Paradoja en la moda canaria: a la cola en exportaciones pese a ser un hervidero de talento

El textil isleño fue el segundo que menos facturó en 2023, con un total de 30,7 millones de euros

El Archipiélago trata de distinguirse por su valor artesanal

Un desfile de Pomeline, firma de Isla Bonita Moda

Un desfile de Pomeline, firma de Isla Bonita Moda / Andrés Cruz

Clara Morell

Clara Morell

Canarias ha logrado hacerse un hueco en los últimos años en la industria de la moda con iniciativas como Gran Canaria Moda Cálida, Tenerife Moda o Isla Bonita Moda. Los distintos cabildos han potenciado a este sector con pasarelas que cada vez son más internacionales. Sin embargo, las Islas se mantienen a la cola en lo que a exportaciones de textil se refiere. De enero a octubre de 2023 apenas facturaron 30,7 millones de euros por las prendas enviadas al exterior y se situaron como la penúltima comunidad en facturación, solo por delante de Extremadura –que facturó 7,5 millones de euros por su textil–, según los últimos datos publicados por la Secretaría de Estado de Comercio. La lejanía y la burocracia que enfrentan los diseñadores canarios les obligan a competir en calidad en vez de cantidad, aunque seguir creciendo en exportaciones es un objetivo que se mantiene en el horizonte.

Y es que el Archipiélago está lejos de lograr datos como los de la moda gallega, que hizo entre enero y octubre del pasado año 5.715 millones de euros con sus exportaciones. Buena parte del éxito de esa comunidad está en Inditex, el gigante de Amancio Ortega que engloba a casi una decena de marcas y cuyo buque insignia es Zara. El modelo gallego, que se enmarca en el de la moda rápida, poco se parece a la industria que existe en las Islas, donde la fabricación artesanal se impone a la realizada en serie. El caso de Canarias solo es comparable al de Baleares –con sus 34,5 millones de euros en exportaciones–, por lo que son dos comunidades que prácticamente comparten problemáticas, modelo de fabricación y cifras.

Los costes añadidos de crear moda en las Islas los conoce bien Jonathan Díaz, director de la firma Diazar, especializada en vestidos de fiesta y ceremonia, así como representante del sello Isla Bonita Moda con el que se potencia a los diseñadores palmeros. Desde su experiencia, el diseñador cuenta que en La Palma hay que combatir la doble insularidad que supone no ser una isla capitalina, que se suma a los ya «elevados costes de producción, al incremento del transporte y a sus impuestos aparejados». Aún así, esta pequeña Isla ha logrado mantenerse en el mapa de la moda y de ella han surgido en los últimos años talentos internacionales como Manolo Blahnik o Andrés Acosta. La tradición y la artesanía, como ocurre con Las Hilanderas de El Paso, brindan sedas de calidad que distinguen al producto local entre sus competidores.

Pese a tener todo en contra, las marcas palmeras experimentaron en el último año un aumento estimado en sus exportaciones del 10%. «Teniendo en cuenta que en la Isla hemos pasado por una pandemia y después por un volcán, este crecimiento es algo a destacar», manifiesta Díaz. Tras los buenos datos se esconde un trabajo de «revalorización de los sellos de autor, los elementos de artesanía, la responsabilidad social y la sostenibilidad». A través de las nuevas tecnologías, Isla Bonita Moda trabaja en transmitir al cliente «la historia» de cada prenda.

Las exportaciones crecieron un 10% en 2023 en La Palma gracias a su apuesta por la calidad

Exportar moda desde Canarias suele ser «un jaleo» para Pedro Palmas, diseñador de alta costura adscrito a Gran Canaria Moda Cálida. El creador exporta moda de baño a Italia y vestidos de fiesta a Alemania. Los principales problemas que encuentra a la hora de vender fuera sus productos son «las aduanas» y «los impuestos»: «Nosotros pagamos el IGIC y el transporte de la mercancía –que es un poco más caro porque estamos más lejos–. El papeleo también es mayor que en otras zonas por las particularidades de las Islas, como su Régimen Económico y Fiscal (REF)».

Descenso en la rentabilidad

Un desfile de Pedro Palmas

Un desfile de Pedro Palmas / Andrés Cruz

Cuando exporta sus diseños a los dos puntos de venta que tiene en Italia –uno en Lago di Parma y el otro en Sanremo–, Palmas repercute en el precio final el transporte y el IGIC. Además, el cliente paga los impuestos que corresponden en el país una vez recibe la mercancía. Para seguir siendo competitivo, el diseñador aclara que mejora «un poco» la comisión: «Al comerciante le hago un descuento para ampliar su margen de beneficios».

Lejos de resignarse ante las desventajas que supone producir en Canarias, Palmas llama a la acción: «Hemos nacido con la problemática de vivir aquí pero nos hemos adaptado. No ha habido una mejora ni algo que haya ido peor. Lo que siempre debemos preguntarnos es qué es posible cambiar para que todo sea más fácil». El comercio en línea, en su caso, es un «escaparate» que tiene posibilidades de crecimiento: «Por ahora tenemos una web que funciona en Canarias, lo que pasa es que el cliente de aquí prefiere ir a la tienda y probarse el modelo».

Alianzas

Cuando de eliminar barreras se trata, los diseñadores y responsables de los sellos de moda de cada isla siempre nombran a las mismas entidades: las cámaras de comercio. En el caso de Tenerife Moda, los creadores se apoyan en un clúster integrado por la institución cameral, CEOE Tenerife y el Instituto de Comercio Exterior del Gobierno de España. «Entre todos hemos podido trazar una hoja de ruta y nuestras empresas saben ahora qué exportar y cómo hacerlo», explica Efraín Medina, consejero insular de Empleo y Educación. 

El Cabildo tinerfeño abrirá en Madrid un centro logístico para facilitar las ventas de sus diseñadores

Las firmas que se acogen al sello Tenerife Moda exportan a países tan lejanos como Singapur o Estados Unidos. Solo transportar la mercancía a Madrid supone «una pérdida de rentabilidad». Por ello, desde el Cabildo tinerfeño se han propuesto para este mandato abrir un centro logístico en Madrid con el fin de facilitar la agrupación de los diseñadores que acuden a ferias nacionales e internacionales en las que comercializan sus productos.