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San Bartolomé de Tirajana

Un prodigio de comodidad

Situada en plena zona turística, la playa de San Agustín es el mejor antídoto contra el estrés

San Agustín, una playa tranquila

San Agustín, una playa tranquila

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San Agustín, una playa tranquila Alberto García Saleh

Una playa tranquila, para un turista poco dado a grandes sobresaltos, pero con el equipamiento de las grandes zonas turísticas del sur. Así es como ven los usuarios la playa de San Agustín. 

La principal cualidad que destacan los usuarios de la playa de San Agustín es cómo ha logrado priorizar la comodidad en todos los aspectos posibles, ya sea en cuestiones de accesibilidad, servicios, hoteles, apartamentos, supermercados, prestaciones, discotecas, salas de ocio e incluso gimnasios y talasoterapias. Todos y cada uno de estos aspectos parecen estar hechos para beneficiar a ese turista cuyo único propósito a la hora de buscar un destino en el que pasar sus vacaciones sea el confort y el relax . Muchos de estos usuarios incluso se asombran de que siendo, junto con Maspalomas y Playa del Inglés, una de las tres mejores playas del sur grancanario, no se produzcan las masificaciones de estos dos enclaves vecinos.

Por este motivo, el perfil de su bañista no suele estar tan marcado como el de las playas adyacentes, siendo en su mayoría amigos, familias o parejas que lo hna elegido como el destino perfecto para pasar sus merecidas vacaciones sin tener que soportar demasiados sobresaltos pero disfrutando de todas las prestaciones de las mejores playas del sur de la Isla.

«La especial orografía hace que el viento no entre de golpe y el clima sea suave», afirma Celia Franco

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Y eso es lo que sucede en este enclave privilegiado de San Bartolomé de Tirajana, que tiene las mismas características que sus dos playas vecinas, pero que en ella no se producen las afluencias que habitualmente se ven en verano. Ayer, uno de septiembre, aún se podía contemplar en la arena a mucha gente que apuraba al máximo sus últimos días de vacaciones. Era el caso de Antonio Jiménez que, reconocía, que el próximo lunes se incorporaba a su trabajo de funcionario en la administración pública. «Hace ya más de una década que vengo todos los veranos», reconoce entusiasmado. «Antes iba siempre a Playa del Inglés, pero me agobiaba entre tanta gente, tantos hoteles, tantas salas de fiestas y tantos turistas en todos lados», añade. «Un día, por casualidad, vinimos mi mujer y yo con unos amigos, y desde entonces sólo vengo a esta playa».

Descubrimiento

Para Jiménez aquel descubrimiento, siendo un treintañero, le cambió la vida. E incluso hoy no entiende cómo no haya más gente que se haya quedado, como en su caso, hechizado por este litoral privilegiado. «Esta playa es un prodigio de comodidad», señala. «Es una playa turística que mantiene todas las ventajas alojativas y de servicios característicos, pero también es muy tranquila por ser menos concurrida», añade.

«Además, el turista alemán, sueco, inglés o peninsular que viene a alojarse a esta zona del sur es muy distinto al resto del municipio». Suele ser «más tratable y pacífico». A eso hay que añadir que «la noche aquí es excepcional porque hay múltiples terrazas, bares y restaurantes donde poder comer». Celia Franco, una profesora jubilada, por su parte, también se expresa como el anterior usuario, pero señala hay determinados aspectos que podrían parecer anecdóticos pero que para ella son importantes. «Veo, por ejemplo, que no tiene piedras y puedes entrar perfectamente», afirma. «Ayer estuve en Meloneras y me resultó imposible por ese motivo».

Esta usuaria también destaca el buen clima que tiene que es producto «de una especial orografía que hace que el viento no entre de golpe», añade. Además de que tiene «una arena negra y un agua muy limpia» y una serie de servicios imprescindibles a pie de playa. «Te puedes tomar algo si te apetece a dos minutos de donde tienes tu sombrilla y es muy familiar y está cerca de todo», añade.

En su opinión, «los extranjeros del sur si no están alojados en estos hoteles no viene a esta playa, sino que se bañan en Playa del Inglés, pero aquí la mayoría de las residencias son particulares y hay mucha gente que pasa el verano entero en esta playa y a veces en invierno». Y también «he comprobado que hay gente que prefiere la playa de la mañana y otra de la tarde», siendo los primeros más jóvenes y los segundos algo más entrado en años por lo general.

