La fortaleza de Mata, en la capital grancanaria, ha recuperado prácticamente el aspecto que tuvo en el siglo XVIII, tras las excavaciones arqueológicas que sacaron a la luz hace dos años los restos del cubelo (torre defensiva) que destruyó el pirata Van der Does a finales del siglo XVI. La intervención arqueológica eliminó una parte de los añadidos arquitectónicos que se hicieron a la fortaleza durante el siglo XX para convertir el inmueble en cuartel. Del siglo pasado eran también las almenas que dieron a la fortaleza el aspecto de castillo y que han sido eliminadas.

El edificio militar está siendo sometido en estos momentos a una serie de obras de restauración y de acondicionamiento para convertirlo en museo de sitio de la ciudad. Se trata de la tercera fase de la actuación, cuyas obras se iniciaron a finales de 2006 y está previsto que concluyan el próximo verano.

Julio Cuenca, director arqueológico de la intervención, explicó que en estos momentos se están ejecutando las obras de restauración de las naves del cuartel construidas en el siglo XX que fueron retranqueadas para sacar a la luz el cubelo y resaltar el baluarte que recubrió el fortín defensivo en el siglo XVII. Las naves, explicó, también formarán parte del espacio museístico y explicarán lo que sucedió en el museo durante el siglo pasado, en el que el inmueble se convirtió en un cuartel.

De forma paralela, se está llevando a cabo la construcción de las dependencias administrativas del museo, que contará con un ascensor para facilitar el acceso al museo de las personas con movilidad reducida. Ya se derribaron las construcciones anexas que se encontraban en el extremo sur del castillo y que no formaban parte del mismo. Esa zona se destinará al espacio libre que rodeará el museo.

El cubelo descubierto, denominado torreón de San Francisco, será restaurado, una intervención que según Cuenca se está estudiando en estos momentos.

PIEZA CENTRAL. El cubelo, que defendió a la ciudad del ataque de Van der Does en 1599 será una de las "piezas fundamentales" del museo, porque según recuerda Cuenca es uno de los pocos vestigio que queda de lo que fue el sistema defensivo de la ciudad en el siglo XVI.

"Se trata de un elemento histórico fundamental y es lo único que queda del sistema defensivo de aquella época, junto al castillo de La Luz, el torreón de San Pedro Mártir, en La Isleta y el castillo de San Francisco". Se pensaba que el cubelo había desaparecido tras el ataque de Van der Does, que lo dejó tan mal parado que las autoridades decidieron construir otra fortaleza. Sin embargo, el primer vestigio del cubelo, que quedó medio destruido y quedó envuelto por el baluarte que se construyó encima, fue descubierto durante la primera fase de la excavación arqueológica.

Cuando se culmine con esta fase, añadió Cuenca, habrá una intervención posterior para recuperar la punta de Diamante, situada en la parte superior de la loma que está detrás de Mata, justo donde posteriormente creció el poblado de chabolas de San Lázaro. La demolición de las chabolas permitieron que salieran a la luz los restos de esta estructura defensiva, a la que llegaba la vieja muralla norte de la ciudad. En la actuación se han recuperado varios metros de la vieja muralla que partía del torreón de Mata y llegaba hasta la Punta de Diamante.

En esta cuarta fase se abordará también la restauración de las Cuevas del Provecho, situadas en la ladera, y de otro resto de muralla que queda cerca de la Punta de Diamante.

El arquitecto que codirige la intervención, Ricardo Montesdeoca, indicó que la obra se está realizando con "un sistema constructivo muy delicado" con la finalidad de no dañar la vieja fortaleza. Esta tercera fase tiene un presupuesto de tres millones.