El asesinato del okupa de Morro Jable se produjo tres días después de que se suspendiera el juicio para el desahucio de la vivienda que ocupaba ilegalmente, propiedad del presunto autor de la muerte. Este dato, que se ha revelado dos semanas después del suceso, pone de manifiesto las consecuencias trágicas que a veces tiene el retraso de la Justicia.
El juicio para el desahucio del okupa se debía celebrar en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Puerto del Rosario el pasado 17 de enero. Sin embargo, la vista fue aplazada porque la abogada de oficio que le correspondía a la víctima, Carmen Ortiz Zazo, tenía fijadas dos vistas para el mismo día. Ante esta situación, la juez decidió aplazar la vista como establece la legislación vigente.
El pasado 20 de enero, sobre las 22.30 horas, los vecinos del barrio de El Ciervo, en la localidad turística de Morro Jable, se vieron sorprendido por la tragedia. Una discusión entre dos personas acabó con la muerte en plena calle de una de ellas. Jesús M. L., natural del Concejo de Corvera, en Asturias, y de 64 años, mató a Enzo Jesús O.H. (Gran Canaria, 1992). Este último se había metido a vivir en su vivienda privada en la calle Pérez Galdós. La situación había generado fuertes discrepancias entre ambos hombres.
El presunto asesino había denunciado en dos ocasiones al okupa de su vivienda, propiedad que compartía con su exmujer. La primera en abril de 2017 y la segunda en septiembre del mismo año. Además, había puesto en conocimiento de la Guardia Civil que había droga en el interior del inmueble.
Jesús había pasado algo más de dos años en la cárcel por delitos de violencia de género. Cuando salió de prisión y fue a su casa se encontró que la misma había sido ocupada a la fuerza por Enzo Jesús, donde convivía con una mujer identificada como Leticia A. C. y un menor de edad.
El presunto homicida se desplazó en la citada fecha desde Costa Calma, localidad en la que residía, hasta Morro Jable para acabar con la situación generada por la ocupación de su casa y ante las reiteradas negativas del joven a marcharse. Lo esperó en la calle Lope de Vega y cuando lo vio se bajó del coche armado con un cuchillo de cocina atado a un palo y comenzaron a discutir y a pelear. En un momento de acaloramiento, Jesús le asestó hasta seis puñaladas. En su alocada carrera por salvarse, Enzo intentó refugiarse en un bar cercano. Del ne gocio salió corriendo pero a causa de las heridas y la pérdida de sangre perdió el conocimiento y cayó al suelo en la calle Pío Baroja, donde el presunto asesinó lo remató golpeándole en dos ocasiones con una piedra hasta acabar con su vida.
Los dos hombres tenían antecedentes policiales. El presunto homicida había salido recientemente de la cárcel por delitos de violencia de género, mientras que la víctima al margen del delito de ocupación de la vivienda ajena también tenía antecedentes por la tenencia de estupefacientes en la vía pública.
Tras la detención de Jesús M. L. por un agente de la Guardia Civil franco de servicio, ayudado por varios testigos, la juez titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Puerto del Rosario, Eva López , decretó el ingreso en prisión incondicional y comunicada como presunto autor de un delito de homicidio.
