¿Conoce bien a la gente del pueblo de Santa Lucía y el mantenimiento de sus tradiciones?
Puedo decir que muy bien. El pueblo y la gente de Santa Lucía son grandes porque han sabido mantener bien sus tradiciones, las cuales no se han perdido, ni han empeorado por las costumbres o influencias externas. Nací en Tenoya, en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria, hace 72 años, pero he pasado gran parte de mi vida en el término municipal de Santa Lucía de Tirajana, al menos desde los años 80.
¿Qué ha significado para usted ser elegido como pregonero de las fiestas de este año?
Todo un honor, un honor inmenso, el hecho de haber sido elegido como pregonero, al que espero responder bien. Mi intervención estará dividida en tres partes. Hablaré del estado actual del timple, con varias piezas interpretadas por el músico David León que las estrena para la ocasión. También hablaré de mis recuerdos en las fiestas en las que estuve y participé, así como de las personas que contribuyeron a hacer estas fiestas tan grandes y haré un reconocimiento a la gente que ha trabajado por su pueblo.
Entre esas personas del pueblo que colaboraron tanto.
Sí, entre los muchos, tendré palabras para Yoni López Duarte, exnotificador municipal e investigador del pastoreo, que falleció el pasado mes de septiembre y que fue nombrado presidente de honor de las fiestas de Santa Lucía. Fue una persona ejemplar, como amante de las tradiciones y una figura en la romería de Los Labradores y que destacaba por su educación y generosidad. Será un pregón emotivo y con muchos sentimientos, muchos de los cuales serán en relación a las personas que están en el corazón. Haré también en el pregón una invitación a todos a venir y a disfrutar de las fiestas y de la belleza del pueblo. Asimismo, invitaré a muchos a tener cuidado con el consumo del alcohol y a coger el transporte público.
La romería de Los Labradores cumple ya medio siglo.
Es una romería muy especial que nació en 1968, por iniciativa de unas mujeres -Conchita Ramírez, Paca López, Carmensa González y Gari, la de Benjamín- que se vistieron con ropa de labradores y cogieron unas carretas. Yo empecé a participar desde 1973. Esta romería es la última que se celebra durante eel año. Lo que tengo claro es que aquí se ha trabajado mucho en la comisión de fiestas para mantener las fiestas y las tradiciones, que siguen tanto los mayores, como los jóvenes. Te digo que muchos trabajaron y trabajan para eso y, entre ellos, está Francisco García López, que se hizo cargo de estas fiestas desde 1988, hace ya 30 años.
Usted se suele fijar en lo que hacen todos en el pueblo, no solo en los destacados.
Exacto. Lo pienso decir en el pregón porque valoro y presto atención en los muchos que trabajan, por ejemplo, en las fiestas, trabajando para que los demás tengan comida o para que se diviertan, como tanto hacía Yoni López. Valoro mucho la humildad y la sencillez de las personas, y en el pueblo de Santa Lucía las hay. Son tantos, entre los que está Juanito Ramírez, un artesano que se deja la vida entre el junco y el lino, como también se encuentran sus hermanos, tan ligados a las tradiciones, como el juicio al Haragán.
Es miembro de la Asociación del Timple Canario.
Soy vicepresidente, siendo presidente Germán López, quien es un gran maestro del timple y músico que ahora graba en Los Ángeles. Él destaca por su humildad y sencillez. Están otros maestros como Domingo Luis Rodríguez El Colorao y Benito Cabrera.
¿Hará una petición a los municipios en relación al timple?
Sí, es un ruego a los 88 municipios del Archipiélago canario. Es pedir que cada uno de ellos dedique al timple sólo un día de sus fiestas patronales. Esta iniciativa le daría mayor visibilidad de este instrumento, mayor difusión de cara a los alumnos y el público general. Además, contamos con grandes maestros que podrían participar.
¿Cuál es la situación actual de este instrumento musical en Canarias?
En mi opinión, nunca ha tenido un mejor momento que ahora porque es la primera vez, en al menos en los últimos diez años, que todos los maestros quieren enseñar a los demás. Antes, era todo lo contrario.
