San Bartolomé de Tirajana

La mítica Sala Scala Gran Canaria reabre en San Agustín 32 años después de su cierre

Un grupo de inversores recupera el conocido espacio de fiestas, que regresa al ocio nocturno de la isla con un espectáculo inspirado en la historia de Canarias.

Infografía del interior de la sala una vez reabra al público.

Infografía del interior de la sala una vez reabra al público. / Sala Scala Gran Canaria

Abrió al público el 27 de marzo de 1987 y durante cinco años y un mes, hasta el 30 de abril de 1992, se convirtió en la oferta de ocio nocturno más importante del sur de Gran Canaria con el modelo de dinner-show, cena y espectáculo. La histórica Sala Scala Gran Canaria, por su contribución a la oferta turística, representó un hito en el mundo del espectáculo que tras una inversión de 1.500 millones de pesetas apenas duró abierta cinco años bajo esa marca, aunque el recinto continuó operando hasta mediados de la primera década de los 2000 con otras firmas. Ahora, 32 años después del cierre de aquella mítica enseña internacional y tras dos décadas del cierre definitivo de la sala, un grupo de inversores recupera la marca Scala Gran Canaria para volver a abrir esta sala de fiestas en el mismo establecimiento donde se ubicó originariamente, junto al hotel Tamarindos de San Agustín, reconvertido hace un año en el Meliá Paradisus Gran Canaria.

Imagen de archivo en la que se observa a decenas de personas durante la celebración de un evento en la Sala Scala el 14 de noviembre de 1987.

Imagen de archivo en la que se observa a decenas de personas durante la celebración de un evento en la Sala Scala el 14 de noviembre de 1987. / LP/DLP

Bajo el paraguas de la sociedad Sala Scala SPV, ese grupo inversor ha realizado un desembolso millonario para reactivar esta sala a partir del próximo 19 de junio, un espacio que ofrecerá a los cerca de 140.000 visitantes que espera anualmente un espectáculo inspirado en la historia de las Islas Canarias. La idea de volver a poner en marcha esta sala partió después de la renovación el año pasado del antiguo hotel Tamarindos, pues la empresa que lo gestiona ofreció a otros empresarios la posibilidad de reimpulsar este espacio, explica su director comercial, Raúl Perea, una idea de negocio que éstos vieron clara para reactivar la oferta turística complementaria del sur de la isla. Así, tras un amplio periplo por distintas salas de espectáculos del mundo, la empresa recupera el modelo de dinner-show.

La compañía creará más de 200 puestos de trabajo, 35 de ellos de artistas para el espectáculo

Las instalaciones se encuentran en obras desde hace un año con vistas a abrir sus puertas en apenas dos meses. La sala dispondrá de 700 metros cuadrados distribuidos en dos plantas, una principal de casi 500 metros y otra en anfiteatro de otros 200 metros, y tendrá una capacidad para 710 personas.

El complejo espacio que antaño albergaba un enorme telón, una piscina, un -para la época- impresionante sistema de iluminación y sonido y hasta una pista de hielo, da paso ahora a una escenografía compuesta por un gran escenario con una parte móvil y con una importante apuesta por la tecnología de última generación, ya que el fondo estará ocupado por numerosas pantallas led cuyas proyecciones acompañarán a la narración de la historia de Canarias.

Polivalencia

La empresa impulsa en Sala Scala el concepto de dinner-show con tres experiencias distintas: Scala Show, que es una entrada solo para ver el espectáculo, Scala Dinner Show, la cena con espectáculo, y la tercera entrada, una superior, que es la Scala Premium. La previsión es abrir la sala cinco días a la semana, pero que el recinto se convierta también en un espacio polivalente capaz de acoger otro tipo de eventos como conciertos, obras de teatro, congresos de trabajo, presentaciones o bodas. «No hay en Canarias otra sala como esta», señala Perea, «a muchos teatros les gustaría tener un escenario como el que tendrá Scala».

