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| director del centro de recuperación de fauna salvaje
Pascual Calabuig Director del Centro de Recuperación de Fauna Salvaje

«El Gobierno de Canarias bloquea la recuperación del pinzón azul en la isla»

El biólogo Pascual Calabuig. La Provincia

El biólogo y director del Centro de Recuperación de Fauna Salvaje ofreció una charla la semana pasada en Vecindario sobre las especies extremadamente amenazadas de Gran Canaria, en la que clamó contra la actitud del Gobierno de Canarias al que acusa de bloquear la reintroducción del pinzón azul en Gran Canaria, prohibiendo la cría en cautividad y la liberación de los ejemplares sin explicación alguna.

Justo en el Día Internacional de los Océanos aparecen tres delfines muertos en nuestras costas. ¿Qué ha pasado aquí?

Aparecieron tres, sí. Yo recogí uno esa mañana, un mular, delante del Faro de Maspalomas. Nos avisaron, fuimos corriendo y logramos sacarlo. Se le hizo la necrosis a última hora de la tarde, pero no le han visto nada. De momento no sabemos la causa. Luego otro en Pozo Izquierdo y otro más en Arinaga. Tres delfines el mismo día es bastante, pero hay que subrayar que en esta época de primavera hay un paso de delfines muy grande por las islas y si bien el mular está situado en nuestras aguas de forma estable, luego hay muchos que pasan por aquí, en cantidades industriales de decenas de miles, listados, moteados del Atlántico, de dientes rugosos, comunes..., y es normal que fallezcan algunos. Pero sí que es triste que el regalo en el Día de los Océanos fueran tres muertos.

Ha ofrecido usted una charla en la que ha disertado, aprovechando esta fecha, sobre las especies extremadamente amenazadas de Gran Canaria. ¿Cuál es la que se lleva la palma?

Si hablamos de fauna, quizá la más amenazada sea el pinzón azul, porque se trata de endemismo insular, y por culpa de la deforestación casi desaparece.

Pero en los últimos años se ha ido hablando de su paulatina recuperación.

En Inagua, que tiene el máximo grado de protección, la población se ha mantenido estable en las últimas décadas, lo que ocurre es que, gracias a los trabajos de repoblación mediante la cría en cautividad, se logró crear una nueva población en Llanos de la Pez, que consta de unos 60 ejemplares, y que están criando con normalidad. Porque se trata de no tener los huevos en la misma cesta.

¿En qué otras zonas vive?

En el Cortijo de los Hornos, dónde ya hay 60 ejemplares.

Por ponerlo en contexto, ¿qué ocurría hace una década? 

Algo parecido, pero todos metidos en Inagua. Ahora también colonizan un pinar nuevo y es un salto de calidad para la especie muy importante. Nuestro objetivo, desde el Cabildo, era el de crear nuevos asentamientos en otros pinares, y tenemos otro a tiro, que es el de la Caldera de Los Marteles.  

¿Y qué problema presenta? 

Que tiene muy poquitos ejemplares. Son tan pocos que no medran, y sufren el efecto Alle.

¿En qué consiste?

Es un efecto por el cual cuando son muy poquitos, sufren un círculo perverso debido a la endogamia, y no están motivados como grupo. Los ejemplares se desparejan, cambian cantos, cambian de hábitats, se enfrentan los machos, y puede ocurrir que el pinzón acabe cantando como un canario de monte, algo que ya detectamos en la cumbre, y le pusimos remedio repoblando con la cría en cautividad.  Exactamente esta era antes la situación de la cumbre, que hoy en día se sufre en la Caldera de Los Marteles.

¿De cuántos pinzones estamos hablando?

De tres o cuatro ejemplares. Si fuéramos capaces de introducir una decena allí cada año, tendríamos una nueva población estable y en perfectas condiciones.

Y ¿por qué no se hace?

Realmente no lo hacemos porque el Gobierno de Canarias nos ha impedido hacer las liberaciones, aquí está la clave y ese es el motivo de la charla, difundir que el ejecutivo regional nos lo ha prohibido. Tenemos que pedir un permiso, y a pesar de que hemos conseguido que la propiedad de la finca donde van a beber nos deja hacer un gran jaulón, como hicimos en el Cortijo de los Hornos, por razones totalmente inexplicables la consejería de Transición Ecológica nos prohíbe liberarlos. Pero, es más, no solo han prohibido liberar, sino que un año más también nos prohíbe reponer las parejas en el centro de cría, lo cual era obligatorio, pero nos los bloquean continuamente.

Sus razones tendrán, ¿no cree?

