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San Bartolomé de Tirajana La rehabilitación turística

El Cabildo busca empresas para poder mantener el Parque Tony Gallardo

Propone ceder la explotación del recinto ante la negativa del Ayuntamiento a asumir el gasto

El Cabildo busca empresas para poder mantener el Parque Tony Gallardo

El Cabildo de Gran Canaria busca una empresa o fundación que se haga cargo de la explotación y el mantenimiento del Parque Tony Gallardo, en Maspalomas, pues el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ya ha comunicado que no volverá a asumir la gestión del jardín botánico y el gobierno insular pretende entregarlo a otra entidad, pública o privada, una vez concluyan las obras de rehabilitación a finales de este año 2017.

Los trabajos para recuperar los jardines se iniciaron a principios de noviembre por parte de la empresa pública Tragsa y van más lentos de lo previsto, pero deben concluirse antes de diciembre porque así establecido en el contrato y en los presupuestos del Cabildo, según explicó el director insular de Medio Ambiente, Manuel Amador, quien precisó que "la idea es que el Ayuntamiento de San Bartolomé se involucre como interlocutor en el sur de la Isla para buscar a las diferentes empresas que estén interesadas en la gestión".

"Cuando las obras estén más avanzadas nos reuniremos con esas entidades para ver en qué condiciones aceptan ellas la gestión, pues la intención del Cabildo es que se recupere el parque y se mantenga abierto, que no se vuelva a cerrar nunca", señaló Amador.

El alcalde de San Bartolomé, Marco Aurelio Pérez, precisó que el acuerdo previo a la concesión de la licencia municipal para las obras de rehabilitación estipula que el Cabildo se hará cargo del mantenimiento hasta que encuentre esa empresa o fundación". A su juicio, solo se trata de buscar alguno de los modelos de gestión público-privados que están permitidos en la actual normativa, pues el Ayuntamiento no puede cargar con el coste de funcionamiento.

Tras su construcción en 1993, en base a un diseño del escultor grancanario Tony Gallardo, el parque ha sido rehabilitado en varias ocasiones, pero solo ha estado abierto en cortos periodos de tiempo por las discrepancias entre el Cabildo y el Ayuntamiento sobre su conservación. Aparte de los costes de jardinería, personal o seguridad, el parque tiene un alto gasto en energía para mover el agua por el interior del recinto, que ahora se quiere reducir con energías alternativas.

Desde el año 2013, cuando el Cabildo afrontó esta nueva remodelación, se han barajado varios modelos de gestión para evitar que ese gasto recaiga en las arcas públicas, pero finalmente se ha apostado por una concesión administrativa a una empresa o por la entrega a una entidad sin ánimo de lucro.

La primera fórmula conlleva el cobro de una entrada para acceder al parque u otra forma de ingreso para la adjudicataria, como la explotación de un centro de visitantes o una cafetería-restaurante. Para el segundo modelo se ha pensado en que sean los propios establecimientos turísticos de la zona los que se encarguen del mantenimiento.

El futuro del Parque Tony Gallardo es uno de los asuntos que se va a encontrar sobre la mesa el nuevo consejero de Medio Ambiente del Cabildo, que tendrá que decidir si mantiene la propuesta de Juan Manuel Brito o busca otras alternativas para garantizar que no vuelva a deteriorarse.

Tras dedicar más de dos millones de euros a la rehabilitación, es también uno de los medidores de la capacidad de gestión del gobierno tripartito de Antonio Morales, al que patronal hotelera critica por tener paralizadas las inversiones turísticas en el Oasis de Maspalomas. Paradójicamente, mientras el Cabildo batalla en los juzgados para intentar recuperar los palmerales de los hoteles de las cadenas Riu y Seaside, al considerar que están en suelo público, a escasos metros no ha sido capaz hasta ahora de preservar un jardín de gran valor botánico, paisajístico y turístico. De hecho, las palmeras del Tony Gallardo ya están afectadas por la plaga de la diocalandra y las que se encuentran en los hoteles del Oasis están sanas.

La reforma, que ha comenzado con el movimiento de tierras y las obras hidráulicas, contempla "la plantación de palmeras por varias zonas del parque, siempre que se aborde la problemática del agente nocivo Diocalandra frumenti", según se recoge en el proyecto de la empresa Romera y Ruiz Arquitectos. "Estas nuevas palmas tienen la finalidad de ir reponiendo las bajas que ha habido de esta especie y las que se esperan, aunque se evitarán alineaciones y se dispondrán en rodales compuestos por un mínimo de tres plantas y como máximo lo que cada espacio nos ofrezca", agrega el proyecto. También se repoblará con dragos, sabinas, plocamas, almácigos y tabaibal-cardonal.

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