La Provincia - Diario de Las Palmas

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Internet da alas al mercado de las falsificaciones de marcas de lujo

Canarias es la segunda comunidad con más decomisos de imitaciones de marcas

El 50% de los jóvenes ve aceptable adquirir copias si los artículos originales son muy caros

En 2022 se bloquearon 25 páginas web en España por la venta de ‘gangas de lujo’

Escaparate de artículos de lujo de una calle de Tokyo FRANCK ROBICHON

Los canarios viven una auténtica odisea a la hora de comprar por internet. Más del 60% de las tiendas online no realizan envíos al Archipiélago, según Idealo. Pero este impedimento no ha sido suficiente para frenar una actividad al alza, y es que la tasa anual acumulada entre enero y octubre de 2022 mostró que el ecommerce creció un 20,3% en las Islas respecto al mismo periodo del año anterior. Cifra que supera con creces el 14,6% de la media nacional, según datos de CaixaBank Reseach. La venta virtual acerca a los isleños a grandes marcas y a productos que en ocasiones no están disponibles en las tiendas físicas que poseen al alcance de la mano, eso sí, adquirir firmas de renombre acarrea un gran desembolso. Un gasto que no todo el mundo está dispuestos a llevar a cabo o se puede permitir, por lo que se recurre a los productos falsificados de igual apariencia, pero mucho más asequibles. Es más, Canarias fue la segunda comunidad en la que más se decomisaron productos fake el año pasado, hecho que pone de relieve que el gran tráfico de estos es una realidad latente.

La práctica a golpe de clic para adquirir estas ‘gangas de lujo’ se lleva a cabo a través de empresas a veces fraudulentas que venden en ocasiones a través de los grandes intermediarios de la red y que utilizan métodos rocambolescos para evitar ser descubiertas y clausuradas.

Los «chiringuitos»

Las empresas que se dedican a comerciar productos de imitación también operan por medio Amazon o AliExpress. Las grandes plataformas de comercialización trabajan para detectarlas y cerrar su canal de venta. Por eso, estos «chiringuitos», que aparecen y desaparecen para evitar ser identificados, destaca el secretario general de Facua-Consumidores en Acción, Ruben Sánchez, utilizan otro método basado en el ocultismo: en la plataforma muestran un producto pero al comprador le llega a su domicilio una falsificación de otro artículo totalmente diferente.

Ahora bien, ¿cómo descubren los compradores qué productos son tapadera? Vía Telegram, una aplicación enfocada en la mensajería instantánea y la difusión en masa. A diferencia de su hermana gemela, WhatsApp, no es público el número de teléfono de los usuarios, por lo que se mantiene la confidencialidad del comprador y del vendedor o intermediario. ¿Cómo funciona el sistema? Con grupos masivos de hasta 32.000 personas en los que se publican los enlaces ‘camuflados’ junto a referencias de color o tallaje. Se puede entrar a ellos por enlaces que se encuentran fácilmente con una búsqueda en internet.

Dentro, el administrador del grupo, que es el único que puede publicar, envía un mensaje de texto publicitando el producto, en este ejemplo, un pack de tres calzoncillos de Calvin Klein a 18,59 euros –en la página oficial se venden a 42,90–, y un link con el que llegar a la página de AliExpress. Al acceder, en las fotografías no se muestra la ropa interior, sino una camisa de mujer. En el grupo, bajo el mensaje de texto se incluyen fotografías en las que se muestra a qué color de camisa corresponden los diferentes colores del pack calzoncillos, así como qué talla de camisa es cada talla de la ropa interior.

Un joven canario, que prefiere no desvelar su nombre, usa estos grupos de forma habitual para conseguir «ropa de marca a buen precio». Asegura que por ahora no ha tenido malas experiencias con estos vendedores y que, al menos para él, vale la pena ya que no se puede permitir marcas de lujo. Calcula que ahorra cerca de 300 euros en cada adquisición. «No sé quién lleva los grupos, yo solo entro, veo algo que me gusta y compro antes de que se caiga el enlace», explica. Pero no es el único que se decanta por ignorar los portales oficiales de compra.

25 webs bloqueadas

El 20% de los españoles afirma que ha comprado intencionadamente productos falsificados en los últimos doce meses, una cifra por encima de la media europea del 13% y que solo es superada por el 24% de los búlgaros, según el último estudio de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo). El informe revela también que para el 31% de los europeo comprar productos de imitación es aceptable cuando el precio del auténtico es alto, un porcentaje que asciende hasta el 50% entre los jóvenes de 15 a 24 años.

En Canarias, a lo largo de 2022, se decomisaron un total de 2.243 artículos sospechosos de ser falsificaciones. Los datos proporcionados por el Ministerio del Interior y de Cultura en colaboración con la Asociación Nacional para la Defensa de la Marca (Andema) revelan que las Islas fue la segunda autonomía con más decomisos de este tipo solamente superada por la Comunidad Valenciana, donde se intervinieron 5.861 objetos. También es importante resaltar que en el plano virtual, a nivel nacional para salvaguardar los derechos de propiedad intelectual se bloquearon 25 páginas web que comercializaban con productos .

Los usuarios que se adentran deliberadamente en el mundo online de las copias de artículos de lujo deben saber que tienen los mismos derechos que el resto de consumidores. El secretario general de Facua, Rubén Sánchez, resalta que los compradores cuentan con un plazo legal de 14 días para la devolución online sea falsificación, imitación o «lo que sea». La única cuestión problemática es si la tienda sigue abierta a la hora de devolver el objeto para que acepte ese derecho del comprador, o es un «chiringuito» que se ha montado para «vender rápido imitaciones o falsificaciones y luego cerrar». Estas ‘pseuodoempresas’ son para Sánchez «una estafa» porque al reclamar igual no hay forma de localizarla.

Las grandes plataformas como Amazon o AliExpress permanecen en el tiempo, por lo que si el usuario sabe que es una falsificación, «está contribuyendo al mercado de las falsificaciones», pero como consumidor tiene los mismos derechos «y mañana le van a aceptar la devolución del producto», asegura el secretario general de Facua.

En cualquier caso, Sánchez se niega a recomendar la compra de artículos originales, ya que no tienen por qué ser sinónimo de calidad. «No puedo lanzar un mensaje generalizado de que no se compren falsificaciones porque sea peligrosa su compra cuando un producto original no es garantía de nada, ese mensaje es totalmente falaz», señala.

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