Segunda gran pérdida para la emblemática empresa grancanaria Aguas Minerales de Firgas en lo que va de año. Ayer falleció tras una larga enfermedad el accionista y consejero de la compañía José Luis González Guerra, hermano del histórico Domingo González Guerra, que comandó la empresa hasta el final de sus días en el pasado mes de febrero.
La compenetración entre hermanos fue una de las claves para la brillante trayectoria recorrida por la señera industria alimentaria isleña. Domingo era la cara visible, el hombre que representaba a la compañía en múltiples foros supraempresariales mientras que el ayer fallecido se ocupaba de que la maquinaria interna estuviera bien engrasada.
Su natural discreción lo convirtió en la persona ideal para desempeñar esa función con éxito. Dentro del negocio, nada se movía sin estar al corriente de cada iniciativa, de los objetivos que se perseguían con ellas y del resultado que arrojaban.
Tanto en el trabajo como en la vida social siempre mostró un especial gusto por los círculos reducidos. Quienes lo tuvieron cerca lo describen como un hombre entrañable y con un profundo sentimiento de orgullo por sus raíces canarias, de las que presumía en cuanto le era posible.
Vivir de puertas adentro de la empresa le hurtó la posibilidad de alcanzar los reconocimientos públicos inherentes a alguien de tan dilatada trayectoria en el ámbito del emprendimiento y la creación de empleo. Esta circunstancia que nunca le quitó el sueño, porque hallaba la felicidad entre los más cercanos y alejado de los focos.
Domingo González tenía solo 17 años cuando tuvo que incorporarse a la empresa familiar al enfermar su padre, fundador del negocio. En cuanto le fue posible colocó a sus hermanos al lado. Juntos afrontaron la etapa de la consolidación y las diferentes renovaciones que los avances tecnológicos han permitido.
También el consejo de administración Canaryplast, la compañía de fabricación de cajas de plástico para los envasadores canarios, contó con elbuen hacer de José Luis. Descanse en paz.
