Los usuarios y empresarios del entorno de la playa de Las Canteras mostraron ayer su satisfacción ante la vuelta el próximo mes de julio de la bandera azul, después de un año arriada a causa de varios vertidos de aguas fecales en La Puntilla. Algunos consideran que la retirada fue "merecida" y otros creen que fue una "injusticia", pero todos coinciden en la necesidad de que los ciudadanos y el Ayuntamiento tienen que cuidar la playa como la joya de la corona que es.

Los comerciantes consideran que la bandera azul es un excelente reclamo turístico para la playa, porque garantiza la calidad de Las Canteras y, mientras algunos bañistas aseguran que la calidad de las aguas ha mejorado en el último año, otros se muestran críticos con la zona de la Cícer, para la que piden un mayor cuidado y una mayor presencia policial.

"La playa siempre se ha merecido la bandera azul. Se perdió por un vertido puntual", algo que considera injusto el editor de miplayadelascanteras.com, Tino Armas. A su juicio, no es "muy lógico que te den la bandera un año por el estado que tiene la playa el año anterior. Yo creo que la bandera azul tiene que estar en cada uno de nosotros y consiste en cuidar y mantener limpia la playa siempre". Armas echa en falta una mayor presencia de socorristas tanto en Las Canteras como en El Confital.

Por su parte, Nicolás Ortega, presidente de la Asociación de Empresarios Puerto-Canteras ve positiva la vuelta del distintivo que concede la Federación Europea para la Educación Ambiental (FEEA), aunque a su juicio la calidad de la playa siempre ha sido incuestionable. Por eso, alabó la decisión del antiguo concejal de Playas, Héctor Núñez, de no solicitar el distintivo el pasado año, porque sabía que la FEEA no iba a concederlo. "Si la hubiéramos pedido, nos la habrían denegado. Eso habría sido un lunar negro para Las Canteras como playa no apta para el baño que nos hubiera hecho mucho daño", dijo Ortega, quien añadió que "la bandera azul nos viene muy bien para promocionar la ciudad como zona turística".

El empresario Jerónimo Macario, dueño del restaurante Baluarte, destacó que la calidad del agua "ha mejorado mucho en los últimos dos años. Hace dos años te metías en la playa y estaba llena de bolsas de plástico. Ahora está bastante limpia".

El bañista Francisco del Pino se muestra más crítico y dice que "la Cícer no está muy bien. Hay que hacer un mayor esfuerzo de limpieza en esta zona. El resto de la playa está bien".