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Las casas rurales cuelgan en verano el cartel de completo en el Archipiélago

Los alojamientos prevén que la ocupación supere el 90% esta temporada | El sector registra en junio un récord de visitantes con un aumento del 44%

Interior del hotel rural Los Partidos. | | MARÍA PISACA

Conseguir una casa rural para pasar unos días en verano se ha convertido casi en misión imposible si no se ha reservado con antelación. A estos alojamientos del Archipiélago les falta muy poco para colgar el cartel de completo. El sector se encuentra en estos momentos entre el 80 y el 90% de ocupación pero prevé que lo poco que queda todavía disponible se termine de llenar con las reservas de última hora.

«El verano está yendo muy bien, en julio y agosto salvo alguna excepción están todas las casas ocupadas», evidencia Laura Brito, responsable de la central de reservas de la Asociación de Turismo Rural Isla Bonita. El sector recupera así su actividad, aunque admite que durante los años de pandemia fueron de los que menos se resintieron. Las restricciones y las recomendaciones de distanciamiento social dispararon las búsquedas de alojamientos privados, sin masificaciones y ubicados en entornos naturales y ahí el turismo rural fue de los más favorecidos. Ahora que las medidas excepcionales contra el coronavirus prácticamente han desaparecido, la actividad da de nuevo la bienvenida a los visitantes extranjeros pero también a clientes nacionales y locales que siguen apostando por este tipo de hospedajes para pasar sus vacaciones.

«Nosotros tuvimos un boom importante tras la salida de la pandemia y ahora se ha estabilizado», cuenta Carmen C. López, responsable de la Finca El Patio, quien admite que aunque este año es evidente que existe una mayor oferta hotelera y la gente ha perdido el miedo «tenemos buenos números aunque se nota menos cliente nacional».

El sector está viviendo un momento dulce como corroboran los datos de la Encuesta de ocupación en alojamientos de turismo rural difundida ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los alojamientos rurales del Archipiélago no habían recibido tantos visitantes en un mes de junio como los que ha alojado este año. En concreto, pasaron sus vacaciones en casas rurales 5.451 personas y el número de pernoctaciones se elevó hasta las 22.806, la cifra más alta en ese mes desde 2009. Unos datos que suponen además un incremento del 44% y del 31% respecto a los cosechados en 2021.

De acuerdo con el registro del INE, casi siete de cada diez alojados era residente en España, aunque la procedencia de la clientela varía mucho entre unos establecimientos y otros. La estancia media supera los cuatro días aunque se ha reducido algo respecto al año pasado.

El sector destaca el carácter diferente que tiene este tipo de turismo que señalan es «más democrático». «Vienen con la lección aprendida, les gusta el senderismo, el avistamiento de aves o de estrellas y se recorren la isla consumiendo en los establecimientos locales», apunta Doramas Santana, miembro de la asociación Fuerteventura Rural. «Tienen otras expectativas y normalmente una estancia superior al del turista que se queda en un hotel», subraya Laura Brito.

En toda Canarias existen un total de 486 alojamientos rurales, 16 menos que hace un año. Sin embargo, las plazas disponibles sí se han incrementado y esta temporada hay 211 más que en junio del año pasado. También se ha incrementado el número de empleos. En Canarias el sector da trabajo a 691 personas frente a las 630 de hace un año.

No obstante, a pesar de los buenos datos en cuanto al número de visitantes y pernoctaciones, el sector advierte de que la rentabilidad de las propiedades ha descendido. ¿El motivo? Los importantes sobrecostes que han generado el alza de la electricidad y otros gastos, ya que de forma mayoritaria no han podido incrementar los precios.

María Polegre, responsable de la Finca El Picacho, explica que debido a que los extranjeros reservan con mucha antelación no han podido cambiar sus tarifas. «Pero de cara a la temporada de invierno sí tendremos que subir, no nos queda más remedio porque los gastos han aumentado mucho», señala. Aún así no piensa que esto vaya a ahuyentar a los huéspedes. «Ya tenemos reservas para Navidad y el turismo extranjero va a querer venir a Canarias a resguardarse del frío», considera.

«Los propietarios están aguantando los sobrecostes al menos durante esta temporada», expone Doramas Santana, quien insiste en el problema que también supone para los propietarios los numerosos alojamientos irregulares que proliferan en la isla. «Han aumentado en los últimos años porque la gente lo ha visto como una alternativa para ganar un dinero extra», sostiene. El problema es que «para los que estamos legalizados supone una competencia desleal», ya que pueden poner unos precios más ajustados. Y «como están ahora las cosas es normal que la gente busque lo más barato», recalca Santana.

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