Los policías que salvaron la vida a un niño de tres años en Arrecife: “Fue angustioso ver a los padres con su hijo muriéndose en sus brazos"

Los agentes de la Comisaría de Arrecife Antonio Atienza y Fran Miranda se encontraban de servicio, por casualidad, en el Islote de la Fermina cuando el menor se desvaneció | Lo llevaron al hospital en el coche patrulla

Dos policías nacionales salvan la vida a un niño de tres años en Arrecife

Policía Nacional

Un niño de tres años volvió a nacer el pasado 16 de febrero. El pequeño, residente en Lanzarote, se encontraba junto a sus padres en la cafetería del recién abierto Islote de la Fermina, ubicado en la bahía de Arrecife, cuando se desvaneció y cayó al suelo entrando en parada cardiorrespiratoria.

La casualidad hizo que la pareja de policías nacionales de la Comisaría de Arrecife formada por Antonio Atienza y Fran Miranda se encontrara de patrulla en la avenida marítima, a la altura de la playa de El Reducto.

Decidieron acudir al Islote de la Fermina, en el que no habían estado nunca antes, para hablar con el vigilante de seguridad y conocer los pormenores en el desempeño de su labor, “por si hay algún tipo de servicio que nosotros deberíamos conocer, si el coche policial podía acceder a la zona...” explica Antonio. Fue la curiosidad la que les llevó hasta allí aquella mañana, pues el Islote de la Fermina no es un lugar conflictivo ni que requiera presencia policial de forma habitual, como sí ocurre con los puntos conflictivos de la ciudad.

Antonio Atienza (izquierda) y Fran Miranda (centro) con el niño Neisan el pasado 3 de marzo en la Comisaría de Policía de Arrecife.

Antonio Atienza (izquierda) y Fran Miranda (centro) con el niño Neisan el pasado 3 de marzo en la Comisaría de Policía de Arrecife. / Policía Nacional

Nada más llegar con el coche patrulla hasta el Islote de la Fermina tras atravesar el puente que lo conecta con la avenida marítima y tras saludar al vigilante, enseguida se les acercó un camarero corriendo pidiendo auxilio. “El niño se muere, el niño se muere”, fue lo que gritaba el camarero. Acto seguido, los policías solicitaron una ambulancia a través del equipo de transmisiones aún sin saber lo que estaba pasando realmente. No había tiempo que perder y menos cuando está en juego la vida de un niño.

Al comprobar la gravedad del pequeño, que estaba inconsciente y tendido en el suelo de la cafetería del Islote de la Fermina, decidieron no esperar a que llegara la ambulancia y evacuarlo de urgencia en el vehículo policial a Urgencias del Hospital Universitario Doctor José Molina Orosa.

"El niño estaba en una situación crítica"

“Los padres se dirigieron hacia nosotros con el niño en brazos. El niño respiraba muy mal y la respiración se le cortaba cada dos por tres. Estaba en una situación crítica”, recuerda Antonio.

Antonio, natural de Cádiz y criado en Madrid, lleva ocho años destinado en Lanzarote, y su compañero Fran, lanzaroteño, no olvidarán en la vida el servicio de aquel día. Su rápida actuación y de la de su compañero con el traslado del niño y sus padres al citado centro sanitario en el coche en el que estaban patrullando, fue esencial para que la historia haya tenido un final feliz.

Antonio ya se enfrentó en Madrid, donde trabajó diez años antes de su destino en la Comisaría de Arrecife, a un caso de un menor precipitado pero no a como el que vivió en la mañana del 16 de febrero en Arrecife. “Como situación humana con unos padres presentes temiendo por la vida de su hijo dentro del coche, más la adrenalina de conducir rápido al hospital, es la primera vez que he vivido una situación así", asegura.

"Al niño se le cortaba la respiración cada dos por tres. Estaba en una situación crítica"

Antonio Atienza

— Policía Nacional de Arrecife

Jamás se le borrará de su memoria "la angustia de los padres con el niño muriéndose en sus brazos”. Antonio conducía el coche "con la mayor rapidez posible y con la seguridad que cualquier actuación requiere, máxime esta", a la vez que estaban pendientes por si tenían que parar por el camino hasta el hospital en caso de que el niño requiriera de una nueva maniobra cardiorrespiratoria. La situación “fue bastante tensa”, admite Antonio, pero “se solucionó con la tranquilidad que requería”.

A escasos 200 metros del hospital, en la cercanía de la rotonda de acceso a Urgencias, "el niño dejó de respirar y ya no tenía pulso". “El coche policial se abrió paso entre el resto de vehículos sobre la acera y entraron a toda prisa en la zona de Urgencias. Los mismos policías accedieron a Urgencias junto al niño y los padres pidiendo ayuda y tras dar la alerta, “salieron como quince sanitarios y metieron al niño en la sala de reanimación. Diez minutos después salieron los padres a darnos las gracias porque lo habían salvado", rememora Antonio.

Policía "para salvarle la vida a la gente"

Fran, que iba de copiloto en el coche policial, confiesa "con los pelos de punta", que "uno se hace policía por este tipo de situaciones, para salvarle la vida a una persona y, sobre todo, cuando es tan pequeña, como en este caso. Es muy gratificante". Él iba pendiente de las constantes vitales del menor y a la vez del tráfico en la ciudad. Todo pasó muy rápido.

El policía, cuando estaba de servicio en Barcelona vivió también una parada cardiorrespiratoria, pero en una persona de 62 años. Ocurrió "hace unos dos o tres años". Los sanitarios acudieron pronto y la mujer se pudo recuperar "perfectamente". Era una profesora de inglés que se dirigía a dar clases a unos niños y al salir del metro sufrió un mareo que le provocó la parada.

"La Policía no solo está para lo malo, también para lo bueno"

Fran Miranda

— Policía Nacional de Arrecife

"Estaba para que ustedes llegasen", les dijo el padre de Neisan a los agentes. Llegaron en el momento adecuado al sitio adecuado.

"La Policía no solo está para lo malo, también para lo bueno", subraya Fran.

El menor pasó varios días ingresado en el hospital y le están haciendo estudios para averiguar el origen de su desvanecimiento. “La celebración tras conocer que se ha salvado es contenida porque no sabemos qué le ocurrió exactamente. Después de todo, estamos preocupados”, reconoce Antonio".

Tras recuperarse del percance de salud, el menor y sus padres visitaron el pasado 3 de marzo, invitado por la Policía Nacional, la Comisaría de Arrecife, donde fue recibido por los agentes que le asistieron, quienes les entregaron al pequeño el carné infantil y una gorra del Cuerpo Nacional de Policía.