Juliet, una joven colombiana con cáncer terminal, cumple su último deseo

Una joven colombiana con cáncer terminal cumple su deseo de abrazar a su madre e hijos

Una campaña solidaria recauda el dinero para realizar el viaje desde Colombia

Juliet, una colombiana con cáncer terminal, vuelve a ver a su familia

D. L. P.

Juliet Osorio es una mujer colombiana que padece cáncer en fase terminal. Desde hace meses está ingresada en el hospital majorero. Su deseo fue poder abrazar a sus hijos y su madre ante el avance de la enfermedad. El lunes llegaron desde Colombia su madre Nelsy y sus hijos Gabriela y Matías. Gracias a la solidaridad de mucha gente se recaudó el dinero para costear el viaje y hacer realidad el deseo de Juliet.

Juliet Osorio (Colombia, 1988) padece un cáncer terminal. Desde hace varios meses se encuentra ingresada en el Hospital majorero Virgen de La Peña, con la única compañía de su hermana Yenifer y el cariño y las magnificas atenciones del personal sanitario. Su deseo fue siempre poder abrazar a sus hijos y a su madre antes de que la patología que sufre acabe con su vida. El pasado lunes se hizo el milagro. Sus hijos Gabriela y Matías, de 12 y 10 años, respectivamente, junto a su madre Nelsy Ramírez, llegaron a Fuerteventura desde su Pereira natal, gracias a la solidaridad de muchas personas. Detrás de Juliet hay una verdadera historia de esperanza, superación y sufrimiento.

Juliet, como otros muchas personas buscan en la migración alcanzar una mejor calidad de vida para ella y sus familias. A sus 35 años, los médicos le localizaron una pequeña masa en el útero y que necesitaba tratamiento de radioterapia. Sin embargo, ella optó por la medicina homeopática y desapareció el dolor. Sin embargo, el viaje a Europa ya estaba planificado e invertido los ahorros para el traslado. Por ello, emprendió en septiembre de 2022 viaje a Italia sin conocer a nadie ni siquiera hablar el idioma. Allí estuvo tres meses trabajando hasta que un día comenzaron unos dolores en su espalda y los doctores localizaron una masa en los pulmones y se tuvo que someter a varias sesiones de radioterapia.

Juliet Osorio, en la habitación del hospital majorero | | LP/DLP

Juliet Osorio, en la habitación del hospital majorero / LP/DLP

Tras volver a enfermar decide viajar primero al País Vasco y posteriormente a Teruel donde casualmente se encuentra con un amigo de la infancia y deciden trasladarse a Alicante donde reside su hermana Yenifer. Un día se le presenta un intenso dolor en el brazo que no logra aliviarlo. «Como quiera que el amigo tiene familia en Fuerteventura deciden venirse a la Isla», afirma una conocida de Juliet. Además, añade que «al no estar empadronada no podía acudir al Servicio de Urgencias porque tendría que abonar la factura de la atención médica. Sin embargo, un día no pudo soportar el intenso dolor y se vio obligada a acudir al Hospital donde le diagnosticaron un cáncer de pulmón».

Campaña solidaria

Su hermana Yenifer se traslada desde su residencia en Alicante a Fuerteventura para estar al lado de su hermana y hace de la habitación del hospital majorero su residencia, ya que no se despega ni un instante de ella. Con el objetivo de traer a sus sobrinos y a su madre desde Colombia, Yenifer inició una campaña de recaudación de fondos para lograr este objetivo. Y lo alcanzó gracias a la solidaridad de cientos de personas que contribuyeron con sus donaciones a conseguir la cantidad necesaria para el viaje.

Y fue el pasado lunes a media tarde cuando Gabriela, Matías y Nelsy llegaron al hospital majorero. La sorpresa y los momentos de emoción invadieron la habitación hospitalaria. Los abrazos, besos y lágrimas se fusionaron con la alegría de que Juliet pudiera cumplir unos de sus sueños: abrazar a sus pequeños.

Marcela Cardenas, activista social y colombiana, que reside en Fuerteventura desde hace años, señaló en las redes sociales que «se llegó el gran día amigos ....solo quiero decir mil gracias a todos por poder haber echo posible este milagro... y nos sintamos orgullosos de los buenos seres humanos que somos.... Dios los bendiga siempre».