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La amiga que metió a Lorena en el alterne dice que rechazaba el sadomasoquismo

Una testigo afirma que la periodista argentina le comunicó que un militar se gastaba todo su dinero en tener sexo con ella

Isabel Olivera, madre de Lorena Mazzeo, entre sollozos durante el juicio. EFE

La amiga de Lorena Mazzeo hallada muerta en su vivienda la madrugada del 24 de octubre de 2016 tras sufrir una asfixia, reveló que la víctima le comentó que mantenía una relación con un militar y destaca que no le gustaban los juegos sexuales sadomasoquistas.

En la segunda sesión del juicio en contra del militar profesional, Félix Daza Cabeza, de 31 años, de Valladolid, por presuntamente asesinar a la periodista de origen argentino, Lorena Mazzeo, tras asfixiarla, una amiga de la víctima destacó que "un militar la llamaba de vez en cuando para tener sexo y me comentó que él se gastaba todo su dinero en ella a pesar de tener novia, pero Lorena no quería tener una relación con él", expresó la testigo.

"Ella era temerosa con esos juegos sexuales y si un cliente se lo pedía ella no accedía", declaró la amiga de la víctima, quien además le dio trabajo como prostituta ya que Lorena "se encontraba en una mala situación económica" y también manifestó que había visto con anterioridad al acusado en la calle donde estaba el domicilio anterior de la fallecida.

La testigo también aseguró que Lorena tenía planeado un viaje a Madrid tres días después de su muerte porque allá se vería con un Policía al que conoció.

Otro testigo expresó que Félix Daza le aseguró que había acabado con la vida de Lorena. "Cuando llegamos a Corralejo me afirmó que había matado a una chica porque no quiso acostarse con él, que ella no se iba a reír de él ni de nadie. También me dijo que después de asesinarla se la había follado", sostuvo el testigo.

La madre de Lorena Mazzeo, Isabel Olivera, declaró ante el juez que su hija se fue a Fuerteventura tras la ruptura con su novio, con quien vivía en Madeira, Portugal y que no quiso volver a Argentina porque allá se iba a deprimir, así que decidió quedarse en la isla y ella la apoyó.

"Yo cometí el error de decirle que se quedara", dijo entre sollozos la madre de la víctima. Además manifestó que vio por primera vez el cadáver de su hija el 10 de noviembre de ese mismo año y que no le entregaron sus pertenencias. "Sólo me quedé con un trozo de cabello que le corté cuando estaba en la morgue, ella ya estaba podrida", sentenció entre lágrimas.

Con respecto al trabajo de su hija, Olivera manifestó que desconocía que se dedicaba a la prostitución ya que Lorena le había afirmado que se dedicaba a diseñar páginas web. De igual forma reveló que sus planes eran mudarse a Fuerteventura con su hija. "Una mujer me dijo que Lorena trabajaba en eso y que lo hacía hasta que yo llegará", enfatizó.

La hermana de la víctima, Gabriela Acosta también indicó que desconocía que su hermana se dedicaba a la prostitución y que un mes antes de su muerte estuvieron en Mexico celebrando el cumpleaños de la periodista.

"En septiembre pasamos dos semanas juntas en Cancún por su cumpleaños y nunca me dijo nada. No me creo que se dedicara a eso", relató Acosta. Asimismo, destacó que a la joven no le gustaba usar bufandas gruesas porque tenía miedo de asfixiarse. "No creo que le gustaran esos juegos, era muy miedosa. Tenía pánico a dejar de respirar", aseveró.

La hermana de Lorena también manifestó que ella "tenía muchas ganas de vivir y que además tenía previsto un viaje a Madrid el miércoles siguiente al día de su muerte. Por su parte, el padre de la joven, Luis Mazzeo solicitó a la sala "que se haga justicia" por su hija.

Los funcionarios policiales no dan crédito a la versión del acusado, pues no creen que la víctima pudiese caerse dentro de la bañera debido a la posición en la que se la encontraron. Además Félix Daza cayó en contradicciones en cuanto a su relato de los hechos porque primero afirmó que el se cayó en el baño antes de la víctima y luego indicó que solo ella se había caído. El acusado declaró que la víctima se metió a la bañera con él y se enrolló la manguera de la ducha en el cuello porque le gustaba que la asfixiaran al tener relaciones sexuales, situación que "se le fue de las manos" y terminó con la muerte de Lorena.

El fiscal solicitó 21 años de prisión por los delitos de asesinato y hurto, mientras que la defensa calificó los hechos de homicio accidental.

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