El Ayuntamiento de Guía ha organizado una serie de actos con motivo de que este año se cumple el 495 aniversario del nombramiento del primer alcalde de la localidad en la persona de Fernando Alonso de la Guardia. Como complemento inicial de aquella programación nos permitimos portar una síntesis biográfica del personaje.
La población de Guía fue, hasta el 1 de noviembre de 1526, como es harto conocido, un barrio dependiente de la villa de Gáldar. Mas su progresivo desarrollo que propició el asentamiento en torno a la ermita fundada por Vargas le hizo alcanzar cotas tan altas de importancia que el gobernador de la isla, Martín Fernández Cerón, en una de las atribuciones que como tal tenía, otorgó el título de alcalde y vara real de justicia en la persona de Fernando Alonso de la Guardia, uno de los ilustres vecinos por traslado junto con otra desde la vecina localidad de la que hasta entonces dependían.
Este nombramiento causó malestar grande entre los vecinos de Gáldar, quienes dando poderes plenos el 24 de octubre del mismo mes y año a Francisco Jaimez, hijo del Alférez Mayor de la Conquista, elevaron protesta al monarca en un famoso documento que contiene, en su introducción, la relación de todos los vecinos que vivían allí. Se considera como el primer censo poblacional de la ciudad de los Guanarteme. El original de este curioso e importante documento no ha sido posible hallarlo en el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, donde permanece traspapelado en algún otro legajo que no sea el que le corresponde, porque aunque otorgado en 1526 fue protocolado algunos años más tarde.
Lo vio fray Juan Suarez de Quintana, entre 1743 y 1753, quien lo menciona en su Relación Genealógica –fol. 20v.—y también lo cotejó el que fue escribano de Guía Pedro Tomás Arñez, pues a principios del s. XIX dio una copia pedida por Agustín Pineda Bethencourt. Una copia que posee en la actualidad los herederos de su descendiente Juan Ramírez Suarez. Bonnet lo publicó, con notas, en la Revista de El Museo Canario en 1956.
La protesta de aquellos vecinos exigía al rey la reparación al manifiesto agravio que el caballero Martín Fernández de Cerón nos hizo, como ha proveído, de alcalde e vara de justicia en el barrio de esta villa de Agáldar, que dicen Guía, que la dicha villa de Agáldar e vecinos de ella fundó e hizo edificio, siendo como es cercano e junto a esta villa de Agáldar e es en la Vega de ella e en medio [d]el monasterio del Señór San Francisco.
El propio documento mueve a inducir que una primera y anterior protesta produjo efecto inmediato al señalarse a continuación que e después de haber sido quitada dicha vara en que en este dicho término o comarca no obiese más de un alcalde, por la confusión e escándalo en que se ponían, como se han puesto los dichos vecinos de esta villa [de Gáldar] en deservicio de sus Magestades e en despoblación de esta villa, que tan antigua es, so cierto dolor, les volvió a dar e entregar otra vez la dicha vara de la justicia, en alboroto e escándalo e enesmistad de nos, los susodichos e de los vecinos de dicho barrio comarcano.
En varios trabajos historiográficos -por ejemplo así lo afirma en 1900 el estudioso sacerdote guiense Eladio Suarez Estévez en un artículo que publicó en un periódico de Las Palmas- se coincide en que la ratificación o confirmación del nombramiento se produjo el primero de noviembre de noviembre de 1526. En el Archivo de Simancas no consta tal nombramiento por ser potestativo del gobernador de la Isla. Quién sabe si entre la documentación perdida en el incendio del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria de mediados del siglo XIX se encontraba la designación de Fernando Alonso como alcalde de Guía ordenada por Fernández Cerón. Lo que no oculta el testimonio es el enfrentamiento -se supone que, incluso, con alboroto público- que nació de aquel acto y que se convirtió al pasar los años en secular rivalidad de los dos vecindarios. En algún momento llegó a alcanzar caracteres verdaderamente alarmantes que hoy, gracias a Dios y a la sensatez de sus vecinos que ha alcanzado el grado de hermanamiento entre las dos localidades, ha quedado superado y llamados a entenderse.
Conocemos los nombres de algunos otros alcaldes reales que rigieron la entonces villa de Guía a partir del nombramiento como primer mandatario en la persona de Fernando Alonso:
1526: Fernando Alonso de la Guardia por nombramiento del gobernador Martín Fernández Cerón.
1566-1572: Alonso de Carbajal.
1572: Juan Alonso Jorge.
1576: Bernardino de Cigala.
1578: De nuevo, Juan Alonso Jorge.
1580-1581: Juan Bautista de Soberanis.
1584: Cristóbal Rodríguez de Orihuela
1599: Alonso Rodríguez Castrillo
1602: Alonso Gómez Castrillo
1605: Aparece de nuevo Cristóbal Rodríguez de Orihuela.
1606: Juan Siberio de Quintana.
1624-1626: Sancho de Vargas de la Guerra.
1629-1632: Francisco de Cabrejas.
