La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Festival Internacional de Folclore Villa de Ingenio

Calabazas al servicio de la música

La sala de exposiciones Manolo Mherc acoge hasta el domingo una muestra de instrumentos y objetos cotidianos realizados íntegramente a partir de la hortaliza

Francisco López Monroy muestra uno de los instrumentos elaborados a partir de una calabaza. La Provincia

El etnógrafo Francisco López Monroy ha recopilado todo tipo de objetos elaborados con calabazas durante cuatro años. Para ello ha viajado a países africanos, pero también la conseguido piezas procedentes de México, China o Corea. Su singular colección conforma una exposición abierta en Ingenio hasta el domingo en el marco del Festival de Folclore de la villa.

Hasta este domingo podrá visitarse en la sala de exposiciones Manolo Mherc del Centro Cultural Federico García Lorca de Ingenio una singular muestra de instrumentos musicales y objetos domésticos realizados íntegramente con calabazas secas comisariada por el etnógrafo Francisco López Moroy que recoge más de sesenta instrumentos de su colección particular, que se incluye en el programa del Festival Internacional de Folclore.

Todos los objetos han sido recopilados por López durante cuatro años. «He viajado a países africanos para conseguir algunos de los ejemplares que se exhiben en el Centro Cultural Federico García Lorca. Calabazas de México, China, Corea o Gambia que, una vez secas y trabajadas artesanalmente, se han convertido en instrumentos musicales populares de cuerdas o de percusión, bandejas en las que tribus remotas pueden disponer alimentos o vasijas para guardar agua y leche», señala.

Una leyenda sudafricana de Zulu cuenta la historia de la diosa ‘Marimba’ que tocaba música golpeando barras de madera colocadas sobre calabazas. Muchas culturas, de África a América del Sur han usado esta fruta para hacer música, que los artesanos han aprendido a domesticarlas para adaptarlas en una gran variedad de instrumentos musicales, en su gran mayoría de percusión. Según explica López, «las calabazas pertenecen a la familia Cucurbitaceae de plantas. Los géneros cucurbita y lagenaria producen frutos de cáscara dura en distintos tamaños y formas, incluyendo variedades de botella, pera, balancín y hervidor de agua».

Muchas han sido utilizadas como instrumentos de cuerda. «Algunas calabazas tienen una corteza externa áspera, que puede producir un sonido distinto frotando un palo por la superficie», señala. «Colocar objetos pequeños, como piedras, cáscaras rotas o semillas secas dentro del centro hueco de una calabaza produce el efecto de un sonajero al agitarlo. Este estilo de sonajero tiene, por lo general, el nombre de shekere o calabaza de cuentas», añade. «Una calabaza puede ser usada como cámara resonante para instrumentos de cuerdas; la cítara es un ejemplo. Un resonador de calabaza opcional, llamado tumba, se coloca en el cuello de la cítara y puede ayudar a producir diferentes sonidos. Otros instrumentos de cuerda, como el banjo y el laúd, también pueden presentar calabazas como caja de resonancia. Las calabazas también tienen un uso en la fabricación de instrumentos de viento tradicionales. La gaita de calabaza de lahú asiática suele tener partes de calabaza seca como tubos y cámaras de resonancia».

Utensilios domésticos

Además, una parte importante se han transformado en utensilios domésticos. Es el caso de nueve curiosas lámparas eléctricas o los objetos empleados como recipientes para alimentos o bebidas. «La calabaza es un elemento clave en la vida y la música de África. Es un utensilio doméstico, un objeto ritual y, a la vez, de percusión. Forma parte, en todas sus formas y tamaños, de otros instrumentos, siendo parte indispensable de muchos de ellos», recuerda. «Útil e imprescindible en todas las casas, en su uso doméstico puede convertirse desde una cuchara o un vaso, a un recipiente para los alimentos, el agua y la ropa. Simbólicamente participa en acciones rituales, acoge el ajuar de las futuras esposas y puede llenarse de hortalizas para celebrar la buena cosecha. Llena de leche, ayuda a elegir el nombre del hijo que vendrá. Es el continente de los elementos varios que forman el sacrificio de un ritual, es femenina, es un símbolo de fecundidad y prosperidad», explica.

«Algunas creencias yoruba le dan una visión cósmica y le atribuyen la creación del Universo. Las calabazas representan la esencia masculina y femenina, el cielo y la tierra», concluye.

Compartir el artículo

stats