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Los peninsulares no ven ventajas en pasarse al horario de Canarias

Solo cuatro de cada diez personas creen que la medida tiene más ventajas que inconvenientes

Los peninsulares no ven ventajas en pasarse al horario de Canarias

A los peninsulares no les entusiasma la posibilidad de retrasar sus relojes una hora y sincronizarse así con los ciudadanos de Canarias, una medida que el gobierno de Mariano Rajoy está estudiando con el objetivo de contribuir a la conciliación de la vida laboral y familiar. Es más, son mayoría quienes ni siquiera tienen conocimiento de que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que dirige Fátima Báñez, está estudiando cambiar el huso horario peninsular. Así lo pone de manifiesto un estudio de Ipsos, compañía dedicada a la investigación de mercados, del que se desprende que la medida, una de las ideas más revolucionarias del actual gabinete del Partido Popular, no precisamente ha calado entre la población de la Península.

Uno de cada dos españoles, exactamente un 55%, ni siquiera sabe en qué consiste el planteamiento de Báñez. Fue el último diciembre cuando la titular de Empleo expuso ante el Congreso un ambicioso paquete de medidas laborales cuya pretensión es pactar con las fuerzas políticas con representación parlamentaria. Una serie de ideas entre las cuales destaca, por su impacto directo no solo en el ámbito laboral, sino en el social en general, la de fijar la finalización de la jornada de trabajo a las seis de la tarde, lo que implicaría cambiar el huso horario que actualmente rige en la Península. Esto supondría acabar definitivamente con la coletilla de una hora menos en Canarias y, en consecuencia, adoptar para el resto del país la hora de las Islas, que también es la de los países de la Gran Bretaña y la de Portugal, por ejemplo.

El estudio de Ipsos, que se nutre de un millar de entrevistas realizadas en diversos puntos de España, revela que los ciudadanos, en general, no tienen claras ni las ventajas ni las desventajas que implicaría la puesta en práctica del plan de Fátima Báñez, lo que obedece al "desconocimiento" que, en general, impera al respecto. "A día de hoy existe bastante desconocimiento en la población española sobre todo lo relacionado con el posible cambio de huso horario", explica Jesús Caldeiro, representante de la compañía de investigación de mercados en España, que pone énfasis en cómo a pesar de que existe un importante debate mediático, e incluso cierta controversia, entre Gobierno y demás organismos, "no se ha hecho el trabajo de difusión y explicación con suficiente claridad para que todo el mundo lo entienda y tome postura".

Esa falta de conciencia a la que alude Caldeiro se refleja en la valoración que hacen los ciudadanos de los efectos y consecuencias, tanto negativas como positivas, que les supondría adaptarse al horario del Archipiélago. Con todo, y siempre conforme a las conclusiones de Ipsos, sí se aprecia cierta tendencia a considerar más puntos positivos que negativos, aunque sin entusiasmo. Tan es así, que son solamente un 40%, cuatro de cada diez, quienes creen que la modificación de la hora traería a los peninsulares más beneficios que perjuicios, frente al 26% que piensa justamente lo contrario y al numeroso 34% que entiende que no habría ni consecuencias negativas ni positivas, un alto porcentaje que evidencia hasta qué punto ha tenido escaso eco el "pacto nacional por la conciliación y racionalización de los horarios" que pretende lograr la ministra de Empleo y Seguridad Social.

En cualquier caso, hay que puntualizar que cuanto mayor es el conocimiento que se tiene de la medida, mayor es la percepción de que esta tendrá más ventajas que inconvenientes. Sea como sea, las principales ventajas que traería consigo la implantación del horario de Canarias en todo el país serían, en opinión de los ciudadanos, un mejor descanso, una mejor conciliación de la vida laboral y familiar -que precisamente es el principal objetivo que pretende alcanzar el Ministerio-, la posibilidad de dedicar más tiempo a actividades de ocio y tiempo libre e incluso la mejoría de la salud. Hay que puntualizar, eso sí, que más de una de cada tres personas "no sabe o no contesta sobre posibles beneficios del cambio de huso horario".

En cuanto a las desventajas, lo cierto es que tampoco están del todo claras en el imaginario social, si bien el primer temor que asalta a los españoles es tener que madrugar más. Y les preocupa también tener que adelantar la hora de las comidas y tener que acostarse más temprano, si bien son de nuevo uno de cada tres quienes no sabrían nombrar ningún inconveniente.

La edad es otro de los factores que también influye en la percepción de los ciudadanos sobre lo bueno y lo malo que, a su juicio, traería consigo la medida. Los más jóvenes y los mayores de 45 años de edad piensan mayoritariamente que el principal beneficio será un mayor y mejor descanso. Por su parte, las personas en edad laboral hacen hincapié principalmente en la conciliación laboral y profesional como principal beneficio en caso de ponerse en práctica la medida ideada por el Gobierno.

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