1632: Adrián de Pineda.
1665: Fernando Suarez de Figueroa.
1683: Roque Suarez de Quintana y en
1690: Juan de Vitoria.
¿Quién fue Fernando Alonso de la Guardia, primer alcalde de Guía? Se encontraba en Gáldar a principios del s. XVI y allí mismo casó con Francisca de Riverol, hija del genovés Juan Bautista de Riverol y de Francisca de Quixada. Fueron sus hijos: otro Fernando Alonso, beneficiado de la parroquia de Guía (aunque no el primero como se ha dicho tantas veces porque fue quien inició los libros sacramentales); Nicolás Esteban de Riverol, casado con Catalina Rengifo de Vargas, nieta y no hija del fundador de Guía, como se reseña en el Nobiliario de Canarias: Francisca de Riverol; Bernardo de Riverol, que casó con Leonor Marentes; Leonor de Riverol, matrimoniada con Juan Alonso Jorge, que también fue alcalde de Guía; y un Alejo de Riverol, sobre cuya existencia coinciden, de forma imprecisa y vaga, algunos genealogistas. La descendencia a partir del último de los matrimonios reseñados anteriormente fue numerosa y el apellido Alonso-Riverol se mezcló con otros también ilustres en las dos villas norteñas.
Consta que después de vivir inicialmente en Gáldar los primeros años de su matrimonio, Fernando Alonso antes de su nombramiento como alcalde trasladó su domicilio a la incipiente villa de Guía. Así, por ejemplo, en 1523, Alonso de Tomar, vecino de Tenerife, vende a Gonzalo Báez unas casas en el término de Gáldar, las cuales casas las hubo de Simón Ortíz, situadas en el lugar de Guía y que lindan de una parte con casas de Juan Izquierdo, de otro con la calle y con casas de Fernando Alonso, y con una casa pequeña de Nuestra Señora de Guía.
No debe extrañar que al comienzo de este y otros documentos, las casas y las tierras las sitúe el escribano en el «término de Gáldar» pero que estaban geográficamente en Guía porque hasta 1526 no existía como núcleo urbano independiente de la villa galdense. Guía era, evidentemente, un barrio de la jurisdicción de Gáldar y así se explica que también el Ingenio Blanco de los Riveroles, situado en los altos de Guía, concretamente frente a la hoy conocida ermita de San Juan, en un contrato del mismo 1523 donde Juan Alonso Lamego reconoce deuda a Lorenzo Pérez, aparezca erróneamente localizado en el Ingenio Blanco de los Riveroles, que es en la Vega de Gáldar, siendo así que en este y en otros documentos se especifica claramente su ubicación en el barranco de Las Garzas..., que también está en Guía y cuyo topónimo aún se conserva.
Más preciso es otro testimonio en el que Fernando Alonso de la Guardia, según un testimonio ante Alonso de San Clemente con fecha de 1526, se obliga a dar, construir y pagar una campana para Nuestra Señora de Guía, de cinco quintales, de metal..., documento en que aparece, incluso, la firma del primer alcalde guiense.
El mandato de Fernando Alonso como alcalde no fue breve, pues todavía se le encuentra como tal en 1537, año en que estampa su firma en un documento referido a la obligación de entrega por parte de Francisco de Miranda a Francisco Jaimez, vecino de Gáldar como mayordomo de la iglesia del Señor Santiago, de 5.000 ladrillos para dicho templo. Curiosamente aparece como testigo del documento el que se considera primer beneficiado de la creada en 1533 parroquia de Guía, Martín de Cerpa.
Fernando Alonso fue de procedencia portuguesa, según el investigador genealógico grancanario Miguel Rodríguez Díaz de Quintana, y casó en Gáldar con la referida Francisca de Riberol, nacida y bautizada en la iglesia de Santiago en agosto de 1507. El primer alcalde de Guía ya era fallecido en 1547, pues así consta en un poder que su hijo homónimo, el beneficiado de Guía, otorgó con sus hermanos a Francisco de Riverol, su hermano, para que arrendara las tierras y aguas de Teror heredadas de sus padres a quienes, por supuesto, se les considera ya muertos.
Fernando Alonso vivió en Guía en una casa establecida en el solar que hoy ocupa la llamada ‘Casa de los Quintana’, en la plaza principal de la localidad, y que fue reconstruida en la segunda mitad del siglo XVII por Mateo de Carvajal Quintana para vivirla.
Así nos lo descubre fray Juan Suárez de Quintana en su Relación Genealógica. Hace muchos años, en tiempos de la alcaldía de Oscar Bautista y la Concejalía de Cultura con Cayetano Guerra, el Ayuntamiento colocó en el jardín frontero a la casona (porque entonces los actuales propietarios negaron hacerlo en el frontis), una lápida que recordaba que allí había vivido a principios del siglo XVI el primer alcalde de la localidad. Pero años después, con motivo de la remodelación de aquel pequeño jardín se quitó ignorando si se guardó o se tiró a la basura.
