| Vertido. La totalidad de los vecinos y turistas de El Castillo consultados por este periódico mostraron su preocupación por los posibles vertidos de crudo ante la extracción de petróleo por parte de Repsol en aguas próximas a la costa de Fuerteventura. Consideran que un mínimo derrame llegaría a las playas majoreras arrastrado por las corrientes y los vientos, lo que provocaría una auténtica catástrofe no solo para la calidad de las aguas que bañan las playas, sino para la que se usa para la desalinización a través de las potabilizadoras.

| Pesca. La incertidumbre sobre la extracción de petróleo en las proximidades de la isla también afecta al colectivo de pescadores que ven amenazados los recursos pesqueros, tan escasos y débiles en el litoral insular, hasta el punto que sospechan que los sondeos podrían provocar una importante disminución de las especies marinas. El Gobierno central pretende autorizar nueve cuadrículas frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote (se recogen en la infografía) que suman un total de 660.000 hectáreas. Los permisos de investigación de Hidrocarburos denominados 'Canarias 1 a 9' fueron otorgados a Repsol.