Sául Riverol y Daniel Hernández son los dos guardias civiles del Puesto Principal de Costa Teguise que auxiliaron la noche del pasado 26 de julio a Sabina Santana tras dar a luz a su bebé en el salón de su casa de Tahíche, en el municipio de Teguise.

Riverol aseguró esta mañana que ese servicio ha sido "uno de los más bonitos" que ha realizado durante los nueve años que lleva de carrera profesional. Casi todo su trabajo lo ha desempeñado en Madrid y desde hace solo un mes está en su destino de Lanzarote, isla a la que se trasladó a vivir con su familia cuando tenía cinco años. Riverol, que nació en La Palma, añadió que "no todos los días vemos un nacimiento porque siempre estamos en los veinte peores minutos de la gente, un robo, una agresión, un accidente...". Es la primera vez que realizaba una asistencia a un recién nacido y a su madre.

Fue el marido de Sabina, Norberto Cruz, el que alertó a la Guardia Civil solicitándole ayuda para su mujer. "En cuatro minutos nos pusimos desde Costa Teguise en Tahíche y cuando llegamos a la casa nos encontramos que la mujer ya había dado a luz. La madre y su niña estaban aún unidas por el cordón umbilical", afirmó Riverol.

La labor de los agentes hasta que llegó la ambulancia medicalizada del 112 consistió en que "la mujer estuviera tranquila y consciente en todo momento, al igual que la criatura", explicó Riverol. Al principio les dijeron que la niña, de nombre Mara, tenía problemas respiratorios, pero los guardias civiles comprobaron que respiraba bien. "La niña estaba preciosa", afirmó Riverol, quien es padre de un niña de un año y dos meses. Su mujer espera un niño para dentro de dos meses.

Riverol llamó en dos ocasiones al Centro Coordinador de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias (Cecoes) para que mandaran cuanto antes la ambulancia y cuando estaba a punto de cortar el cordón umbilical se personaron los sanitarios y fueron ellos los que realizaron esa asistencia. "Como ya he sido padre una vez, me acordaba más o menos de cómo proceder a cortar el cordón porque la recién nacida ya llevaba mucho tiempo con él puesto", recordó. Se siente "muy orgulloso" de su actuación en el servicio.

"Mi familia está muy contenta"

El grancanario Daniel Hernández, guardia civil también del puesto de Costa Teguise, lleva tan solo mes y medio de servicio y es funcionario en prácticas. Este mediodía reconoció que se quedó impactado tras llegar al inmueble y encontrarse a la madre en un silla con el bebé en sus brazos y observar la gran pérdida de sangre que había sufrido la progenitora, aunque destacó que "la actuación ha sido gratificante porque al final todo salió bien". La familia de Hernández está "muy contenta" de que haya ayudado a una madre y su hija en una situación tan inesperada y complicada.

Ambos guardias civiles tuvieron que desalojar de la vivienda de los padres del bebé a los familiares y los vecinos que se habían desplazado hasta la misma para que Sabina estuviera tranquila mientras llegaba la ambulancia. "Unos le decían que hiciera una cosa, otros otra, así que optamos por invitarles a que salieran de la casa para que la mujer no se sobresaltara".

Cuando la ambulancia se marchó hacia el Hospital Doctor José Molina Orosa, en Arrecife, con Sabina y la recién nacida Mara, Riverol y Hernández regresaron a Costa Teguise para realizar las diligencias de la actuación. Para asimiliar y comentar lo ocurrido acudieron a un local de esa zona turística a tomarse un café después de media noche.

Los dos funcionarios estarían encantados de ser los padrinos de Mara si así se lo pidiesen sus progenitores.