Anuncio publicitario de la Sala Scala en La PROVINCIA/DLP del 14 de agosto de 1987. |

Anuncio publicitario de la Sala Scala en La PROVINCIA/DLP del 14 de agosto de 1987. | / LP/DLP

Al ser un producto turístico, el 80% del público objetivo de esta sala de fiestas será internacional y un 20% público regional. «Nuestra visión es que Sala Scala debe ser un must de GranCanaria, un lugar al que todo el mundo pueda permitirse ir», señala su director comercial.

La sala abrirá sus puertas el próximo 19 de junio con una capacidad para 710 personas

El espectáculo que ofrecerá Sala Scala, acompañado de un menú elaborado con productos 100% de la tierra, hará un viaje por la historia de Canarias dividido en cuatro actos con una duración de entre 22 y 28 minutos. «Queremos contar a nuestros visitantes lo que nadie les va a contar con la calidad con la que nosotros lo haremos, con un espectáculo estrechamente ligado a la tierra», añade Raúl Perea.

Para lograr ese espectáculo, la compañía ya ha realizado en GranCanaria, la Península y el extranjero un casting para contratar a los artistas, con especial atención al talento local. Al escenario se subirá un elenco de 35 artistas que ya se encuentran ensayando en un local de Telde, algunos de ellos actores y cantantes que ya han pasado por grandes montajes teatrales como los musicales de El Rey León, Mamma Mía o desde el Circo del Sol, y que sumados al servicio de sala, cocina o iluminación y sonido superará una plantilla de más de 200 personas.

Inversión en ocio

La nueva etapa de la Sala Scala está llamada a convertirse en un impulso para la renovación del ocio en el destino. «Hay espectáculo, drag queen, historia, diversión, es un espectáculo multidisciplinar que convertirá a la sala en un referente en el ocio nocturno de Gran Canaria», vaticina Perea, «nosotros creemos que Scala puede ser un antes y un después para que lleguen más inversiones». «A nivel de mejora de las infraestructuras hoteleras las cosas se han hecho muy bien, la oferta alojativa en general ha sabido renovarse, pero hay otra parte importante, que es la oferta de ocio complementario, que es inexistente», añade el directivo comercial.

Actuación de los artistas en el escenario de la sala en el espectáculo celebrado en la noche del 9 de mayo de 1987, dos meses después de abrir.

Actuación de los artistas en el escenario de la sala en el espectáculo celebrado en la noche del 9 de mayo de 1987, dos meses después de abrir. / LP/DLP

 La sala Scala vuelve a Gran Canaria, prosigue, «para completar al destino y como aliciente para que otros inversores se atrevan a apostar por el ocio más allá de los establecimientos hoteleros». El sueño de la promotora en esta nueva etapa no solo es lograr el éxito entre el público, sino que ese éxito le permita exportar este modelo de ocio a otras islas del archipiélago. «Queremos que sea un show que cuente algo del destino, que esté enraizado a esta tierra, y que los canarios se sientan orgullosos», concluye Perea.

Las noches de fiesta después de Scala

La sala de fiestas Scala Gran Canaria abrió sus puertas a finales de los 80 en una época en la que la isla recibía menos de la mitad de los cuatro millones de turistas que recibe hoy. Rápidamente se posicionó como una sala clave en el ocio nocturno entre los visitantes de la isla, con una entrada para cena y espectáculo que por entonces costaba 4.950 pesetas. Abrió en el sur porque sus impulsores, los hermanos Rivas, veían un «crecimiento extraordinario en los siguientes cinco o diez años», en palabras de José María Barrientos en una entrevista en 1988, entonces director del establecimiento. Tras su cierre, que coincidió con una brusca caída en la entrada de turistas extranjeros, sobre todo de origen alemán, en el local se abrió al año siguiente 1993 la sala Son Amar. Tiempo después el recinto pasó a formar parte del Casino Gran Canaria, con el nombre de Casino Palace Gran Canaria; años más tarde el casino se desvinculó de la sala y ésta quedó para eventos aislados hasta su cierre a mediados de los 2000. El casino se mantuvo hasta 2013, cuando sus propietarios lo trasladaron a los bajos del hotel Buenos Aires de Playa del Inglés.| R. T.G.