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Artenara-Agaete

Tamadaba aumenta su degradación a la espera de los proyectos del Cabildo

El gobierno insular asegura que en los presupuestos de 2022 habrá dinero para iniciar las obras v El albergue juvenil está en ruinas tras diez años de abandono

Tamadaba aumenta su degradación a la espera de los proyectos del Cabildo

Tras más de una década de abandono por parte del Cabildo de Gran Canaria, el albergue y la zona de acampada del pinar de Tamadaba se ha convertido en una de las peores imágenes turísticas de la isla e incluso en un problema de seguridad e higiene en el corazón de un espacio natural protegido. Edificios saqueados, planchas de techos y paredes esparcidas por los alrededores, cristales rotos, colchones desvencijados, suciedad, canchas deportivas irreconocibles y vallas destrozadas reciben a los visitantes que van a conocer el pinar o disfrutar de las vistas de todo el Noroeste de la isla desde alguno de sus miradores.

Tamadaba aumenta su degradación a la espera de los proyectos del Cabildo

Y también ha transcurrido una década de promesas incumplidas, proyectos fallidos y acusaciones políticas por el deterioro de las instalaciones. Ni siquiera dos mociones aprobadas por unanimidad en el Pleno del Cabildo, en los años 2014 y 2018, han logrado frenar el estado de degradación que presenta el albergue y sus alrededores. «Toda esta zona es como Bosnia tras la guerra de los Balcanes», sostiene Jesús Díaz, alcalde de Artenara, una comparación que también comparten los senderistas que pasan por allí.

Tamadaba aumenta su degradación a la espera de los proyectos del Cabildo

El gobierno insular asegura que en los Presupuestos del año 2022 ya aparecerán partidas para construir el nuevo albergue y un refugio contra incendios forestales, pero los grupos de la oposición y los ayuntamientos de la zona tienen razones para dudar de ello, pues esos anuncios se han repetido desde el año 2017 y el dinero ha figurado en varios programas del gobierno insular: primero una inversión de millón de euros en el Plan Transforma de Inversiones Financieramente Sostenibles y luego 1,6 millones en un proyecto aprobado a principios de 2019 por la Consejería de Juventud.

Tamadaba aumenta su degradación a la espera de los proyectos del Cabildo

Aunque la zona recreativa de Tamadaba se encuentra en territorio del municipio de Agaete, el único acceso por carretera es por Artenara y es esta localidad cumbrera la más afectada por el cierre y abandono del albergue desde el año 2009, tanto desde el punto de vista económico como de la imagen turística.

«Es de vergüenza, al menos deberían contratar a una empresa para que retire de allí todos esos escombros y las planchas de uralita», se queja Díaz. El alcalde recuerda que el albergue juvenil era una fuente de ingresos para Artenara, pues los chicos acudían a comprar a las tiendas del pueblo o a bañarse a la piscina municipal. «Estamos promocionando Risco Caído y las Montañas Sagradas y cuando viene la gente ve toda esta cochambre, con proyectos paralizados desde hace un montón de años pese a que siempre se anunció que había dinero para rehabilitar esas instalaciones, que tal como están habrá que echarlas y construirlas de nuevo», apunta.

Ante los avances tecnológicos en materia de prevención y a la vista de que el proyecto del refugio contra incendios es el que tiene bloqueada la recuperación del albergue, el alcalde de Artenara incluso duda de la necesidad de construir un búnker en el interior del pinar de Tamadaba, pues en caso de emergencias también existe un campo de fútbol para una evacuación en helicópteros.

Acampadas

La «desidia», a su juicio, es la palabra que mejor define la actuación del Cabildo en ese espacio natural protegido, pues la única actuación en los últimos años ha sido poner un cartel con el logotipo del Cabildo y unos bancos en el llamado «mirador del fin del mundo», donde en días claros se divisa Agaete, el Andén Verde o Tenerife.

Sin embargo, comenta Díaz, para llegar caminando a ese mirador, los visitantes deben pasar antes por una carretera «en muy mal estado» y atravesar los restos del albergue y de zona de acampada, que tampoco funciona desde hace años. El alcalde intuye que «varias consejerías del Cabildo se están pasando la pelota y entre tanto técnico nadie quiere tomar la decisión».

La coordinación de los dos proyectos en Tamadaba ha recaído en el área de Arquitectura y deben realizarse en paralelo, según explica su titular, Concepción Monzón. El albergue corresponde a la Consejería de Juventud y el búnker a la de Medio Ambiente, y en ambos casos dispondrán de fondos en sus presupuestos del año 2022, al menos para emprender los trabajos. Los dos proyectos también están pendientes de un nuevo informe de impacto, solicitados ya al Órgano Ambiental de Gran Canaria.

Monzón reconoce que «cuanto más tiempo pasa, peor es la situación de esas instalaciones», y además hay que actualizar el proyecto del albergue porque fue redactado hace unos años. «La intención -puntualiza- es darle un impulso a esos dos proyectos durante 2022; desde Arquitectura llevaremos la supervisión de las obras y me consta que las consejerías de Juventud y de Medio Ambiente ya están en ello, pero al ser un espacio protegido tiene una serie de condicionantes que hay que cumplir».

Olaia Morán, consejera de Juventud, confirma que su departamento ha incluido el nuevo albergue de Tamadaba en la propuesta presupuestaria que ha elevado a la Consejería de Hacienda, aunque calcula que en 2022 solo se podrá ejecutar y pagar un 25% de la obra. Aunque el proyecto es prácticamente igual al aprobado en 2019, con ligeras modificaciones para incorporar más energías sostenibles, sí que habrá que revisar el presupuesto al alza por el incremento del coste de los materiales. Así, de los 1,6 millones de euros iniciales pasará a alrededor de los dos millones.

Desde la oposición del Cabildo, el grupo del PP interpeló al gobierno insular en el Pleno del pasado mes de septiembre y su portavoz, Marco Aurelio Pérez, recordó que Concepción Monzón anunció en noviembre de 2019 la reforma de todo el campamento a lo largo del año 2020, con un gasto de 2,24 millones, que incluía el albergue y el refugio subterráneo para 300 personas. Ante eso, preguntó con ironía al ejecutivo de Antonio Morales «si va a seguir anunciando que se va a hacer esa obra».

El PP propone que el Cabildo «rescate del olvido ese emblemático espacio, enclavado en pleno Parque Natural de Tamadaba y de gran potencial turístico, mediante una intervención blanda, respetuosa con la normativa medioambiental y orientada al disfrute del rico patrimonio natural, histórico, arqueológico y cultural».

Una década de promesas

Las actas de los Plenos del Cabildo reflejan el fracaso de los sucesivos intentos para recuperar el albergue juvenil de Tamadaba. En 2014, el grupo del PSOE denunció el deterioro y pidió al entonces presidente insular, José Miguel Bravo de Laguna, la reforma y reapertura de las instalaciones. Tras el cambio de gobierno en 2015, fue el PP el que reclamó al año siguiente una actuación inmediata. El entonces consejero de Juventud, Miguel Montero, descargó las culpas en sus antecesores populares y anunció que ya se estaba planificando la recuperación de ese espacio, por lo que se rechazó la moción. Ante la ausencia de resultados, el PP repitió la propuesta en 2018, ya con Montero fuera del gobierno por la división de Podemos. Insinuó que no tuvo apoyo del tripartito para resolver ese problema. Esa moción salió por unanimidad, pero aún sin resultado. | J.M.N.

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