La renovación de la Plaza Grande del casco de Guía comienza. Esta semana arrancaron los trabajos en este emblemático espacio del municipio norteño, que se “ha disfrazado” con mallas verdes durante los próximos cinco meses, como mínimo, según el plan con el que el Consistorio sacó a licitación esta actuación. La maquinaria pesada estaba ayer levantando los viejos adoquines mientras se retiraban las farolas antiguas y se protegía la arboleda que viste el entorno. Mientras, los vecinos ven las obras con la eterna disyuntiva que se presenta en estas ocasiones: entre la ilusión por ver terminado el nuevo proyecto y el fastidio por las molestias y los ruidos.
Uno de estos vecinos paseaba por la pequeña plazoleta frente a las Casas Consistoriales con su perro, mientras los obreros martilleaban, taladraban y armaban el típico jaleo de las obras. “Todo lo que sea actividad y mejora para el municipio, es bien recibido”, comentó. Y es que parece que quienes se encontraban en las inmediaciones de la Plaza Grande ayer se mostraban comprensivos con estos trabajos siempre y cuando fueran a repercutir positivamente en el casco antiguo.
Ese vecino explicó que este tipo de trabajos con los valores ancestrales de un pueblo siempre se encuentran “entre dos aguas: la funcionalidad de los nuevos tiempos y esa esencia cultural”. Aun así, espera que las obras respeten la tradición de un espacio “polivalente, que sirve indistintamente como foro intelectual o como pista de baile en las verbenas”. Y advirtió acerca de la necesaria protección de la vegetación y de los elementos patrimoniales con los que cuenta la plaza.
Una actuación "conservadora"
En este sentido, uno de los arquitectos del proyecto, José María Martín, aseguró que la actuación es “bastante conservadora” y que no alterará la idiosincrasia de la Plaza Grande, que experimentará su primera renovación desde que viera la luz tal y como se la conoce ahora en el siglo XIX, según destacó el alcalde, Pedro Rodríguez.
La actuación busca, en palabras de Martín, “darle un lavado de cara a la plaza”, que se encontraba deteriorada por el paso del tiempo. Lo hará centrándose en tres aspectos fundamentales: cambiar las condiciones del pavimento, poniendo uno acorde a las características de los cascos históricos; mejorar las condiciones de uso y disfrute por parte de los vecinos, y un trabajo importante para adaptar la iluminación a un entorno de este tipo, y a la utilización que se le pretende dar a este espacio como un importante eje vertebrador para las celebraciones en el casco guiense.
El arquitecto también quiso aclarar que el proyecto no contempla destruir ciertos elementos patrimoniales, tal y como se difundió en algunos bulos durante el proceso previo al inicio de las obras. “El proceso de comunicación del proyecto de ejecución quizás no fue del todo eficiente en un principio, pero se hizo un importante esfuerzo para solventarlo y, desde entonces, no ha habido ningún otro inconveniente”, reconoció. En cualquier caso, la renovada Plaza Grande seguirá teniendo la balaustrada, que únicamente se someterá a una rehabilitación en la que se pintará de blanco y gris para dar una sensación de mayor amplitud acorde al resto del espacio, y la arbolada, cuyos parterres se modificarán para darle una menor sensación de ahogo y ampliar las zonas ajardinadas.
Según Martín, “va a ser una mejora importantísima, porque pasaremos a tener una plaza que en esencia es la misma, pero con una calidad mayor en los materiales”. Así, se empleará piedra de la cantería de Arucas para el pavimento, con lo que ello conlleva de “arraigo en la cultura de la Isla”, y en diferentes tratamientos de la misma, con el objetivo de darle a este espacio una mayor sensación de integridad y unidad que la que tenía hasta el momento. Y destacó, asimismo, que esta reforma se hará de tal manera que será “bastante difícil” que necesite volver a pasar por chapa y pintura “en los próximos 200 o 300 años”.
En cuanto a la iluminación, la actual era “bastante tenue”, por lo que se hará una “importante labor de renovación” para que se encuentre acorde a los usos que se le quieren dar y la entidad del espacio. Para ello, se potenciarán los hitos representativos del contexto, dando una mayor luz a la iglesia y la arboleda, y también se pondrán luminarias mediante focos más modernos que se adaptarán a las celebraciones que se vayan a realizar o las épocas del año.
Pedro Rodríguez, por su parte, ensalzó, en respuesta a las críticas que llegaron desde la oposición al conocerse el proyecto, que este ha sido “transparente, siguiendo el procedimiento legal y con los informes preceptivos favorables”, y recordó que cualquier concejal “tiene el derecho y la posibilidad” de estudiar el texto en la Corporación, al igual que cualquier vecino del municipio.
