La Virgen del Carmen, patrona de los marineros y el barrio capitalino de Valterra, salió en la tarde de ayer a la mar en Puerto Naos en la tradicional procesión marítima del último día de las fiestas. Sin embargo, menos pasajeros a bordo acompañaron este año a la imagen debido a que Capitanía Marítima solo autorizó a que subieran 22 personas ajenas al barco y tres tripulantes, un total de 25 ocupantes con un chaleco salvavidas para cada uno.
El concejal de Festejos de Arrecife, David Duarte, explicó ayer momentos antes de que partiera el recorrido, que "esas son las condiciones por motivos de seguridad que nos ha puesto Capitanía Marítima para darnos autorización para salir, por lo que no se puede subir más gente", decisión que dejó a más de un vecino con las ganas de navegar junto a su Virgen. No entendían la decisión de limitar los embarques, "pese a que hay suficiente espacio en la cubierta para meter a más gente".
El barco que llevó a El Carmen no es de pasajeros sino de carga. Se trata del Yaiza Décimo, perteneciente a la empresa Yaizatún, dedicada a la cría y engorde de dorada y lubina en Playa Quemada (Yaiza). Efrén Martín, uno de los patrones que habitualmente maneja el Yaiza Décimo, aseguró que "nos han llamado a última hora porque los atuneros de Puerto Naos salieron el viernes a faenar siguiendo una mancha de atún y aún no han regresado a tierra, por lo que no había ninguno disponible para la procesión".
Entre los que navegaron junto a la Virgen estaban la alcaldesa de Arrecife, el edil Duarte, el concejal de Limpieza, Tomás Fajardo, y la concejala de Ciudadanos, Delia Hernández, además del cura de Valterra, Juan Antonio Gallego. Al Yaiza Décimo le siguieron más de una decena de pequeños barcos.
La imagen llegó a Puerto Naos tras la misa celebrada en la explanada del Hospital Insular y el reencuentro con la Virgen del Carmen que está en el interior de la capilla del monumento La luz que nos guía, inaugurado en 2013 en recuerdo de los siete marineros fallecidos en 1978 en el pesquero Cruz del Mar en acto terrorista a escasas millas de Punta Gabiño, en la costa noroccidental africana. Allí le esperaban, entre otros, Miguel Ángel Rodríguez, uno de los tres supervivientes y presidente de la recién creada Asociación Cultural Cruz del Mar, y el tesorero de la misma, Miguel Caraballo.
Avivar los recuerdos
Miguel estaba la fatídica noche del ametrallamiento del Cruz del Mar en el pesquero El Silencio, a una milla de distancia del anterior. "Vimos el fuego de las balas y pensábamos que eran luces del Cruz del Mar y porque estarían celebrando una fiesta. Nosotros escapamos porque el barco era pequeño", recordó. "Durante estas fechas de encuentro con la Virgen del Carmen se avivan los recuerdos de la pesca y de los marineros que ya no están con nosotros", dijo Miguel.
Los Coros El Cribo Canta e Iris del Mar dedicaron cuatro canciones a las vírgenes antes de que los costaleros pusieran rumbo al muelle con El Carmen de Valterra.
Por otro lado, durante la pasada jornada el artesano Pablo Antonio Díaz exhibió a la entrada de Puerto Naos 42 maquetas de barcos que ha construido a lo largo de varias décadas en su tiempo libre.
Profesional de la herrería, hace con sus propias manos, maña y maestría la piezas, a las que va dando forma en el taller familiar en el que trabaja desde hace más de cuarenta años en Puerto Naos.
Su flota naval en miniatura es una de las más extensas de Canarias. Entre los buques que ha reproducido están el Telamón, el Alisur, el petrolero Prestige, el hospital E speranza del Mar, embarcaciones de Salvamento Marítimo, el Artic Sunrise de Greenpeace, patrulleras de la Guardia Civil o el Enercon.
