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La romería del Pino vuelve con más ofrendas que nunca

Teror recoge tras el covid más de 25.000 kilos de productos del mar y la tierra para distribuir entre familias sin recursos de la Isla

Romería ofrenda a la Virgen del Pino en la plaza de la Basílica de Teror

Romería ofrenda a la Virgen del Pino en la plaza de la Basílica de Teror La Provincia

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Romería ofrenda a la Virgen del Pino en la plaza de la Basílica de Teror Javier Bolaños

La romería del Pino de Teror volvió ayer con más ofrendas que nunca, dejando atrás el covid que impidió la celebración multitudinaria de las dos últimas ediciones. Las 22 carretas representativas de todos los municipios de Gran Canaria y del Cabildo dejaron más de 25.000 kilos de frutas y verduras, coincidiendo con su 70º aniversario, que serán desde hoy distribuidas entre las familias más desfavorecidas.

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Carretas de la Romería del Pino 2022 Juan Carlos Castro

Día de estrenos y recuerdos en Teror. La romería-ofrenda regresó al calendario de las grandes citas anuales. Lo hizo después de la cancelación de las últimas dos ediciones por razones sanitarias. Lo hizo también con la presencia por primera vez del nuevo obispo de la diócesis, José Mazuelos, y del recién nombrado obispo auxiliar, Cristóbal Déniz; y lo hizo con el regreso de los camellos a las calles del casco, en un intento con sinsabores de recuperar simbólicos momentos de antaño.

La ofrenda fue menos multitudinaria de lo esperado, aunque fuentes municipales estiman que unas 20.000 personas se concentraron en Teror entre los asistentes y los peregrinos. Esto supone unos 3.000 asistentes más que en la edición de 2019, que fue la última con la dimensión tradicional.

La romería del Pino vuelve con más ofrendas que nunca | JOSÉ CARLOS GUERRA

El desfile de carretas, animales y participantes arrancó con puntualidad a las cuatro de la tarde, tras la salida de la imagen de la Virgen al frontis de la Basílica, bajo la música de «Caminito de Teror» y con un agobiante solajero veraniego, que se fue difuminando para dejar a última hora unas ligeras gotas que llegaron con las nubes. Y a su vera se situaron los obispos, que se estrenaban en este evento, coincidiendo con una fecha simbólica como son los 70 años de esta celebración. Y junto a ellos el párroco de Teror, Jorge Martín de La Coba, y también estaba como invitado un párroco de la ciudad andaluza de Jerez, Miguel Ángel Montero.

Los primeros en pasar ante la imagen de la patrona fueron los pastores con 250 ovejas y cabras. Estas últimas iban ataviadas con unos coloridos lazos, que llamaban mucho la atención.

Uno de los momentos más sentimentales llegó con la primera presencia de una niña verseadora, que se añurgó cuando debía entonar sus palabras. Se trataba de Yunaida Vera, que es nieta de uno de los pastores, y que al parecer tomaba el relevo de su madre en un momento complicado para la familia.

La romería del Pino vuelve con más ofrendas que nunca | JOSÉ CARLOS GUERRA

La simbólica presencia de los pueblos de Navas (Asturias), El Paso (La Palma) y Candelaria (Tenerife), que están hermanados con Teror, dio paso a la carreta de Teror y del Cabildo. La delegación insular iba precedida de tres camellos (el cuarto no se dejó ensillar). Los animales volvían a recorrer cuatro años después las calles de la Villa Mariana. El objetivo es rescatar su presencia de hace cuatro décadas, cuando eran embarcadas del Parque Nacional de Timanfaya de Lanzarote. Entonces había hasta lista de espera para subirse.

En esta edición, una de las camelleras ocasional era Zenaida Peña, que ya había vivido esa experiencia cuando tenía unos 15 años y que se ofreció a volver a realizar la ofrenda de la misma forma.

Uno de los camellos llegó vacío. En principio se había subido Julia Espino, pero a mitad de camino decidió echar pie a tierra. «Vaya camellito me tocó», se le escuchó pronunciar cundo entró caminando a la plaza del Pino.

Se trataba ahora de ejemplares que recorren habitualmente las Dunas de Maspalomas con turistas, aunque en esta ocasión compartieron la peregrinación de miles de visitantes.

