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El bien cultural de los dos cachos

La ermita de Caideros, edificada en el año 1696, lleva años sajada por la mitad por sus dueños

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La ermita de Caideros

Un bien de interés cultural (BIC) y cuatro propietarios interesados en dejar constancia de que son distintos dueños. El resultado es que una pared de 194 bloques y cemento mantiene separada de raíz en dos mitades esta propiedad, sin tener en cuenta su valor patrimonial e histórico. La ermita levantada en 1696 en el pago de Caideros de Gáldar se erige en dos fincas independizadas. El antiguo altar ha pasado a ser una habitación al aire libre, que permite ver las estrellas desde su interior, con buena parte de la pared trasera derruida y otra reforzada con cemento y arena. Mientras, la fachada principal aparenta estar bastante mejor conservada y cerrada al paso de curiosos.

La imagen del templo religioso es el ejemplo de cómo las propiedades privadas valen más que su relevancia histórica, pese a su teórica protección. Y es un ejemplo de cómo la Administración miró para otro lado durante años.

Un sendero de unos 300 metros bien cuidado conduce desde la carretera de las medianías de Gáldar (GC-220) a este pequeño rincón, reverdecido por las lluvias, y rodeado de cabras, cuartos de aperos y tierras de cultivo. La primera imagen refleja una ermita de fotografía de premio, cerrada con un candado, con un arco de medios punto en la fachada y un portalón de madera, con sus antiguos clavos.

El origen de la ermita de Caideros se data en 1696, y fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en su categoría de Monumento Histórico Artístico el 20 de diciembre de 1985 (y publicado en el Boletín Oficial de Canarias (BOC) el 31 de enero de 1986).

La transfiguración arquitectónica llega cuando se camina hacia la zona trasera de esta estructura construida a base de piedra y barro, que mide unos 14,5 metros de longitud y 7,5 de ancho. Una hilera de catorce filas de bloques de altura en escalón mantiene tapiado en dos partes el interior de este conjunto histórico, separando la entrada de lo que en su día debió ser el citado altar. La trasera es ahora una habitación abierta al exterior, llena de vegetación, una pared trasera derruida en buena parte, vigas del techo destruidas, el techo de chapas levantado y muros que amenazan su destrucción.

Pero, sobre todo, llama la atención que un bien de interés cultural está cortado en su mitad por esos bloques y mortero, en lo que se adivina una división de intereses. Además, la propia pared de bloques ha generado un peso extra en una de las paredes laterales, una de las cuales amenaza con venirse al suelo. Esto llevó en su momento a que fuera reforzada con cemento por fuera. Todo eso, saltándose por completo cualquier labor de conservación de un bien de interés cultural.

La zona delantera se mantiene en aparente buen estado, pero los techos están cubiertos con chapas, la puerta tiene un pequeño hueco, solventado por una tabla, y una verguilla afianza el cierre.

A pesar de su estado, su futuro es más halagüeño. El Ayuntamiento de Gáldar cerró el viernes por 31.361,15 euros la adquisición de esta ermita de Caideros. «Es un día histórico que tendrá ahora una segunda parte, la rehabilitación y recuperación del inmueble situado en un paraje de gran belleza paisajística para el disfrute de la ciudadanía», manifestó Teodoro Sosa, en su doble condición de alcalde y consejero de Presidencia del Cabildo, que aportó el dinero.

En la resolución de 28 de enero de 2022 para el inicio del expediente de adquisición, se detalla que el lugar es «hoy es un pajar», situado en lo que fue el antiguo Cortijo de Caidero o Cidrón», y que mide 118 metros cuadrados. La finca pertenece a cuatro personas, «a razón de una cuarta parte cada uno».

El documento constata que la propiedad «presenta un grave estado de conservación que hace peligrar la estabilidad de parte del mismo, lo que produciría daños irreversibles en el inmueble, y con ello la necesidad de urgente actuación de consolidación y restauración». Se avanza que existe acuerdo, «tras 40 años de infructuosas negociaciones». Y «se concluye la necesidad de la urgente adquisición... pero seguidamente afrontar las necesarias y urgentes obras de consolidación estructural del BIC, así como su restauración, lo que permitirá poner a disposición de la ciudadanía, y conservar tan importante legado de nuestro Patrimonio».

Tres hermanos han ingresado la mitad del importe de la compraventa (15.680,58 euros), y el otro propietario se lleva la otra mitad, de una tasación de 31.361,15 euros.

La zona es frecuentada por muchos senderistas, sobre todo que realizan el camino de Santiago hacia la iglesia de Gáldar. De ahí que ahora en manos públicas se convertirá en un nuevo atractivo.

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