El Cabildo de Gran Canaria renovará los márgenes de las carreteras del interior de la isla a través de un nuevo contrato para el control de la vegetación y el arbolado de la red viaria, para lo que destinará 8,6 millones de euros en los próximos seis años. Esa cantidad se suma a los 22 millones para el mantenimiento de las zonas verdes de la autovías y autopistas, lo que supone una inversión de 30,6 millones de euros en la mejora del paisaje y la seguridad de las vías durante el próximo lustro.
Como banco de pruebas y ejemplo de estas actuaciones se ha elegido la carretera de Tamaraceite a Teror, la GC-21, cuyas obras de ensanche comenzarán a mediados del próximo año, según explicó ayer Ángel Víctor Torres, consejero insular de Obras Públicas. El actual gobierno ha revisado ese proyecto para "salvar" una treintena de árboles que iban a ser talados, entre ellos un grupo de eucaliptos en la entrada a la villa mariana.
Torres, acompañado de la responsable de zonas verdes de l área de Carreteras, Nerea Romano, anunció la puesta en marcha del expediente para adjudicar el contrato, el primero del Cabildo con estas características, que incluye el mantenimiento integral de la vegetación y la mejora paisajística, al tiempo que evitará los daños que las plantas puedan producir en la seguridad vial o en propiedades públicas y privadas.
El contrato tendrá una duración de cuatro años, más dos de prórroga, con un presupuesto de 1,5 millones de euros cada año. Las actuaciones de gestión y mejora del arbolado incluyen podas y talas, trasplantes, plantaciones y su mantenimiento, precisó Torres.
Nerea Romano resaltó que el proyecto permitirá aumentar el número de árboles en la red interior y que se priorizarán las plantaciones de flora autóctona que mejor se adapte a la condiciones del suelo y del clima. También se utilizarán especies importadas, especialmente flores en las entradas de los cascos urbanos.
El modelo a seguir es la actuación prevista en la subida desde Tamaraceite a Teror, donde se ha rediseñado el proyecto inicial para evitar la desaparición de eucaliptos. Otro ejemplo será la GC-300 de Firgas a Cambalud, donde ahora hay una insuficiencia de vegetación. No obstante, Torres adelantó que se seguirán talando aquellos árboles que supongan un peligro para la seguridad de conductores y peatones.