No. Las razones son los celos profesionales de técnicos de la viceconsejería de Medioambiente del Gobierno de Canarias, que arguyen razones increíbles. Ahora dicen que por que no hay plan, pero cuando lo había lo bloquearon igual, y en el colmo de los colmos, nos han prohibido los intentos de cría, alegando que es caro, y eso, que no hay plan.

«Si nos hubieran dejado trabajar en paz tendríamos todos los pinares con poblaciones»

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Pero el programa lo sufraga el Cabildo, ¿no?

Por eso le digo que no tiene explicación, porque tampoco hay plan para el lagarto gigante de El Hierro, o el de la Gomera, están caducados, como el del pinzón, pero ellos sí que crían con normalidad, y apostillo a ver quién le dice a Casimiro Curbelo que le prohiben seguir el programa de conservación de su lagarto, y esto es lo que falta en Gran Canaria, no es lo mismo la presión que ejerce Curbelo en el Gobierno que la que ejerce el señor Antonio Morales.

Pero, dígame, ¿por qué no se redacta un plan, como le exigen?

Porque estos mismos que te prohiben repoblar ¡son los que tienen que hacer el plan!, y los mismos que estuvieron durante once años criando previamente y fracasaron concluyendo que no se podía criar en cautividad, algo que se demostró falso, porque luego nosotros en pocos años liberamos 40 ejemplares, que empezamos a soltar en 2010, logrando convertir una colonia de tres ejemplares, en una de 60. 

Bueno, ¿y cuando se rompió la baraja?

Desde el momento que se traspasó la competencia del Gobierno de Canarias en 2002 al Cabildo. Ahí se inició un boicot que ha ido in crescendo, y que solo cuando el Cabildo se ha puesto en su sitio se ha podido combatir, pero ahora el propio Cabildo me ha dicho que no críe para no pisar callos con la excusa del apoyo del Gobierno de Canarias a Chira-Soria. Y todo esto lo paga el pinzón azul y, también, un Cabildo que cae en el ridículo.

Los pinzones, ¿mientras?

Estoy intentando criar bajo la amenaza del Cabildo de expedientarme.

¿Qué consecuencias augura?

La consecuencia va a ser la tesitura de cerrar el centro de cría, que es lo único que ha se ha demostrado eficaz, después de recibir una inversión tremenda en instalaciones, cámaras, métodos y personal desde 2005. De hecho, estamos en condiciones de producir entre 20 y 30 pájaros al año. En 2012 se criaron 21 pájaros listos para liberar con el centro a mitad de gas, y a todo gas producimos 40. De forma que si nos hubieran dejado trabajar en paz ahora tendríamos todos los pinares de Gran Canaria con poblaciones, Montañon Negro, los pinares de norte, Tamadaba, Pinos de Gáldar..., ya hubieran tenido poblaciones de cría en cautividad, como estaba previsto, como era obligatorio porque se pidió un Life a la Unión Europea con ese fin en concreto.

¿Y cómo piensa a luchar contra esta situación?

Por lo pronto contarlo, y el grupo ecologista Turcón está estudiando y analizando el tema para llevarlo a la Fiscalía Anticorrupción porque hay malversación de fondos públicos, prevaricación continuada en el tiempo y deslealtad en la custodia, entre otras figuras jurídicas, eso nos dice la abogada que está llevando esto.

Pero, ¿dónde realmente está el obstáculo, en qué departamento? Tendrá nombres y apellidos.

Mire, en otras cuestiones que tenemos que trabajar con la misma oficina del Gobierno, que es la de Biodiversidad, cada vez que necesitamos algo de ellos, nos bloquean, pero resulta que yo con el Gobierno me llevo bien, cuando hay algo urgente me ponen a disposición un helicóptero en media hora, igual ocurre con la Armada Española, Autoridad Portuaria, ayuntamientos, universidades, todo sale adelante a la primera. Pero resulta que el único bloqueo que existe lo pone la Oficina de Biodiversidad de la consejería de Transición Ecológica.

¿Ahí tiene usted la china?

Ahí están las personas que llevaban antes la repoblación del pinzón azul, que fracasaron en su momento, y que no admiten que nosotros ahora lideremos el proyecto, pero igual ocurre con las sueltas de tortugas, que también nos las intentan bloquear, obligándonos a recurrir al Ministerio para llevarla a cabo. O con los guirres, que estábamos criando para su reintroducción en Gran Canaria, logramos soltar en Fuerteventura, pero no nos dejan aquí, todo sin explicación alguna. Es un tema que no se entiende, que creo que debe ser de celos profesionales puro y duro. Con las tortugas, el pinzón, el guirre, todo lo que es en peligro de extinción se bloquea en Gran Canaria, te aburren a papeles, y los animales tienen un plazo. Y para mí, el tiempo de la mesura ya pasó.

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