La empresa coruñesa Ecoener ha invertido 125 millones de euros para instalar en Gran Canaria el mayor complejo de generación de energías renovables del Archipiélago, compuesto por 8 parques eólicos con un total de 60 aerogeneradores y 12 plantas fotovoltaicas con una potencia instalada conjunta de 100 megavatios. Las instalaciones están ubicadas en el municipio de San Bartolomé de Tirajana y están distribuidas en tres zonas: Aldea Blanca, Juan Grande y Salinas del Matorral. De los 100 megavatios, un 30% procederán de la energía solar y un 70% de los aerogeneradores, según explicó Pedro Martínez, director de Obras de Ecoener. El proyecto de Ecoener supone, en el ámbito de la energía eólica, 72 de los 243 megavatios instalados en la isla, es decir, un 30%, y 25,5 megavatios de energía fotovoltaica de los casi 70 que hay instalados en Gran Canaria, es decir, un 36%.

Instalaciones de energía solar fotovoltaica y enegía eólica de Ecoener en Aldea Blanca. Juan Castro

Durante el acto de inauguración de estas instalaciones, celebrado en la mañana de este jueves en los terrenos de Aldea Blanca, el presidente de Ecoener, Luis de Valdivia, destacó el "sentimiento de amor" de los canarios hacia su tierra, una tierra con la que la compañía se ha "comprometido" para avanzar en el proceso de descarbonización, y resaltó además la necesidad urgente de implementar la independencia energética. "Europa está en guerra y hemos aprendido un nuevo valor, que es que debemos ser independientes energéticamente porque si no hay países que condicionan nuestra libertad y nuestros modos de vida, y se llevan de nuestros países ingentes recursos para el mal uso y disfrute de unos pocos; así que la independencia energética es sin duda un elemento imprescindible para la defensa de valores como la libertad de las personas", sostuvo.

De Valdivia aprovechó para defender un cambio de modelo energético para Gran Canaria que empieza, dijo, por una central hidroeléctrica de Salto de Chira que consideró "imprescindible". "Chira-Soria no es una cosa opcional, es imprescindible porque es la forma que hay para regular las energías renovables y que éstas sean seguras, no hay otra", señaló el directivo de Ecoener, quien advirtió de que "ya estamos teniendo pérdidas elevadas por la capacidad de evacuación de la red, que se satura en algunos momentos, y si no existiese Chira -Soria nosotros no podríamos seguir trabajando en Canarias porque los riegos son muy elevados; así que es imprescindibles para la transición energética de las islas".

«Si no existiese el Salto de Chira no podríamos seguir en Canarias porque el riesgo es elevado», apunta Luis de Valdivia, presidente de Ecoener

El presidente de la compañía gallega sostuvo además que la apuesta de Ecoener no termina con la instalación de este complejo y la producción de 100 megavatios, ya que será dotado del "mayor proyecto de hibridación de las Islas Canarias y uno de los más importantes de Europa" que sumado a otros proyectos de energía eólica y fotovoltaica permitirá a Ecoener contar con 51 megavatios más de potencia instalada a finales de 2023. "La hibridación permitirá simultanear la producción de energía renovable al compaginar la fotovoltaica en las horas de sol y la eólica durante las 24 horas del día, y eso garantizará un suministro más estable en la isla", señaló De Valdivia. «100 megavatios es muy difícil de conseguir en cualquier isla y los tenemos aquí al servicio de la sociedad de Gran Canaria», añadió, al tiempo que destacó otros proyectos de la compañía en la isla, pues también cuenta con instalaciones en Telde, Gáldar y Agüimes,que suman otros 100 megavatios, además de los 12 megavatios que está instalando en La Gomera y otros proyectos en Fuerteventura.

El empresario destacó también el compromiso social y con la recuperación medioambiental de la compañía, pues el proyecto lleva aparejada la implementación de pantallas verdes vegetales que fovorecen y mejoran la integración paisajística de las instalaciones y la recuperación de los suelos agrarios en baldío con la plantación de 1.600 árboles y arbustos autóctonos que se riegan con agua reutiliza de una depuradora cercana. Además impulsa también la economía circular porque la empresa ha llegado a un acuerdo con distintas queserías para que éstas se lleven la hierba que nace bajo las instalaciones para alimentar a sus cabras a cambio de facilitar abono para las plantaciones.  Además, dijo De Valdivia, Ecoener apoya a colectivos sociales y deportivos del municipio.

