Telecomunicaciones

Finetwork enfría su compra por la ‘nueva Vodafone’: “No estamos en venta. Queremos ser independientes”

La teleco niega ningún contacto con Zegona y negocia con una decena de bancos y fondos créditos por hasta 90 millones para financiar su crecimiento en solitario y sin dar entrada a nuevos socios.

El contrato de uso de la red de Vodafone expira en abril y le mete presión negociando también con Telefónica y Orange. Garantiza ingresos mayoristas de 700 millones en cinco años.

Impondrá a su futuro proveedor de red una cláusula para anular total o parcialmente el contrato si consigue parte de los ‘remedies’ tras la fusión Orange-MásMóvil.

Óscar Vilda, consejero delegado de Finetwork.

Óscar Vilda, consejero delegado de Finetwork. / FINETWORK

David Page

El sector español de las telecomunicaciones vive en un momento de profunda agitación. Las grandes operadores están protagonizando auténticos terremotos accionariales, con la fusión Orange-MásMóvil, el acuerdo de compra de Vodafone España por el fondo Zegona, la irrupción de Arabia Saudí en Telefónica y la posible entrada del Estado… Movimientos que amenazan con provocar un efecto dominó y arrastrar a otros actores del sector.

Entre las telecos que aparecen en quinielas sectoriales como posibles ‘afectadas’ está Finetwork y desde fuentes financieras se la coloca insistentemente como objeto de deseo de nuevas fusiones o absorciones y, especialmente, como candidato firme a su compra por parte del fondo británico Zegona para su fusión con Vodafone España, tras el acuerdo para su adquisición por 5.000 millones de euros.

“No estamos en venta. Queremos seguir siendo independientes”, sentencia Óscar Vilda, consejero delegado de Finetwork, que niega con rotundidad ningún contacto con Zegona planteando una posible absorción. “Para Zegona la compra de Finetwork puede tener sentido. Pero nadie se ha puesto en contacto con nosotros. No hay nada”. Desde la compañía se apuesta por mantener su autonomía y crecer en solitario, aunque no se descarta escuchar ofertas

El capital de la teleco nacida en Alicante, que acaba de superar el millón de clientes en el mercado español, está controlada en un 80% por su fundador y presidente, Pascual Pérez, y el 20% está en manos de directivos y otros minoritarios. “Nuestro accionariado es enteramente nacional y pretendemos que siga siendo así”, resume el ejecutivo en una entrevista con El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica. “Nuestra prioridad es ser independientes y no dar entrada a nuevos socios”.

Proceso de venta descartado

Finetwork abrió el año pasado un proceso de exploración de posibles ofertas para dar entrada a nuevos socios en su accionariado, con la posibilidad de una venta total. Llegaron tres ofertas de compra, pero finalmente la compañía las descartó y decidió cambiar por completo de estrategia. Cerró el proceso de posible venta y lanzó un nuevo plan estratégico para disparar su crecimiento orgánico en los próximos años y hacerlo en solitario.

La teleco ha contratado a KPMG para buscar financiación mediante deuda para costear el crecimiento. La compañía mantiene negociaciones actualmente con una decena de bancos y de fondos de deuda para obtener entre 70 y 90 millones de euros de financiación. “Estamos registrando un crecimiento fortísimo y eso consume mucha caja. Necesitamos financiación” para mantener ese crecimiento. Los planes del grupo pasan por catapultar el número clientes desde el millón actual hasta los 1,5 millones en 2024 y los tres millones en 2027; y también elevar un 122% los ingresos en dos años, hasta los 270 millones de euros el próximo año.

Contrato de red de 700 millones

Finetwork ha optado por un modelo operativo que pasa por no tener redes propias y utilizar la de otros grupos mediante contratos de uso mayorista. El grupo ultima la venta de su pequeña red de fibra propia con 115.000 hogares, con el objetivo de desprenderse de ella este mismo año, y negocia un nuevo contrato mayorista de uso de red y lo hace con todas las grandes telecos.

Finetwork utiliza actualmente la red de Vodafone España, pero el contrato expira en abril de 2024. La compañía está negociando una posible renovación del contrato con Vodafone, pero mete presión a su actual socio confirmando que también negocia con Telefónica, Orange y con otras operadores de menor tamaño con red fija propia, como Digi, Avatel u Onivia. “Nuestra preferencia es seguir con Vodafone. Nos implica menos esfuerzo seguir con ellos. Pero estamos dispuestos a hacer ese esfuerzo y estamos preparados para hacerlo” y cambiar de proveedor de red, apunta el consejero delegado, que dice que el objetivo es cerrar un acuerdo de red en dos meses.

Finetwork cifra en 700 millones de euros el valor de ese contrato para los próximos cinco años (a razón de 140 millones de euros anuales). Unos ingresos millonarios para la teleco que consiga cerrar el acuerdo para alquilar su red que es una de las razones por las que el sector y fuentes financieras explican el posible interés de Zegona por comprar Finetwork, a modo de movimiento defensivo para evitar la pérdida de uno de los grandes clientes de Vodafone España.

Condiciones de red

Actualmente el contrato de red con Vodafone concede a Finetwork la condición de ‘reseller’, lo que le convierte en apenas un distribuidor de Vodafone, con quien tiene que pactar sus tarifas comerciales, aunque las presente con su propia marca y los clientes sean propios. De hecho, en la documentación remitida por Zegona a la Bolsa de Londres con motivo del acuerdo de compra de Vodafone España, se situaba a Finetwork como una de las marcas con las que crecer en el mercdo español junto a la propia Vodafone y a la ‘low cost’ Lowi.

Para cerrar un nuevo contrato mayorista, sea con Vodafone, Telefónica u Orange, ahora Finetwork exige dejar de ser un mero distribuidor y convertirse en un operador móvil virtual (OMV) puro, con un acuerdo estricto de alquiler para el uso de las infraestructuras y con total libertad para fijar sus propias tarifas. “Todas las compañías lo han aceptado”, subraya Vilda.

Además, también exige poder tener acceso a una red con una huella de entre 15 y 20 millones de unidades inmobiliarias para poder cumplir con sus planes de crecimiento, un requisito que cumplen ya Telefónica y Orange, y que en el caso de un acuerdo de Vodafone ésta debería aceptar que Finetwork completara la huella con acuerdos adicionales.

Cláusula por la fusión Orange-MM

Toda la industria de las telecomunicaciones está a la espera de cuándo y, sobre todo, cómo se podrá ejecutar la fusión de Orange España y MásMóvil para crear un nuevo gigante nacional. La Comisión Europea cree que la operación puede deteriorar la competencia del sector y ha ‘parado el reloj’ del proceso de análisis de la fusión para tener todo el tiempo necesario para estudiarla en profundidad.

Se da por descontado que Bruselas impondrá condiciones (remedies, según la jerga económica y comunitaria) para aprobar la operación, obligando a las compañías a desprenderse de algunos activos para obtener el visto bueno regulatorio. Finetwork ha manifestado su interés por hacerse con parte de esos activos sobrantes, pero no con cualquiera. El grupo dirigido por Óscar Vilda no quiere asumir el control de red de fibra de la que tuvieran que deshacerse Orange-MásMóvil, sino que sólo está interesada en participar de remedies que impliquen el acceso a contratos mayoristas de red la red del nuevo grupo en condiciones favorables. Por esta razón, Finetwork pretende incluir en el contrato con su nuevo proveedor mayorista una cláusula de escape que le permita romper o modificar el acuerdo en caso de conseguir parte de los remedies de Orange y MásMóvil.