Una gran huelga de tripulantes paraliza la flota atunera en Dakar, Abidjan y las Seychelles

El ambiente es tenso desde hace días en Dakar. La condena a prisión del líder opositor, Ousmane Sonko, ha generado sonoras revueltas en la capital de Senegal, base de operaciones de pesqueras de capital gallego de los grupos Profand, Vieirasa o Pereira.

Pero este incendio social, militar y político no es el único que caldea los ánimos en el puerto: una huelga de marineros africanos embarcados en la flota atunera ha paralizado la actividad de múltiples buques de capital español, como constataron distintas fuentes del sector y según incidieron desde la Plateforme des Organisations Syndicales du Secteur de la Pêche et de la Marine Marchande du Senegal (Plataforma de organizaciones sindicales del sector de la pesca y la marina mercante de Senegal), el Syndicat des marins pêcheurs de Côte d’Ivoire (Symapeci, sindicato de marineros de pesca de Costa de Marfil) y L’Union des Marins Pêcheurs de Côte d’Ivoire (Unión de marineros de pesca de Costa de Marfil, UMCI).

Oakcity Tuna Fishing Corporation, Gestra Corporation, (ambas de Grupo Calvo), Cantábrica de Túnidos, Inpesca, Pevasa, Echevastar, Albacora, Atunsa y Sant Yago Tuna Fisheries, las afectadas

Los paros trascienden totalmente a Dakar y se han reproducido, al menos, en las dársenas de Abidjan e Islas Seychelles. La huelga, sin visos de momento de acuerdo, arrancó este lunes. Ninguna de las armadoras españolas consultadas ha ofrecido comentarios sobre este conflicto.

La convocatoria se formalizó el 4 de mayo por escrito, firmada por los líderes de los dos gremios marfileños, Jean de Dieu Dakoury e Yves Gnoukoury, y sus homólogos en la plataforma senegalesa, Mouhamed Diagne, Cheikh Sene y Aly Aidara. “Les informamos que lanzaremos una huelga a partir del 5 de junio de 2023 si no se satisfacen todas nuestras demandas”. Son básicamente salariales, aunque también hay reclamaciones de mejora de condiciones de vida a bordo, de remuneración durante las vacaciones y las primas por capturas por cada buque. Esta notificación –en el caso de la firmada en Abidjan– va dirigida a las siguientes compañías: Oakcity Tuna Fishing Corporation, Gestra Corporation, (ambas de Grupo Calvo), Cantábrica de Túnidos, Inpesca, Pevasa, Echevastar, Albacora, Atunsa y Sant Yago Tuna Fisheries.

El seguimiento está siendo desigual, como trasladan a este periódico tripulantes de varias compañías. “En el Índico, los que están en tierra están en huelga. Solo van al barco a comer y dormir”, resume uno de ellos. “Uno de los buques tuvo que pedir ayuda para realizar la descarga [el Albacora 15, para la factoría Scodi de Abidjan], se negaron a arriar incluso los chicotes”. Los paros afectaban, a cierre de esta edición, a los buques Draco, Pacific Star y Albacan. También en este puerto marfileño están parados cuatro buques franceses, uno de Albacora, uno de Calvo y otro de Pevasa. El Albacora Caribe, en la mar, tiene a sus tripulantes africanos en huelga.

En el escrito de preaviso de huelga, finalmente consumada, los convocantes aluden a la redacción del protocolo de acuerdo pesquero entre la Unión Europea y Costa de Marfil. Según el mismo, citan, “este protocolo establece que los salarios de los marineros no pueden ser inferiores a los aplicables a las tripulaciones en sus respectivos países, y en ningún caso inferiores a las normas de la OIT”, en referencia a la Organización Internacional del Trabajo.

En concreto, exigen que, con efectos reatroactivos, el salario para los tripulantes africanos embarcados en estos buques debe ser de al menos 658 dólares mensuales”, equivalentes a 405.000 francos CFA (Comunidad Financiera Africana) o a 615 euros, al tipo actual de cambio. También reivindican otro reparto en las primas por capturas. “La gente de mar a bordo de los atuneros se beneficia de primas de pesca en las condiciones establecidas por los textos del Estado cuyo pabellón enarbola el buque”, versa el documento, que concreta ese extra en 1.000 CAF (en torno a 1,5 euros por tonelada).

“Las negociaciones las están llevando las empresas más grandes”, apunta otra fuente, asentada en Costa de Marfil. “El líder del sindicato es una persona peligrosa en Abidjan, buscada por la Justicia, así que el tema se complica más todavía. El problema se está poniendo complicado en el Índico ya que un gran número de marineros son marfileños y senegaleses”, incide.

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