¿Con todo este lío montado en el Ayuntamiento de La Oliva, cómo le gusta seguir de alcalde?
A mí me gusta estar de alcalde para servir, para madrugar, para estar todo el tiempo que haga falta. No soy un alcalde que llevo solo seis meses durante este mandato, sino que he sido 24 años y cuatro meses alcalde con mayoría absoluta, y también he sido concejal y estuve tres años de teniente de alcalde apoyando al PSOE con Rosa Fernández en la alcaldía a pesar que tenían solo dos concejales y mi grupo sumaba siete.
¿Es usted el alcalde de La Oliva o no?
Cualquier comentario que se haga sobre que no soy el alcalde es no decir la verdad. El delegado del Gobierno en Canarias me dice que se convoque un pleno en diez días para que tome posesión el nuevo concejal que me sustituye y se elija el nuevo alcalde. Hemos puesto un recurso contencioso contra este oficio del delegado y en estos momentos el acto queda paralizado. Faltaría más que te echaran si darte la oportunidad de defenderte y oírte. A mí, ni la Junta Electoral ni el delegado del Gobierno me han llamado para oír mi versión. El recurso paraliza el acto de la destitución y será la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) la que tenga la última palabra.
¿Va a seguir entonces al frente del Ayuntamiento?
Seré alcalde hasta que no haya una ley que diga que no lo soy. Tengo el acta de toma de posesión, tengo los resultados de ser el más votado en el municipio por 245 votos más que Claudina Morales y llevo gobernando el Ayuntamiento desde hace seis meses. A pesar de tener un gobierno con cuatro concejales, nos hemos defendido. Soy un elemento retorcido a la hora de que me quieran mojar la oreja. Soy una persona que tengo resortes para poder defenderme bien. No dejo que abusen de mí.
¿Entonces se resiste a dejar la alcaldía?
No me voy ni hoy ni mañana ni pasado, ni aunque se celebre un pleno porque no quiero convocarlo. No hay que convocar pleno hasta que el TSJC se pronuncie. Yo no voy a convocarlo ni en diez, 15, 20 o 40 días. Cuando hable la justicia, ya veremos lo que haremos.
Dicen que el Ayuntamiento está paralizado por este conflicto.
No es cierto. El Ayuntamiento no está parado. No hay desmadre por ningún sitio, hacemos los deberes todos los días. Estamos desde primera hora de la mañana trabajando por este pueblo. Que nos equivocamos, es normal, somos humanos. Hoy (por ayer) hemos celebrado un pleno extraordinario. Hemos sacado adelante un tema importante de 3,2 millones para nuestro pueblo y que está relacionados con la liquidación de cuentas de 2014 y una subvención destinada a la empresa Suministros de Aguas de La Oliva. Creo mucho en las sustituciones y creo en las personas que cuando no tienen la facultad para defender los intereses de los pueblos, deben retirarse.
¿No está cansado a su edad de seguir en la política activa?
Tengo la edad que tengo. Cuando me miro al espejo, me encuentro el mismo chiquillo ruin o bueno de diez o 15 años. Me encuentro muy bien y por ello procuro hacer las cosas bien, aunque me equivoque como todos los humanos. Tengo la cara bien alta y no me avergüenza nada de lo que he hecho por La Oliva. Me culpo de los errores que he cometido en la confección de las listas de mi partido, el Partido Progresista Majorero (PPM). Pero no tengo la máquina de la verdad y no he comprado una porque no sé si el técnico que la maneja es serio y riguroso para que no me engañe.
A este paso se va a ser realidad la profecía de su abuela de que sería alcalde hasta los 102 años.
Es cierto. Mi abuela Rosario Brito, que era de Puerto del Rosario y que murió a los 105 años, siempre me decía que sería alcalde hasta los 102 años. Ya tengo 75, 12 hijos y como usted ve en las últimas semanas la política de Fuerteventura gira en torno a mí.
