Un año de la ley de vivienda: así están los precios y la oferta en Canarias

Alquilar en las Islas un piso de 90 metros cuadrados ya cuesta 1.224 euros al mes, 108 euros más que cuando entró en vigor la normativa del Gobierno de Pedro Sánchez

Un hombre mira en el escaparate de una inmobiliaria las ofertas de pisos y casas en venta y alquiler.

Un hombre mira en el escaparate de una inmobiliaria las ofertas de pisos y casas en venta y alquiler. / Andrés Cruz

La ley de vivienda del Gobierno de Pedro Sánchez entró en vigor el 26 de mayo de 2023 tras dos años de compleja tramitación. Este domingo cumplió su primer aniversario. La normativa pretendía –y pretende– facilitar el acceso a la vivienda a todos los ciudadanos de España en cierta igualdad de condiciones, para lo que se limitan las subidas de los alquileres y se establecen medidas para proteger a los inquilinos vulnerables. Sin embargo, la que se anunció como ley estrella del bipartito PSOE-Podemos ha dejado tras su primer año en funcionamiento un mercado inmobiliario con menos oferta y aún más caro. Ha conseguido justo lo contrario de lo que pretende. Desde el 26 de mayo del año pasado, la oferta de pisos y casas en alquiler residencial o de larga estancia ha caído en Canarias alrededor de un 24%. Y el precio medio de los arrendamientos se ha incrementado en torno a un 9,7%. Esto último a pesar de los topes que se les imponen a los caseros, que en 2024 no podrán subirles el recibo a sus inquilinos más allá de un 3%.

El delegado de la Asociación Profesional de Expertos Inmobiliarios (APEI) en el Archipiélago, Isidro Martín, califica la ley nacional de vivienda de «fracaso total». De hecho, los expertos y profesionales del sector inmobiliario ya avisaron en su día que la normativa iba a agravar el principal problema del mercado, esto es, la escasa oferta. Máxime en Canarias, donde la oferta de casas en alquiler convencional ya no es que sea escasa, es que va camino de ser inexistente. Y cuantos menos pisos haya disponibles, más se encarecerán, que es lo que ha ocurrido en la Comunidad Autónoma en los doce meses de vida de la controvertida ley estatal.

Los datos que manejan los dos grandes portales inmobiliarios en España, Idealista y Fotocasa –que a falta de cifras oficiales fiables se han convertido en la referencia del sector–, corroboran el fracaso al que alude el representante de la APEI. En mayo de 2023, cuando se puso en práctica la flamante ley de vivienda, alquilar un piso costaba en las Islas una media de 12,4 euros por metro cuadrado. Hoy el metro cuadrado sale por 13,6 euros. Una subida de un 9,7%. El día que la nueva normativa entró en vigor, arrendar una casa de 90 metros cuadrados suponía un desembolso medio mensual de 1.116 euros, lo que ya entonces era el máximo histórico. Ahora hay que pagar 1.224 euros, es decir, 108 euros más al mes y hasta 1.296 más al año. Esto según la base de datos de Idealista. Si se toma como referencia la estadística de Fotocasa, el encarecimiento de los alquileres resulta algo inferior pero igualmente considerable.

Los precios de venta han subido incluso más que los del alquiler: por encima del 18% en las Islas

De acuerdo con los números de Fotocasa, el precio medio de los arrendamientos pasó en la provincia de Santa Cruz de Tenerife de los 900 euros de mayo de 2023 a los 971 de mayo de 2024. El alza es de un 7,9%. Y en la demarcación de Las Palmas pasó de los 888 euros de mayo del año pasado a los actuales 932 euros. El aumento es en este caso de un 5%. De modo que si se cruzan las cifras de los dos portales inmobiliarios, lo que permite acercarse aún más a la realidad, la subida media de los alquileres en el último año, el que coincide con la ley nacional de vivienda, ronda en Canarias el 9%.

La evolución al alza de los precios está directamente relacionada con la evolución a la baja de la oferta. La normativa del Ejecutivo de Sánchez se ha mostrado incapaz, al menos de momento, para promover la incorporación de viviendas al mercado. Ni la incorporación, esto es, que los propietarios pongan en alquiler sus segundas residencias o las casas heredadas de padres y abuelos, por ejemplo, ni la reincorporación, ya que tampoco ha logrado que todos aquellos pisos que en su momento estaban arrendados a familias, y que con los años se han ido convirtiendo en viviendas vacacionales, regresen al mercado convencional, residencial u ordinario. El caso es que los incentivos fiscales incluidos en la ley, entre ellos una bonificación mínima del 50% para todos los dueños que alquilen sus inmuebles a familias para su uso como vivienda habitual, no han doblegado al fenómeno del arrendamiento turístico y sus pingües beneficios. El mercado del alquiler residencial sigue, por tanto, desangrándose: cada vez hay menos oferta, y cada vez más cara.

Los técnicos de Idealista calculan en un reciente análisis cuál fue la evolución de la oferta de pisos y casas en arrendamiento permanente o de larga estancia y, en paralelo, la de la oferta de alquiler de temporada, básicamente vivienda vacacional, entre el primer trimestre de 2023 y el mismo período de 2024. El estudio abarca así la práctica totalidad del tiempo de vigencia de la ley estatal, y su principal conclusión es la misma que deja el análisis de los precios: la normativa no solo no ha corregido o paliado la falta de oferta residencial, sino que incluso la ha agravado.

En ese período, el número de inmuebles en arrendamiento de larga estancia se redujo en Las Palmas de Gran Canaria la friolera de un 30%. En Santa Cruz de Tenerife lo hizo un 18%, porcentajes que si se extrapolan a toda la comunidad dejan la caída global en un 24% –entre un 25 y un 30% según la APEI–. En cambio, y en paralelo, la oferta de alquiler de temporada creció un 88% en la capital oriental y un 117% –más del doble– en la tinerfeña.

En cuanto a las compras, la radiografía no cambia en exceso respecto de la de los alquileres. Adquirir una casa cuesta 2.549 euros por metro cuadrado, un 18% más caro que hace un año. Hay que pagar 229.410 euros por una vivienda de 90 metros, 35.010 euros más que cuando echó a andar la ley de PSOE y Podemos.

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