Por lz izquierda, Fernando Rodríguez, Samuel Henríquez, Inés Miranda, Luis de Valdivia, Antonio Morales, Rosana Melián, Raúl García Brink, Alexis Lozano y Antonio Pérez. Juan Castro

Durante el acto, al que acudieron distintos representantes empresariales y cargos público del Ayuntamiento, Cabildo y Gobierno de Canarias, el presidente de la Corporación insular, Antonio Morales, calificó como «un hito histórico extraordinario» la puesta en marcha de este complejo medioambiental. «Que una empresa realice una inversión de 125 millones e instale 100 megavatios sin duda contribuye a dar estabilidad al sistema, a avanzar en soberanía energética y por tanto romper con la dependencia de los combustibles fósiles», indicó, «con este complejo se evita la emisión de 112.000 toneladas de CO2 a la atmósfera y se evita el consumo de 20.000 toneladas de combustibles fósiles».

Por su parte, el teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, Samuel Henríquez, destacó el «incuestionable liderazgo de la empresa» y la colaboración de la Administración, una coordinación que, dijo, «debe consolidarse porque se hace imprescindible la socialización de estos proyectos dada la necesidad de cambiar el modelo energético actual». Henríquez consideró que este complejo, junto al Salto de Chira, puede suponer «un polo atractor» para un modelo de desarrollo turístico sostenible.

Ecoener genera el 30% de la energía eólica de Gran Canaria y el 36% de la fotovoltaica

Por último, la directora general de Energía del Gobierno de Canarias, Rosana Melián, destacó la prioridad del Ejecutivo en la lucha contra el cambio climático, reflejada en la adaptación legislativa para reducir las emisiones. Melián recordó que en el conjunto de Canarias la penetración de renovables está en el 22% y el objetivo es alcanzar el 62% en 2030. «Para ese año, toda Canarias debe generar 1.706 megavatios de energía eólica, 759 de fotovoltaica y 524 de autoconsumo solar fotovoltaico», sostuvo.

Las distintas plantas de Ecoener están distribuidas en tres zonas: Aldea Blanca, donde se localiza el parque eólico de Llanos, las instalaciones solares fotovoltaicas Aldea Blanca 4 y Llanos 1 y la subestación eléctrica de Llanos; Juan Grande, donde se ubican los parques eólicos de San Bartolomé, Rodeos y una parte del de Caleta, así como las fotovoltaicas Aldea Blanca 1, 2 y 3 y Llanos 2 y 3; y Salinas del Matorral donde se han instalado los parques eólicos Casillas 1, Arco del Coronadero, Lomo y el restante de Caleta, además de las plantas fotovoltaicas de Bocabarranco y Barranco de Grea, Santa Águeda, Juncalillo y Corral de Espino.

Los aerogeneradores constan de cuatro elementos: la cimentación, la torre, la coronación donde están los elementos de rodamiento y el generador y las palas, que en contacto con el viento provocan un movimiento que a través de los elementos de rodamiento generarán una tensión de salida de 400 voltios que circulan por el interior del aerogenerador. En ese camino llegará a un transformador que transformará la tensión inicial hasta los 20.000 voltios, los cuales permitirán transportar la energía a través de las líneas de evacuación hasta cualquiera de las subestaciones eléctricas.

Por su parte, los paneles solares albergan células fotoeléctricas que crean una corriente continua que circula a través de un cableado hasta llegar a un equipo inversor, el cual tiene como misión convertir esa corriente continua en corriente alterna que permitirá transportar la energía generada. Desde ese inversor, con una salida de 800 voltios, se llega a un centro de transformación que toma esa tensión y la eleva hasta los 20.000 voltios para trasportar hasta la subestación eléctrica.

Una vez generada la energía en los parques, en la subestación eléctrica el último hito es elevar los 20.000 voltios hasta los 60.000 voltios, lo que permitirá inyectar toda la energía renovable generada en las redes de distribución existentes.