El Inipro busca transformar las algas que llegan a la costa en comida para cabras

El Ayuntamiento de Puerto del Rosario y el Instituto de Investigación y Ciencia de Puerto del Rosario ( Inipro) pretenden llevar a cabo un proyecto que permita el aprovechamiento de las macroalgas marinas y plantas marinas de arribazón como suplemento mineral para el ganado caprino.

Ayer se firmó el convenio de colaboración entre el alcalde capitalino, Juan Jiménez, y el representante de Inipro, Agustín Castañeyra, con el que se pretende llevar a cabo este proyecto que nace de la necesidad de gestionar el uso de los arribazones vegetales en las franjas del litoral de Fuerteventura.

El objetivo de esta novedosa iniciativa es obtener un suplemento alimentario rico en minerales, sales, yodo, entre otros, para el ganado, puesto que la ausencia de pastos en la isla obliga a los ganaderos a comprar grano, lo que supone un alto coste del alimento que, en muchas ocasiones, hace casi insostenible las explotaciones ganaderas.

Ante esta situación, los creadores de la iniciativa creen que deben desarrollarse alternativas a la soja y el maíz para los piensos animales, y de ahí nace esta idea que beneficiaría, en parte, a grandes sectores económicos de Fuerteventura.

Como novedad en la primera fase del proyecto se plantea la obtención de una tecnología de tratamiento y procesado de estas algas arribadas, que incluye el desarenado y secado, con el fin de hacer posible su almacenamiento y conservación para su posterior uso como suplemento alimentario para el ganado.

El alcalde Juan Jiménez, ha indicado que “la fabricación de harinas de algas a partir de las arribadas en este proyecto se plantea como una alternativa a los problemas mencionados, ya que se podría permitir fomentar el reciclaje de estos materiales, evitando así su deterioro en vertederos, obtener un producto ecológico con alto contenido en elementos esenciales para el buen desarrollo y crecimiento del ganado”.

Por su parte, el concejal de Promoción Económica, Juan Manuel Verdugo, explicó que “con un plazo de cuatro meses de investigación y 7.500 euros de costos, el Ayuntamiento y el Inipro ya han puesto en marcha este proyecto científico que beneficiaría al sector ganadero ante problemas económicos actuales derivados de la crisis sanitaria de la Covid”.