Canarias se ha convertido en el referente del sector tabaquero en España. El Archipiélago es el centro de producción de cigarros del país gracias a su sistema fiscal. Esta posición privilegiada ha permitido a este sector ganar peso económico en la actividad económica de las Islas. Los últimos datos oficiales reflejan que el sector tabaquero mueve cerca de 360 millones de euros y genera más de 3.500 puestos de trabajo directos.
Canarias se ha convertido en un reducto gracias a la presencia de cinco fábricas: dos en Gran Canaria (CCT, Dos Santos y Landewyck), dos en Tenerife (JTI, Tabsa y Tabacos El Guajiro) y una en La Palma (Compañía Insular de Tabaco). Además, uno de los aspectos más relevantes de la industria canaria es la exportación ya que está muy cerca del volumen del plátano y supera al tomate, según explica el director general de la Asociación Canaria de Industriales Tabaqueros, Andrés Arnaldos. Esta situación, desconocida por una buena parte de la población, supone que el tabaco producido en Canarias tenga una importante presencia en el mercado peninsular y en otros países. En 2017 se fabricaron en las Islas cerca de 225 millones de cajetillas, de las cuales un 60% salieron fuera.
Para Arnaldos el AIEM ha sido un factor decisivo para que el sector esté viviendo en las Islas un auge. Mientras las fábricas de tabaco han ido cerrando en la Península, la protección que tiene la industria local por este impuesto que grava los productos que vienen de fuera ha potenciado la producción en las Islas, lo que ha mejorado notablemente las expectativas del sector isleño.
Este incremento de la producción también supone más ingresos para las arcas públicas. El sector tabaquero recauda cerca de 200 millones de euros para la Hacienda canaria, a razón de unos 150 millones del impuesto sobre las labores del tabaco y otros 50 del IGIC. En relación con el primer gravamen, los grupos que respaldan los presupuestos autonómicos de 2019 introdujeron una enmienda para que este tributo incremente ligeramente el precio de referencia de los cigarrillos, la picadura de liar rubia y la negra, además de los cigarrillos negros. Mediante esta modificación se intenta profundizar en la prevención contra el tabaquismo en edades tempranas, además de proteger a la industria y financiar las arcas públicas de la Comunidad Autónoma.
