El centro de acogida municipal para personas sin hogar Gánigo, en las inmediaciones del parque Santa Catalina, vuelve a abrir sus puertas después de una remodelación del edificio. La reforma, que ha costado 107.000 euros, permitirá la atención diaria a más de un centenar de personas que viven en la calle además de la pernoctación de otras 40. Pero no solo hay cambios estructurales sino también en la filosofía de uso del centro. Habrá menos exigencia con los usuarios para que descubran por sí mismos las ventajas que ofrece el centro y, de este modo, haya más predispuestos a participar en un programa de inserción.

Tanto la concejala de Asuntos Sociales, Rosa Viera, como la directora del centro, Yolanda Aguiar, destacaron ayer que el centro quiere dar asistencia a aquellas personas que por sus problemas adictivos -alcohol, drogas y otras sustancias- tienen dificultades para respetar las normas de convivencia de este tipo de centros por lo que se será "más flexible" con ellos para que se adapten y, posteriormente, trabajar la inserción social. "Se trata de cubrir sus necesidades más básicas como es la alimentación, el aseo y una cama para dormir para luego comenzar a trabajar en otros ámbitos", indicó la edil.

Asuntos Sociales ha detectado que unas 54 personas de las que viven actualmente en la calle -47 hombres y siete mujeres- podrían ser potenciales usuarios de este servicio. En la actualidad, el Ayuntamiento atiende a 88 personas en El Lasso y La Isleta, donde se ubican los otros dos centros que tiene el municipio para acoger a la gente en situación de exclusión social.

Al edificio, de cuatro plantas y que ayer aún recibía las últimas manos de pintura, se le ha reformado toda la planta baja con nuevas salas de espera para evitar que los usuarios estén en la calle, se han habilitado tres baños y se ha ubicado la cocina y el comedor. Los trabajos en las plantas superiores han consistido en la mejora de los baños.

Gánigo también funcionará como centro de día por lo que se ha contratado a través de una empresa externa personal extra de vigilancia y de limpieza.

La concejala subrayó ayer que el pasado año detectaron unas 217 personas que vivían en la calle, "una cifra muy similar a la del 2011", aparte de la labor que hacen otras instituciones como la Obra de Acogida Social y Cáritas, con las que el ayuntamiento colabora.