Cinco estrategias para gestionar mejor la economía doméstica con familia numerosa

Estos son los mejores consejos para gestionar los gastos de la casa

Cinco estrategias para gestionar mejor la economía familiar.

Cinco estrategias para gestionar mejor la economía familiar. / Unsplash

Ser familia numerosa es un reto en todos los sentidos. Un reto precioso, no cabe duda, pero reto a fin de cuentas. Y de proporciones mastodónticas. Sobre todo en el aspecto económico, ya que supone generalmente una fuerte inversión inicial que no es necesaria con la llegada de los primeros hijos (adaptar el coche, carritos, habitaciones de casa, etc.) y un gasto medio mensual mucho más elevado por motivos.

Con lo primero poco podemos hacer, salvo recomendarte que miren y comparen mucho hasta decidir cada inversión que hacen. Pero con lo segundo quizá podamos ayudarles, y es que cualquier consejo práctico que sea eficaz para gestionar la economía de una familia numerosa es bienvenido.

Una familia numerosa de Santa Brígida recuerda el confinamiento un año después. | | JOSÉ CARLOS GUERRA

Una familia numerosa de Santa Brígida recuerda el confinamiento un año después. | | JOSÉ CARLOS GUERRA / Lourdes S. Villacastín

Cinco consejos para la gestión económica

Hay muchos consejos o trucos que podéis aplicar ahora que sois familia numerosa, pero son estos cinco los que mayor impacto pueden tener en vuestra economía casera si hasta ahora no los veníais aplicando:

  • Presupuesto familiar: vivir con cierta holgura nos lleva a poder relajarnos en el aspecto económico, pero pasar a ser familia numerosa implica reestructurar buena parte de las costumbres familiares. La primera, el nivel de gasto. Por eso, al menos hasta tener suficiente experiencia e información sobre cuánto gastáis desde que sois cinco en casa, es altamente recomendable trabajar con un presupuesto familiar. Balance de ingresos y gastos y, además, tener claras cuáles son vuestras prioridades a nivel financiero y cuáles las necesidades familiares. Esto os ayudará a detectar posibles partidas a recortar si necesitáis reducir el nivel de gasto.
  • Compras inteligentes: además de comprar teniendo claro qué es lo imprescindible y qué no, una forma de ahorrar es la compra al por mayor o en tiendas que apliquen descuento en función de la cantidad de producto que se compre. No hablamos de frescos —que también, porque hay productores a los que se puede comprar sin intermediarios siempre y cuando sean grandes cantidades— sino de productos básicos de higiene, limpieza, etcétera.
  • Hábitos prácticos de ahorro: hacer un presupuesto es el primer paso para una economía familiar ahorradora, pero hay muchos más pequeños pasitos que se pueden dar en el día a día para ahorrar. Sobre todo, en materia energética. Apagar las luces, limitar el aire acondicionado, cuidar el agua que utilizamos, buscar el desperdicio cero a través de comida y agua… Y también fuera de casa, tratando de tener una vida basada en la ciudad de los quince minutos para ahorrar en combustible. Con el trabajo quizá no puedas, pero sí, por ejemplo, con las actividades extraescolares de tus hijos. Y todos estos pequeños hábitos se pueden inculcar a los peques a partir de cierta edad.
  • Ayudas institucionales: este es un hábito a tener muy en cuenta porque su impacto en la economía familiar es directo. Si sois familia numerosa no se puede dejar escapar una sola ayuda. Y son muchas. En cultura, en billetes de largo recorrido, en transporte público urbano, en actividades extraescolares, etcétera. En estas últimas, por cierto, podéis ahorrar mucho dinero si aprovecháis la oferta municipal, siempre más económica que la privada.
  • Planificación: de igual modo que trabajáis con planificación a corto plazo mediante un presupuesto mensual, también podéis hacer lo mismo en paralelo con el largo plazo. Sobre todo, con cuestiones que suponen grandes inversiones. El mejor ejemplo son las vacaciones: siendo familia numerosa, cuanto mejor sea la planificación de las mismas, mayor será el ahorro económico.