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Desde su separación de Soledad

'Piedad' lleva tres años en el centro de menores

Prodeni denuncia la "tozudez" de Menores por insistir en que la pequeña continúe sin contacto afectivo alguno

Piedad, nombre ficticio de la niña que fue separada de su familia adoptiva a requerimiento de su madre biológica y que luego fue entregada por ésta a la Dirección General de Protección al Menor, cumplió ayer el tercer año desde su exclusión forzosa de la familia de La Orotava, 18 meses de los cuales han transcurrido en un centro de acogida en Gran Canaria sin que se aclare su futuro. La organización Prodeni, defensora de los derechos de los niños, denuncia la situación de "absoluta orfandad" que sufre la menor al no permitírsele ningún contacto afectivo por parte de su tutor, el Gobierno de Canarias, a pesar de que la pequeña está en desamparo.

"Sorprende la tozudez del Gobierno canario de no permitir que Piedad pueda recibir contacto afectivo", explicó ayer a este periódico en conversación telefónica José Luis Calvo, portavoz de Prodeni, organización que desde que se desató el caso, en mayo de 2007, ha velado por los derechos de la niña. "La situación de desamparo de la niña es firme, por lo que no tiene sentido que se mantenga esta situación", esto es, que permanezca prácticamente incomunicada con el exterior.

Con ocho años, Piedad ha pasado ya por cuatro centros de acogida de menores. Los dos primeros, hasta que cumplió tres años y medio, en Gran Canaria, después de que a instancias de una fiscal se iniciara un procedimiento de declaración en desamparo de la niña. Luego fue acogida por Soledad Perera, su madre preadoptiva, con cuya familia vivió en La Orotava hasta el 10 de mayo de 2007, cuando se le retiró la menor por decisión judicial. De allí fue a la Casa Cuna de Santa Cruz de Tenerife, y el 30 de octubre de 2008 fue ingresada en un centro en Gran Canaria a la espera de que su madre biológica resolviese su situación personal -no tenía trabajo ni domicilio fijo-, cosa que en realidad no llegó a ocurrir nunca, según Prodeni.

El 29 de enero de 2008, Menores entrega la niña a la madre biológica y ambas pasan varios meses juntas. Pero en octubre de 2008, la madre alega que no tiene medios para atenderla y vuelve a dejar a la niña en un centro de acogida. En mayo de 2009, el Gobierno vuelve a declarar el desamparo de la menor.

El futuro, según Prodeni, debe pasar por que las instituciones -el Gobierno de Canarias, principalmente- devuelva a Piedad esa "memoria afectiva" que se truncó cuando "la sacaron de su feliz estancia en La Orotava y la mataron afectivamente al someterla a un maltrato y una tortura, hasta llevarla a la absoluta orfandad e incomunicación que sufre en el centro de acogida, por muy bien atendida que esté por el personal", señala Calvo, que vaticina para ella "un futuro difícil como el de cualquier niña huérfana que se va desestructurando".

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