El odontólogo lanzaroteño Enrique Plata Reguera, de 28 años, viajó el pasado cinco de julio a Uganda ligero de equipaje. En su maleta apenas llevó pertenencias personales para pasar los quince días que estuvo en ese país africano, hasta el 20 del mes pasado. Ese espacio lo ocupó con instrumental médico y medicinas, junto al material donado por el Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife y empresas privadas, que trasladó a Uganda con otros cuatro profesionales de odontología -en total unos 150 kilos- para atender a los niños del orfanato Malayaka House y al resto de población de la ciudad de Entebbe, la segunda mayor del país con un censo de casi 80.000 habitantes.

La ONG canaria Worldproject coordina la asistencia sanitaria en la denominada clínica móvil de Entebbe, a la que este verano se incorporó Enrique como coordinador dental y en la que también colaboran médicos, fisioterapeutas y enfermeros trasladados desde España. El fisioterapeuta conejero Aitor Hernández, uno de los fundadores de la ONG junto al enfermero Manuel Luque, se encargó de la reciente misión de Worldproject a Uganda, en la que se atendieron a un total de 585 personas de todas las edades.

El grupo de seis voluntarios asistió, con ayuda local, a 215 personas en el centro de salud de Kingugu, 137 en Zinga Island (en el lago Victoria) y 233 en el hospital Grade A. Para montar el campamento dental en las tres ciudades, WorldProject logró recaudar 1.300 euros, además de la intendencia desplazada a Uganda. Asimismo, con el apoyo del orfanato Malayaka House, en el que se hospedó la expedición, la ONG logró que la clínica dental de Zinga, que tiene algo más de 10.000 residentes carentes de cualquier servicio sanitario, sea una realidad.

Enrique, quien trabaja en la Clínica Plata y Reguera de Arrecife, confesó ayer que se mostró "sorprendido" porque "pese a las carencias de la sanidad en Uganda, los niños no tienen demasiadas caries, sino más bien infecciones". Ya piensa en una nueva estancia ugandesa después de estrenarse como cooperante en esa comunidad. "Volvemos con la idea clara de repetir el próximo año. La experiencia ha sido un éxito y confiamos en que pueda ejecutarse el próximo verano con las mismas garantías", comentó.

Este joven dentista relató que "cada día llegaban al campamento personas que habían recorrido horas de trayecto a pie para ser atendidos. Era inviable atenderlos a todos después de largas horas de trabajo y eso sólo te lleva a pensar que hay que volver y seguir prestando atención a un pueblo que verdaderamente lo necesita. Además, pondremos el foco en lograr una mayor recaudación para lograr garantizar la atención sanitaria en el futuro".

La marginalidad, continuó explicando Enrique, es más acentuada en la isla de Zinga, "donde los niños no tienen ropa ni zapatos, que en la propia Entebbe".

Además de llevar a cabo una valoración e intervención en los pacientes que así lo requería por su estado de salud, los usuarios recibían educación bucodental para que lleven a cabo buenas prácticas en el cuidado de su boca.

Medicina general

Aitor aseguró que en noviembre tienen previsto hacer otra misión, de medicina general, en el hospital Grade A. Además, con la culminación de la clínica dental de Zinga, WorldProject se propone volver cada verano para seguir echando una mano al pueblo ugandés.

Worldproject ya ha realizado dos expediciones de medicina general, una de fisioterapia y una quirúrgica a Uganda y busca apoyos para llevar a cabo una campaña con refugiados tibetanos en la ciudad india de Mcleod Ganjgen, en la casa Nyintob-Ling, que significa Reino de Coraje. En ella, viven más de medio centenar de niños discapacitados físicos o mentales de entre 10 y 20 años. Aprenden arte y manualidades para conseguir una forma de ganarse la vida y ser autosuficientes. El proyecto consiste en proveerlos de material para las salas de rehabilitación y la enfermería. También quieren mejorar el centro de salud Tibetan Children's Village Health Center e impartir cursos sobre Urgencias.