha entrado sólo hay tres socios de referencia (Ferrovial, el grupo Alba de Banca March, y The Childrens Investment Fund) que representan juntos el 21% de AENA y tengo muchas dudas de cómo puedan intervenir en la gestión. Ferrovial, que es el único con experiencia como operador aeroportuario (participa en el aeropuerto londinense Heathrow) tiene sólo el 6,5% y no sé en qué medida va a poder influir en la toma de decisiones.
Pues ha habido tiempo para analizar la mejor fórmula, pues como usted dice desde el ministro Arias Salgado se habla de la privatización aeroportuaria.
Sí, ya en el año 2000 había dos informes sobre cómo privatizar, uno apuntaba a como se ha hecho ahora y otro, de una consultora canadiense, que proponía dividir por lotes. Aunque ahora hay mucha crítica el respecto, como la de Podemos, creo que las políticas liberales son la causa de que el mundo experimente el mejor crecimiento y con AENA podíamos haber hecho como con Movistar (antes Telefónica). Una empresa que fue pública, y con el capitalismo, aunque fuera el de amiguetes, hoy es un operador muy potente, que se tuvo que poner las pilas y competir en todo el mundo.
Enaire es el mayor operador en tráfico y número de aeropuertos del mundo.
La dimensión a la hora de gestionar es un problema. Es un elefante que se mueve poco y hay un montón de cosas que se pueden hacer para ser más eficiente y no se hacen porque no hay los incentivos internos adecuados. Cada aeropuerto le tiene que dar por sí mismo valor al grupo.
Pero hay aeropuertos, como algunos canarios, que no son rentables
Pero eso no quiere decir que no puedan serlo. En una isla tienes que tener sí o sí un aeropuerto pero igual habría que hacer como en Suecia, donde el personal se comparte o se dedica a compaginar varios trabajos. Lo que no puedes es dotarte de una estructura para atender cuatro vuelos diarios como si tuvieras 200. Hay muchas soluciones factibles. En El Hierro, por ejemplo, hubo una polémica tremenda por la sustitución de los controladores aéreos por un radar. ¿Y ha habido algún accidente? En Canarias la ventaja es que se pueden hacer económicamente rentables. Hay cinco aeropuertos que dan mucho dinero y que son los que han pagado toda esta fiesta.
Con todo, ¿cuál es para usted el modelo más adecuado para los aeropuertos?
Si yo hubiese sido ministro de Fomento habría hecho una gestión privada e individual, por aeropuertos, y los hubiera sacado a todos a concurso.
¿Y darle la gestión de los aeropuertos canarios al Gobierno regional?
Sería un disparate. Estaríamos abocados a repetir lo que pasó con las cajas de ahorro canarias.
