«Le dejé la comida en el termo y al día siguiente todo seguía igual». Gemma, la hermana de Félix Guerra, que fue rescatado el miércoles tras pasar cuatro días atrapado dentro de una zanja en su finca familiar de Marmolejos de Gáldar, señala que fue al ver el recipiente intacto cuando se empezó a preocupar de su ausencia en la vivienda, ya que vive solo. ‘Feluco’, como conocen vecinos de este barrio al jubilado de 77 años, se recupera en el hospital Dr. Negrín de las dolencias que le ocasionaron el estar tanto tiempo sin agua ni sustento y sin poder manejarse entre dos estrechas paredes.
Gemma señala que su hermano se quedó en el aire y sin posibilidad de moverse, atrapado entre las dos paredes. Y pese a que los guardias civiles y familiares rastrearon los alrededores, el estanque y la finca, situada junto a la casa, no lograron dar durante días con su paradero. Sería un hermano quien daría luego la voz de alarma al encontrarlo.
Basilio Montesdeoca, un vecino del barrio, señala que había visto a ‘Feluco’ esa mañana del sábado, en la que tuvo lugar el accidente y se le perdió la pista, sobre las seis de la mañana de compras. Y que luego solo sabría de su ausencia por los guardias civiles que comenzaron a preguntar en el barrio con su foto.
La familia y equipos de búsqueda habían rastreado antes sin éxito la finca situada junto a su domicilio
Sin embargo, aunque lo conoce desde niño, le costó reconocerlo en la imagen que se divulgó pidiendo ayuda pública para su localización por el cambio físico. Señala que con frecuencia se le ve cruzando la puerta y entrando en la finca con frutales y plataneras, que está frente a la sede de la asociación de vecinos del barrio. Y que también pueden pasar días sin verlo. Pero está contento porque todo haya acabado bien.
Gemma espera que en poco tiempo se recupere, y pueda volver a casa. Eso sí, después del susto que les ha dado, tiene la intención para su tranquilidad de comprobar que se come la comida antes de volver a irse del domicilio.
Félix permanece en el hospital Dr. Negrín aquejado principalmente del riñón, por estar tantos días sin tomar agua y sin poder alimentarse.
Tal y como publicó este periódico, este vecino de Gáldar fue rescatado en la mañana del miércoles después de pasar cuatro días atrapado entre dos muros en la finca de la calle Pío XII, de Marmolejos. Los bomberos del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria consiguieron liberarlo después de que se diera la alerta al escuchar sus gemidos. El septuagenario alegó que se cayó en la zanja al intentar rescatar a un gato. Y se encontraba en una situación límite, tras muchas horas de día y de noche a la intemperie.
Se da la circunstancia de que, pese a la proximidad de la sede de la asociación vecinal, ya que está a unos pocos metros, nadie pudo escucharle, ni prestarle ayuda, ya que un muro tapa el interior. Ni siquiera pese a que donde apareció linda con la carretera que atraviesa este barrio de Gáldar, sobre la autovía del norte (GC-2).
Cuarenta centímetros
Desde entonces nadie sabía nada de él. Y los familiares habían denunciado su desaparición ante la Guardia Civil.
Los gemidos, en medio de dos muros de bloques de hormigón, hicieron que pudiera verlo finalmente un hermano, encajado entre dos paredes de 1,8 metros de alto y separadas por 40 centímetros, sin poder moverse. Fue entonces, a las diez y media de la mañana, cuando el familiar alertó al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 de lo que había ocurrido en la calle Pío XII de Gáldar.
Los bomberos hallaron al jubilado semiinconsciente, sin apenas poder moverse y con la ropa rota al intentar salir de la zanja. La única solución era tirar uno de los dos muros para proceder al rescate.
La operación se hizo con sumo cuidado para no ocasionar más daños a Félix, que poco a poco fue retomando la consciencia.
Los sanitarios lo introdujeron en un colchón de vacío para llevarlo hasta la ambulancia, que lo trasladó al Hospital Doctor Negrín, contando con el apoyo de la Policía Local de Gáldar y Guardia Civil.
