Los trabajadores de la región ya firman tantos contratos indefinidos como en los años anteriores a la crisis. Sin embargo, las empresas optan por los acuerdos a jornada parcial mucho más de lo que lo hacían antes de la recesión. Se ha producido así un sensible incremento de los contratos fijos de trabajadores que prestan servicios durante menos horas al día, al mes o al año que los empleados a tiempo completo. Es el caso, por ejemplo, de quienes a pesar de estar fijos en sus empresas, solo trabajan media jornada.
El de la temporalidad es uno de los principales debates que separan a los sindicatos del Gobierno y la patronal. Si los primeros vienen denunciando que la reforma laboral del PP ha multiplicado exponencialmente los contratos temporales e hipertemporales -los de solo días u horas-, tanto el ejecutivo de Mariano Rajoy como las organizaciones empresariales ponen de relieve que los contratos indefinidos ya han vuelto a cifras anteriores a la crisis. Las estadísticas del Ministerio de Empleo descubren que unos y otros tienen parte de razón en sus argumentos. En el caso del Archipiélago, los casi 57.000 contratos fijos contabilizados entre enero y julio -incluidos tanto los nuevos contratos como los transformados en indefinidos- son ya tantos como en 2006 o 2007, aunque es igualmente cierto que entre ellos han ganado peso los convenios a jornada parcial.
Los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) son reveladores. En los siete primeros meses de 2006 se firmaron en la Comunidad Autónoma un total de 50.759 contratos indefinidos, una cantidad que incluye los 28.666 convenios temporales que se transformaron en fijos y los 22.093 que se rubricaron en el período como fijos desde un primer momento. En 2007 llegaron a 58.492, y a partir de ahí, coincidiendo con la crisis, comenzaron a caer hasta tocar fondo en 2010, el momento álgido de la recesión, cuando apenas sumaron 27.438. Y ¿qué ha ocurrido durante 2017? Diez años después del estallido de la crisis, es decir, entre el 1 de enero y el 31 de julio pasados, los contratos indefinidos en las Islas sumaron 56.890, cifras propias de los años de bonanza. De hecho, esos casi 57.000 convenios laborales fijos representan un 12,3% de todos los contratos suscritos en el período, un porcentaje prácticamente idéntico al de 2007 (12,8%) e incluso superior al de 2006 (11,5%).
En realidad, Canarias incluso figura entre las autonomías en que más peso tienen en el total los contratos indefinidos o fijos. En los siete primeros meses del año, los nuevos acuerdos laborales de este tipo -excluidos los contratos indefinidos derivados de transformaciones y los destinados para personas con discapacidad- llegaron en la región a 31.724. Un número que supone el 7,2% del total de contratos iniciales suscritos en el período en cuestión, un total de 438.604. En consecuencia, siete de cada cien contratos que se firman en el Archipiélago son, por tanto, contratos indefinidos de nuevo cuño, una cantidad que podría parecer pequeña pero que lo es menos si se compara con las de territorios como Navarra, donde solo un 3,5% de los contratos son convenios indefinidos de nueva creación, o Murcia (4%).
Con todo, es igualmente cierto que en esos cerca de 32.000 nuevos contratos indefinidos hay una parte notable a jornada parcial, una parte que aún hoy es sensiblemente superior a la de los años de bonanza. En 2006, que a la postre sería el último ejercicio de la época de prosperidad, se firmaron 21.289 nuevos contratos fijos entre enero y julio. Y de ellos, hasta 16.238 eran a jornada completa y solamente 4.913 eran a jornada parcial o fijos discontinuos. En otras palabras: de cada cien contratos indefinidos que se firmaban en 2006 en el Archipiélago, solamente 23 eran por menos horas que la jornada de trabajo habitual. Ahora, sin embargo, de esos 31.724 nuevos contratos indefinidos que se rubricaron hasta julio, hasta el 40% -40 de cada cien- son a jornada parcial, una subida que subyace en las críticas del secretario general de UGT, Gustavo Santana, que se quejó ayer de la "precarización" que también ha sufrido la contratación indefinida. El director del Servicio Canario de Empleo, Sergio Alonso, se detuvo, por su parte, en los esfuerzos que viene haciendo el Ejecutivo para promover la contratación indefinida, que de hecho está por encima de las cifras nacionales, recordó, aunque puntualizó que, al final, "la decisión es del empresario".
Con independencia del tipo de contrato, en Canarias se rubricaron 463.541 acuerdos hasta el 31 de julio, la cifra más alta de la historia en el período. El anterior récord se registró en 2007, cuando entre enero y julio se firmaron 455.014, 8.527 menos que este año.
