¿Cuáles son los objetivos que se ha propuesto la Alianza?
Se trata de coordinar acciones relacionadas con la promoción y desarrollo de los destinos, el fomento de la investigación y uso de las nuevas tecnologías, desarrollar estrategias conjuntas de innovación urbana y de aumento de la competitividad. Pretendemos crear estrategias comunes que luego propongamos a otras administraciones como el Estado o la UE, siempre desde el punto de vista de que las actuaciones en los ámbitos turísticos sean integrales y se realicen pensando en el desarrollo futuro. Nuestra intención es diseñar también estrategias comunes en materia de seguridad, accesibilidad y sostenibilidad. No olvidemos que convivimos en un medio ambiente frágil y tenemos que activar políticas que garanticen el equilibrio económico, el medioambiental y el bienestar social.
¿Y en materia, por ejemplo, de alquiler vacacional?
También queremos desarrollar políticas comunes para enfrentarnos a problemas derivados de la economía colaborativa y el alquiler vacacional, temas que generan controversia. Es importante que tengamos posiciones y estudios colectivos que nos permitan actuar sobre esa cuestión.
Hasta ahora cada municipio de sol y playa trabajaba de forma independiente.
Hasta ahora intentamos cada uno competir y buscar las formas de renovarnos, pero muchas veces no podemos porque no tenemos un número mínimo de habitantes o porque nuestros proyectos quedan relegados a otras estrategias de desarrollo promovidas por el Estado. Por eso, debemos desarrollar proyectos comunes que nos permitan acceder a fondos supramunicipales, y que nos posibiliten a su vez que la Administración tenga en cuenta el desarrollo turístico de nuestro país en sus presupuestos. Un sistema específico de financiación para los municipios turísticos es clave, para que las renovaciones tengan un criterio integral, porque de nada sirve rehabilitar un paseo marítimo si no remodelamos otras infraestructuras.
Habla de infraestructuras turísticas pero, ¿las nuevas tecnologías siguen siendo un desafío?
Estamos en un proceso de cambios tecnológicos. Los destinos inteligentes marcan una impronta a la hora captar nuevos clientes y ser competitivos, y los municipios turísticos tenemos que implantar de una vez por todas las nuevas tecnologías. No se trata solamente de tener buenas aceras, sino de que el cliente que se aloja en nuestra localidad tenga las nuevas tecnologías a su alcance. Ello no pasa por tener una mejor conexión de 4G, sino por disponer de avanzados sistemas de gestión de la información que permitan resolver todas las cuestiones desde plataformas conectadas a la red. Es un conglomerado de gestiones que hoy en día realizamos desde nuestros teléfonos móviles, y que con la futura implantación del 5G supondrá un paso inimaginable para los usuarios.
Estos días se instala el 4G en San Bartolomé de Tirajana. El 5G tardará en llegar.
Por supuesto que tardará, pero las experiencias pilotos van a comenzar en breve y queremos que esas experiencias iniciales se realicen en los municipios turísticos. Que los proyectos supramunicipales vayan directamente a los municipios turísticos, como por ejemplo la implantación de los vehículos con pila de hidrógeno. ¿Por qué no servimos los municipios turísticos como bandera para que los grandes fabricantes prueben aquí sus nuevos avances? Queremos ser bandera en la innovación; no significa ser un conejillo de indias, pero cuando sabemos que una tecnología está al llegar, queremos ser el elemento que impulse su lanzamiento y que el destino no solo sea competitivo, sino que además marque el camino al resto del territorio español.
Los objetivos de la Alianza están claros, pero ¿cuáles serán las estrategias para conseguirlos?
Debemos actuar como lobby frente a Europa, el Gobierno central y nuestras respectivas autonomías en materia turística. Cuando hablamos de estrategias y proyectos subvencionables, tenemos que poner en manos del funcionariado nuestras ideas para que logren incluir los proyectos dentro de las líneas estratégicas de las administraciones superiores. Además, desde la Alianza queremos trabajar en congresos, reuniones y foros turísticos donde seamos capaces de absorber los conocimientos de personalidades que trabajen diariamente en el sector. Queremos hacer ver que desde la municipalidad no buscamos la confrontación, sino la sinergia positiva para actuar con criterios comunes.
¿Cree que abrir tantos ojos en Europa y en Estado es sencillo?
No. Pero lo importante es que las cifras de la Alianza son demoledoras: más de 67 millones de pernoctaciones el año pasado, 273.000 plazas hoteleras y más de 34.000 apartamentos. Y toda esta gran industria se pivota desde ocho municipios cuya suma no alcanzan los 430.000 habitantes. Somos pequeños territorios con poco espacio pero con gran aportación a la economía y la empleabilidad.
¿Cuáles son los primeros pasos que darán como Alianza? ¿Se sienten bien tratados?
Ya hemos tenido reuniones y hemos fijado un calendario para lo que queda de 2018, entre las que destacan el encuentro con la Secretaria de Estado de Turismo, con la OMT, con los distintos consulados y especialmente con la embajada de Reino Unido. Además hay fijado un foro de trabajo en Benidorm en octubre. Respecto a cómo nos sentimos, no nos vamos a posicionar como víctimas ni como grupo reivindicativo; solo queremos ser un elemento de concienciación y resolver las necesidades reales de los municipios turísticos de sol y playa. Necesitamos ser escuchados.
