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Honores y distinciones del Cabildo | Can de Ciencias (XIX)

Mar Vaquero, el Can de Ciencias que pilotó una sonda de la Nasa en Saturno

La ingeniera de Maspalomas vendrá a la Isla desde Californa para recoger la distinción

La ingeniera grancanaria Mar Vaquero, durante una conferencia que impartió a niños del CEIP Tomás Morales, en Carrizal, en Ingenio. Yaiza Socorro

Mar Vaquero, trabajadora de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA, en inglés), recibirá el próximo viernes, día 15 de marzo, la distinción Can de Ciencias por parte del Cabildo de Gran Canaria. La ingeniera aeronáutica, de 34 años, natural de Maspalomas, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, lo recibe por su extenso currículo y por sus logros profesionales.

La distinción de Can de Ciencias significa mucho para Mar Vaquero, quien vendrá a Gran Canaria expresamente desde California (Estados Unidos) para poder estar presente en dicho acto de entrega. Tiene previsto llegar a la Isla justo la noche del jueves día 14 de marzo, tras un largo viaje de unas 19 horas.

Esta grancanaria saltó en los medios de comunicación de todo el planeta por ser quien pilotó desde la Tierra en 2017 la sonda Cassini de la NASA, la cual fue la que voló lo más cerca de Saturno, como por las nubes en las capas externas de la atmósfera, y que antes no había sido explorado. Vaquero fue también quien pilotó esta sonda en el suicidio controlado tras cumplir su misión en Saturno.

Vaquero estuvo casi cuatro años a cargo de la misión de esta sonda. Diseñó la trayectoria entre Titán a Encélado y luego de vuelta a Titán. Se encargó de pilotar ese último viaje del Cassini: se trataba de estrellarlo el 15 de septiembre de 2017 porque era el final de esta sonda. El suicidio controlado se hizo contra los anillos del planeta para que se convirtiera en una estrella solar, con el fin de que no contaminase.

Tras esta importante misión con la sonda en Saturno, que aportó importantes datos e información para los científicos sobre el sexto planeta del sistema solar, el segundo en tamaño y masa después de Júpiter y el único con un sistema de anillos, Mar Vaquero tenía previsto comenzar a trabajar en su próximo proyecto, el cual se trata en diseñar la ruta más eficiente para llevar un robot de exploración a la superficie de Europa, la luna de Júpiter donde también es posible que haya vida extraterrestre.

La ingeniera grancanaria es la primera de su familia con carrera universitaria y doctorado. Su padre es guardia civil, al tiempo que su madre es Asistente Técnico Sanitario (ATS). Nadie de sus familiares se dedica a la investigación. "La primera vez que me planteé dedicarme a esto fue a los doce o trece años", manifestó en 2017 Mar Vaquero, quien recordó que "las noches en el club de astrónomos de Maspalomas y de tanto mirar en el telescopio, me sirvieron pa- ra despertar el interés y la curiosidad por ver y conocer otros planetas".

Esta joven con tanta curiosidad por el espacio y planetas empezó ingeniería aeronáutica en la sede madrileña de la Universidad de San Luis. De ese campus pasó al central, en Missouri. Después hizo el máster y doctorado en la Universidad de Purdue, "siempre gracias a becas de esas instituciones", como aseguró ella en varias ocasiones. Cuatro meses antes de doctorarse, la NASA le ofreció a Mar Vaquero su puesto en la misión de la sonda Cassini.

Su tesis versaba sobre "cómo transportar una nave por el Sistema Solar usando el mínimo combustible o incluso nada", explicó. Una vez la sonda escapa a la atracción gravitatoria de la Tierra, es posible que su empuje inicial le permita hacer ese viaje usando la gravedad de los planetas y sus lunas para acelerar o frenar, lo que los expertos conocen como asistencia gravitatoria.

Divulgación

Esta investigadora no sólo dedica su tenacidad y profesionalidad en sus trabajos programados por la NASA, sino también en divulgar sus conocimientos entre los más pequeños, como hizo en junio del pasado año en los Centros de Educación Infantil y Primaria (CEIP) Carlos Socas, en Ingenio, y Poeta Tomás Morales, en Carrizal, dentro del Proyecto 50 / 50 para la reducción de los costes y consumo energético en edificios públicos de Ingenio.

"Hay que cuidar y proteger nuestro Planeta porque es el único que hay. No existe, en principio, ningún planeta en el que se pueda habitar como en la Tierra. Por tanto, hay que tratarlo como si fuera una nave espacial que no puede recibir de nadie ayuda o recursos, como agua, de nadie", destacó la ingeniera aeronáutica a las decenas de alumnos, con edades entre 9 y 11 años, y a los profesores que asistieron a la conferencia en cada centro.

En cada charla, intervenía antes Álvaro Artiles, del Instituto de las Comunidades Energéticas autosuficientes de Canarias (Iceacan), quien proponía a los niños preguntas como el cambio climático y la contaminación.

Artiles negó que nos encontramos en un punto sin retorno respecto a la contaminación medioambiental. Es decir, defendió que sí se puede corregir o mejorar la situación en la Tierra. "Hay que hacer un esfuerzo entre todos y contaminar menos", comentó.

Vaquero explicó a los alumnos que ella no construye sondas o robot de la NASA, sino que los pilota, como es el caso del Cassini, que se convirtió en la nave que más cerca ha estado del planeta Saturno "después de haber tardado nueve años en llegar hasta él y los trece que estuve junto a él recopilando información".

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