El mes de enero de 2022 está siendo uno de los más complicados para la calidad del aire en Canarias por un episodio que acumula ya 13 días de polvo en suspensión, una persistencia que David Suárez, delegado de la Aemet en Canarias, califica por encima de los valores normales. Sin embargo, las series estadísticas anuales muestran que los días de calima han ido disminuyendo al menos desde los años 70.
Cada año cualquier fenómeno parece que va a más, como es el caso de la calima. ¿Nos falla la memoria meteorológica?
Bueno, por un lado es cierto que en los últimos años hemos tenido episodios intensos, como el de febrero de 2020. Los días de calima son habituales en invierno, con varios episodios de pocos días de duración, pero que es cuando suelen ser más severos porque afectan a niveles bajos, y por tanto a más población en aeropuertos, puertos y capitales. Pero ahora, desde este enero a hoy [por ayer], ya llevamos 13 días seguidos de calima densa, por encima de los valores normales. Si vemos los datos del 75 o el 76, el promedio es de unos cuatro días en enero. Pero lo mismo que este año 2022 ya pasó en 1983 o en 1992, que son los más significativos en este sentido.
Es decir, ¿que estamos en las mismas?
Si analizamos las series anuales lo que vemos es una tenencia en la que los días de calima han ido disminuyendo al año, y de forma significativa. Lo que estamos analizando ahora es ver si tenemos menos episodios pero más intensos que es quizá lo que está ocurriendo, sin olvidar que efectivamente este enero ya destaca por activar el sistema de avisos por este fenómeno en tres ocasiones.
La Aemet informaba ayer que este enero es anómalamente seco y cálido tanto en España como en gran parte de Europa. ¿Usted no vislumbra un cambio de tendencia a corto plazo?
El sistema de alta presión que se sitúa en Centroeuropa y norte de África y Canarias está siendo muy persistente. En cuanto a las islas esperamos un cambio este fin de semana, dado que ese sistema se situará en las proximidades de las Azores favoreciendo la influencia de los alisios, con un descenso de las temperaturas y un aumento de la humedad.
¿Lo que permitirá anunciar que la calima remita? Eso es lo que todo el mundo quiere oír.
Y que la calima remita, sí. La verdad es que a la población le está afectando, como se puede leer en las redes sociales según nos hacen llegar a través de nuestra cuenta de Twitter.
Este enero ha sido el sexto más cálido desde que hay registros. ¿En qué parará esto?
El calentamiento global es inequívoco. En España por cada récord de temperatura fría se producen once de temperaturas elevadas, y si bien se está trabajando en la línea de reducir la quema de los combustibles fósiles, es lo que tenemos.
Eso, también en un otoño e invierno en el que apenas hemos recibido lluvias, ¿no es así?
El año hidrológico que comenzó el 1 de octubre está resultando muy seco, y desde el año 61 también es el sexto más seco, en el que la lluvia acumulada es de apenas un 45 por ciento de lo esperado, es de decir, menos de la mitad.
¿Revertirá la tendencia?
La cuestión es que la meteorología en Canarias es bastante variable y la aportación pluviométrica está asociada a un par de episodios intensos en enero o en febrero, y esperemos que febrero sea capaz de girar la balanza hacia otro lado, pero por ahora...
Si nos vamos a unos diez o quince años se puede detallar que las predicciones de la Agencia Estatal son cada vez más precisas. ¿O es también una falsa percepción?
Respecto a esto, evidentemente los modelos números de predicción han ido mejorando, sobre todo porque ha aumentado muchísimo la capacidad de computación. Para llegar a estos pronósticos se necesitan superordenadores capaces de procesar ingentes cantidades de datos para poder realizar los cálculos y esta evolución repercute lógicamente en una mejora de los modelos meteorológicos. No hay que olvidar que la atmósfera por naturaleza es un sistema caótico y por definición, impredecible, por eso es importante subrayar que cuando hacemos predicciones hablamos de cuán probable es un episodio de calima, por ejemplo, u otro de precipitación por encima de los 15 metros cuadrados en una hora en un lugar determinado. Esa probabilidad indica que hablamos de la incertidumbre propia de cualquier pronóstico.
Que en Canarias por sus características geográficas y físicas será algo más complicado de predecir. ¿No es así?
Es muy importante recalcar que los análisis los hace un grupo de predicción y vigilancia de la Agencia Estatal de Meteorología que son expertos en nuestra área de Canarias, que están ubicados en Las Palmas de Gran Canaria, y con más de 30 años de experiencia. La complejidad del archipiélago viene dada por un territorio insular que es pequeño pero con grandes vertientes. Así, uno de los grandes problemas que nos encontramos en los experimentos de predicción a 500 metros es que requieren de mucho esfuerzo en la estabilidad computacional, al punto que se rompen los modelos, por así decir. De hecho Canarias se utiliza como territorio de testeo para estos modelos de alta resolución, y por ese motivo en 2018 tuvo lugar aquí una reunión presencial con expertos de todo el mundo, organizado por la Aemet, para hacer investigación en modelización numérica basada en las condiciones de las islas.
