La Fiscalía solicita un año de prisión para cada uno de los dos hombres investigados como presuntos autores de un delito de maltrato animal al perro King, que fue encontrado moribundo en la zona del Volcán de la Corona, en el municipio de Haría, el 28 de febrero de 2016 tras recibir una brutal paliza que casi le provoca la muerte.
El Ministerio Público pide también para los dos acusados, S.M.H.S. (45 años) y A.D.L.M.H.S (49), de nacionalidad española, la pena de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y tres años de inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales, así como para su tenencia y el abono de costas derivado del proceso judicial.
El juicio está previsto que se celebre el próximo 22 de marzo en el Juzgado de lo Penal Nº 1 de Arrecife, informó el representante legal de la Asociación Protectora de Animales y Plantas Sara, que acogió el animal en sus instalaciones hasta su recuperación y hasta que fue adoptado por una vecina residente en Arrecife.
En su escrito de acusación, la Fiscalía asegura que "puestos previo y de común acuerdo tanto en la acción como en el resultado", los acusados, mayores de edad y sin antecedentes penales, el 28 de febrero de 2016, sobre las 12.15 horas, "acudieron al Volcán de la Corona en compañía de un perro macho sin chip y con ánimo de causarle un daño físico e injustificado al animal". Añade que "provistos de un palo de madera, le apalearon y propinaron sucesivas patadas y golpes para concluir arrojándolo por la ladera del barranco y tirarle una piedra encima, causándole una herida abierta hemorrágica profunda en la cabeza, hemorragia craneal, nasal y anal e insuficiencia respiratoria, poniendo en peligro la vida del animal que fue diagnosticado de traumatismo craneoencefálico severo y contusiones en la zona torácica".
El suceso tuvo gran repercusión mediática y en las redes sociales después de que Sara diera a conocer los hechos e informara de la evolución del animal, un mestizo de pastor alemán y podenco, que estuvo once días debatiéndose entre la vida y la muerte. "Fue un verdadero milagro conseguir que sobreviviera a tal paliza", manifestaron entonces desde Sara. King volvió a nacer.
Una pareja que se encontraba paseando a sus mascotas en las proximidades del lugar en el que fue agredido King, nombre con el que la protectora bautizó al perro rescatado, dio aviso a la Policía Local de Haría de lo ocurrido, cuyos efectivos trasladaron el can hasta el albergue de Sara en Tahíche para que se hiciera cargo del mismo. La rápida actuación de los testigos de los hechos así como de los agentes y el equipo veterinario de Sara hizo posible el milagro.
Agentes del Destacamento de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Deprona), en colaboración con la Unidad de Protección Animal y de Medio Ambiente de la Policía Local de Arrecife, identificaron casi un año después de los hechos a los dos supuestos maltratadores, que fueron puestos a disposición judicial.
El 'rey' de la casa
K ing lleva dos años con su familia de acogida, con la que vive en el barrio capitalino de Titerroy. María del Mar Rodríguez se interesó por él después de que su hija, Jésica Betancort, le informara del caso tras haberlo visto por Facebook. "Cuando me enteré estuve una semana con ansiedad por cómo se encontraba el pobre animal", recordó María del Mar. "Todos los días seguía su evolución por internet y cuando pudo recibir visitas iba a Sara a verlo y le comenté a la protectora que tenía interés en adoptarlo", explicó la dueña del animal. No solo residentes en la Isla se interesaron por King. Hubo peticiones hasta del extranjero.
María del Mar ya tenía dos perros cuando King llegó a su vida. Los tres forman una familia desde abril de 2016 y, sobre todo, uno de ellos no se separa de King, con el que juega todo el tiempo.
La adoptante confiesa estar "asombrada" porque a King, aunque parezca increíble, "no le han quedado secuelas". Cuando lo recogieron en Sara "estaba asustado y le costó bajarse del coche en el que fue trasladado hasta Arrecife. Le costaba ver a los hombres, cosa que no le ocurría con las mujeres. Estaba asustado y a menudo tenía el rabo entre las patas", relató María del Mar.
El animal le ha aportado "felicidad y alegría" a los que están a su alrededor. "No quiero ni pensar el día que King nos falte", afirmó su propietaria. Tanto ella como su padre, Julián Rodríguez, animan a la gente a adoptar para que los perros abandonados tengan un hogar.
