Vender una casa es una tarea casi imposible. Arrecife concentra la mitad del stock de viviendas nuevas y usadas que aún no han encontrado comprador en Lanzarote. Cerca de un millar de las casi 2.000 casas que están a la venta en la Isla se ubican en la capital, sobre todo en los barrios de Altavista y Argana Alta, dos de las zonas más pobladas y que han experimentado el mayor incremento de la construcción.

La sobreoferta de inmuebles ha obligado a los vendedores, "principalmente, los propietarios de construcciones de segunda mano, a rebajar el precio de las mismas entre un 30 % y un 40 % respecto al que tenían fijado en el periodo comprendido entre 2007 y 2009", apunta Lourdes Cabrera, jefa de ventas de la inmobiliaria LCI Asociados en Lanzarote. En el caso de la obra sin estrenar los descuentos no han sido tan pronunciados "por las deudas altas que mantienen los promotores de esas propiedades", señala Cabrera.

El director de Remax en Lan-zarote, que es junto con LCI Asociados el principal negocio inmobiliario de Isla, el economista Juan Antonio Peña, indicó que, "a diferencia de Arrecife, el mercado inmobiliario en zonas próximas a Arrecife como Costa Teguise y Playa Honda, ha sido estabilizándose y los precios prácticamente han tocado fondo, por los que las bajadas que se esperan son en torno al 1 %". La sobreoferta, la ubicación, la tipología o la necesidad del vendedor son aspectos, según Peña, que inciden al fijar el valor. Tendrán que discurrir "entre cinco y ocho años para que el mercado inmobiliario en la Isla se recupere", cree Peña. El presidente de la Asociación de Empresarios de la Construcción de Lanzarote, Neftalí Acosta, denunció la competencia desleal de las entidades bancarias a los promotores. "Nos roban clientes al ofrecerles condiciones más ventajosas si compran una casa de su bolsa de viviendas, en vez de las que les ofrecemos nosotros", agregó Acosta.