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Playa de San Agustín, en San Bartolomé de Tirajana Juan Castro

De cualquier forma «hoy no es un día de referencia porque en el uno de septiembre ya hay mucha gente que está trabajando, pero cuando está más masificada yo prefiero la playa de Arinaga».

Tras un antológico chapuzón, salían del agua dos jóvenes con acento peninsular. Ellas eran Ruth Torrubiano y Eva Alonso, de Madrid. «Llevamos aquí una semana y pico», comenta la primera. «Y hemos elegido este destino porque tenemos el hotel al lado», pero es una playa «muy bonita, tranquila, no hay mucha gente, la arena es buena, muy limpita, y tampoco hay muchas olas». La otra opción era Playa del inglés, justo al lado, «pero allí hay mucha más gente». La joven añade que «escogimos San Agustín porque queríamos ir a Gran Canaria y elegimos esta zona porque nos gustó el hotel que pillamos por internet ya que está muy moderno, y donde nos alojamos es un bajo con un jardincito y todo y con la playa al lado».

Su amiga añade, por su parte, que «hemos estado yendo durante años a Tenerife y este 2021 por fin hemos elegido venir a Gran Canaria». Y aquí, aparte de las playas tan fabulosas, han descubierto que «hay muchísimas cosas que hacer, excursiones, rutas, montar a caballo o visitar las dunas».

Feliciano Domínguez es otro usuario que se expresa en un tono algo más concienciado con el entorno. «Yo destacaría algo que casi nadie nombra y es que en esta playa existen especies endémicas como la palmera canaria, pero también podemos comprobar que hay otras como la araucaria o los cocoteros que están muy bien cuidados». En su opinión, en esta playa la vegetación está mucho mejor cuidada que en Las Canteras porque allí, por ejemplo, los cocoteros están asfixiándose con un parásito que está deshaciéndolos y están abocados a morir.

«Es una pena porque han crecido durante muchos años y dejarlos perder es una gran equivocación». La diferencia es que los cocoteros de San Agustín «están en su base con un terreno alrededor para que se oxigenen bien, mientras que en Las Canteras el asfalto casi llega al tronco, de manera que no tienen aire para poder vivir».

Y añade que hay que reflexionar sobre si los usuarios prefieren «una playa desértica sin zonas verde, a ver un vergel como esto».

Amparo Reyes opina que San Agustín «es una playa muy cuidada en la que el agua está muy limpia y no existen deportes acuáticos que molesten al bañista» como las motos de agua, las lanchas, etc. Tampoco hay deportes de playa «porque es una playa para pasear o estar tranquilamente sentados frente al mar y leer un libro con toda la tranquilidad posible».

Porque, de hecho, «no sólo molestan los ruidos de las obras o de las discotecas, sino «el sonido que alimentan esos deportes y perturban a los demás usuarios». Y añade que «la temperatura de esta playa es idónea, no hay mucha gente posiblemente por la pandemia y hay mucho más espacio».

Otra turista de Madrid es Tania Valero que, mientras fotografía a su hija de cinco años, señala que «hemos venido hace seis días y nos vamos a recorrer un poco toda la isla». En su opinión, la playa «me parece bonita, pero para la niña prefiero Las Burras». Es una playa «diferente, con la arena más fina, grande, abierta y con más olas. Y luego el paisaje es fantástico con las casas a pie de playa».

«Las especies no endémicas están mejor cuidadas que en otras playas», subraya Feliciano Domínguez

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Finalmente, también opina una familia de cuatro miembros, que toman el sol, en un día de temperatura muy agradable gracias a un grupo de nubes que amortiguan el calor demencial de estos días de septiembre. «La playa de San Agustín es el lugar perfecto para relajarse», comenta el cabeza de familia, Juan Hernández. «Es mucho menos concurrida que la cercana Playa del Inglés y aquí se combina zonas de la playa de guijarros y cantos rodados con otras de arena». Es ideal para los niños, «ya que está parcialmente protegida de las olas por la presencia de rocas. También puedes ir muy lejos en el mar y los buceadores vienen con regularidad». Pero también reconoce que le gusta acudir a veces a las playas del Veril Playa y de Las Burras y que son las otras dos de San Agustín. Su mujer, Isabel García añade que «durante los fines de semana hay mucha más gente y suelen ser de la islas».

Pero el litoral es ideal ya «que la playa está bien protegida de las corrientes, lo que crea las condiciones ideales para bucear o hacer submarinismo». Una «playa tranquila, mucho más que Playa del Inglés y Maspalomas, que la hace perfecta para aquellos visitantes que busquen escapar de las masificaciones de otras zonas».

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