Lanzarote sonríe a la vendimia este año después de la desastrosa producción del pasado verano, cuando tan solo se recogieron 695.571 kilos de uva, la peor cosecha de las últimas dos décadas en la Isla. Las previsiones del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Vinos de Lanzarote cifran en 2,5 millones de kilos de uva este 2017, es decir, casi cuatro veces más que en 2016.

Los viticultores comenzaron a vendimiar el lunes de la pasada semana. Las jornadas de ajetreo se suceden desde bien temprano en torno a las parras y también en las industrias bodegueras. Es el caso de Bodegas Los Bermejos, que espera recepcionar este estío entre 450.000 y 500.000 kilos de uva de todas la variedades (Malvasía Volcánica, Listán Negra, Diego y Moscatel) frente a los 130.000 que solo pudo comprar en la anterior campaña debido a la escasez de fruto en los viñedos.

El responsable de la bodega, Ignacio Valdera, aseguró este viernes que pocas veces ha visto "la uva con el estado sanitario y de maduración tan perfecto como la que está viniendo este año", excelencia, precisó el bodeguero, "en la que ha influido el hecho de que no ha habido enfermedades, por lo que la planta está muy sana y fuerte, ha acumulado horas de frío en el invierno y la brotación ha sido regular".

Los Bermejos inició la vendimia el lunes 31 de julio y hasta sus instalaciones en La Florida llegan en estos primeros días cajas de uva de la variedad malvasía volcánica -la primera que se recoge todos los años- que los agricultores han llenado con el resultado de su esfuerzo en sus tierras de Masdache, La Asomada (Tías) El Islote (San Bartolomé) y Muñique (Teguise).

El viticultor Juan José Alayón, del municipio de Tinajo, calcula que vendimiará este año el doble de uva que el pasado año, unos 2.000 kilos de malvasía, que empezará a recoger este sábado en la zona de la costa de Tinajo. Cree que se la pagarán a 1,90 euros el kilo, un precio que para él es "razonable, puesto que así sí se puede plantar".

Adolfo Hernández no ocultaba su alegría en la explanada de Los Bermejos por la producción que recolectará en Tisalaya (Tinajo) y Guinate (Haría). Si en 2016 únicamente pudo llenar dos cajas de blanca, negra y malvasía en Tisalaya, ahora tiene preparadas 29 para transportar la uva listán blanca y 17 para la malvasía que corte en esa zona. También se mostró optimista respecto a la cantidad de uva que recogerá de Guinate. "Ahí también viene bien", manifestó.

De la hostelería a las parras

El lanzaroteño Felipe Morera y el colombiano Harold Echeverri forman parte de la cuadrilla de operaciones que ha contratado Bodegas El Grifo, en La Geria, para esta vendimia. Apenas levantaban la cabeza del rofe en sus labores de recolección de la uva. "Este año las parras sí que vienen cargadas", se congratuló Echeverri. Es la tercera vez que vendimia y le gusta su trabajo porque lo hace al aire libre, "en este gran jardín natural que es La Geria".

Morera se incorporó al campo después de tres décadas de autónomo en la hostelería, que abandonó "cansado" porque "no tenemos derecho a nada". Se dedicó tres meses a la poda este año y lleva dos semanas vendimiando. La pasada jornada él y su compañero brindaron "por la buena cosecha que tenemos". "Si la Biblia dice que en la Tierra fluye la leche y la miel, en La Geria tenemos muchas uvas y buenísimas", destacó Echeverri.

La ingeniera agrónoma Myriam Pérez y la graduada en Química Jasmina González se encargan de analizar en el laboratorio de El Grifo las muestras de uva que recogen de cada agricultor para ver de qué variedad son, si han tenido alguna enfermedad y analizar el color, el volumen, el pH, la acidez o el grado de azúcar, entre otros parámetros. El Grifo, creada en 1775, es la bodega más antigua de Canarias. De momento, ha recepcionado unos 600.000 kilos, y espera alcanzar los 700.000 kilos.

El presidente del Consejo Regulador, Rafael Morales, indicó que ahora se recogerá la Malvasía Volcánica, a la que seguirá la Listán Blanca, Listán Negra y Syrah y a principios de septiembre se recolectarán la Diego y Moscatel, "las menos significativas en kilos".

La cuantiosa producción de este año es un aliento para el sector, que podrá recuperar y estabilizar cuotas de mercado dentro y fuera de Canarias al disponer de más litros de vino para vender puesto que "ahora las bodegas están más bien escasas", dijo Morales. El kilo se pagará de media entre 1,90 y 2 euros por kilo.