El Cabildo también trasladó el bote de vela latina canaria Poeta Tomás Morales, coincidiendo con el centenario de la muerte del poeta moyense y del 90º aniversario de la fundación de club deportivo.

La romería del Pino vuelve con más ofrendas que nunca | JOSÉ CARLOS GUERRA

El gobierno insular depositó unos 400 kilos de papas y 600 kilos de pescado, frutas y verduras. Para descargarlos, los representantes políticos se tuvieron que emplear a fondo para llevarlos a hombros y a mano hasta el interior de la iglesia. Y en eso puso mucho empeño el presidente Antonio Morales, al que se le contabilizaron hasta tres traslados con pitaya, conocida también como la fruta del dragón, con la caja de papas acompañado de la consejera de Política Social, Isabel Mena, y con otras variedades de la tierra. Pero el resto de presentes también se remangaron las mangas para descargar tanta comida.

La comitiva de pueblos visitantes comenzó por los más alejados geográficamente. La Aldea aprovechó para presentarse en la Villa Mariana con una degustación entre el público de buñuelos rellenos de dulce de tomate, junto a los cerca de 250 kilos de frutas.

La romería del Pino vuelve con más ofrendas que nunca | JOSÉ CARLOS GUERRA

El pescado no podía faltar con el pueblo marinero de Mogán. En esta ocasión no llegaron los enormes atunes y picudos que sobresalen entre sus productos cada año. Aunque había más de 6.000 kilos de bonitos, destaca Juan Carlos, que caminaba descalzo por el empedrado de Teror, además de muchas caballas y morenas. Pero también llevó una gran carreta repleta de sus frutas, donadas por sus agricultores. No faltaban los mangos y aguacates, que llegarán a las despensas de muchas familias sin grandes recursos económicos, que se benefician de estas donaciones.

La romería del Pino vuelve con más ofrendas que nunca | J. C. GUERRA

Las carretas fueron discurriendo, unas con más gusto que otras. Algunas estaban vinculadas a temáticas de labores manuales. Dos artesanos de Valsequillo iban desmenuzando las pitas salvajes para transformar las tiras de fibras vegetales en esparto.

Alba Cruz, a su vez, acudió representando a Santa Lucía de Tirajana mientras elaboraba sombreros de paja. Asegura que es la tercera generación familiar, pero que su falta de experiencia le obliga a tardar algo más en culminar su trabajo artesano.

La romería del Pino vuelve con más ofrendas que nunca | JOSÉ CARLOS GUERRA

Los distintos pueblos fueron depositando sus productos. En esta ocasión, al mando de las yuntas que tiraban carretas había dos mujeres. Por Moya iba María Dolores Hernández, y, por Telde, llevaba las riendas Marta Quintana, junto a otros jóvenes y veteranos que cumplieron con la misión.

Los suspiros de Moya y los panes de Ingenio fueron llegando a las manos de muchos asistentes. Ingenio apostó por su telar. Y triunfó con sus abanicos de cartón, que alcanzó a casi todas las comitivas.

Gáldar dio protagonismo a las bellezas de sus fiestas patronales, la Guayarmina, Elizabeth Díaz; y el Bentejuí, Juan Alfredo Peña. También Santa Brígida, con sus romeras y romero mayor.

Y no faltó Paca Díaz, desde Artenara, a pesar de ir con su silla de ruedas, que está a punto de alcanzar las siete décadas cumpliendo con la Virgen del Pino.

La romería del Pino vuelve con más ofrendas que nunca | JOSÉ CARLOS GUERRA

Telde se presentó con un carrito de helados, y Agüimes con una carroza que representaba a todas las fiestas tradicionales del municipal, dejando incluida la imagen de flechas en troncos. El resto de municipios cumplió con sus ofrendas. En total, más de 25 toneladas que Cáritas distribuirá de inmediato entre distintos colectivos sociales, que se los harán llegar a las personas más necesitadas.

Mientras, el cierre total de la circulación por primera vez de la GC-21 de Tamaraceite a Teror desde las siete de la tarde hasta las dos de la mañana ocasionó innumerables colas en todo el entorno de la vía de subida, que se extendió por la circunvalación de Las Palmas de Gran Canaria y las conexiones con los centros comerciales del distrito capitalino. Era la primera vez que se hacía esto por razones de seguridad para los peregrinos, pero cogió también a muchos desprevenidos.

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