Papas, plátanos, aguacates, pimientos, calabacinos, naranjas, agua, leche o papel higiénico son algunos de los productos que ayer pudieron verse en grandes cantidades en el Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria. A menos de 24 horas de que comience la vigésimo novena edición de la Atlantic Rally for Cruisers (ARC), los regatistas apuraron los minutos con la puesta a punto de sus embarcaciones, así como con las últimas compras que llenarán sus neveras para afrontar el viaje que les llevará hasta la isla caribeña de Santa Lucía. Un ir y venir de bolsas de plástico tatuadas con los símbolos reconocibles de diferentes establecimientos que tampoco se escaparon de una lluvia que, a ratos, paralizó la actividad en el pantalán.

Aprovechando un momento de tregua climática, los ingleses del Challenger 1, se afanan en la limpieza de los víveres que tienen desplegados por toda la proa. Mientras unos se encargan del racimo de plátanos que acaban de subir al barco, otros ordenan el resto de frutas y vegetales. "Son todos productos canarios que compramos entre ayer [refiriéndose al viernes] y esta mañana", afirma Simon, uno de los 16 tripulantes. Es la primera vez que participan en la ARC que ha traído a la ciudad a más de mil navegantes, y lo harán bajo las órdenes de Steve Durkn, el capitán.

En el único barco en el que ondea bandera española en el muelle en el que aguardan 180 embarcaciones, también hay algunos debutantes en esta regata. Si bien Zulú -como se llama el barco-, ha cruzado varias veces el Atlántico en esta prueba que se realiza con puerto de partida en la capital desde su primera edición en 1986. Al igual que los británicos, los ocho tripulantes llevan dos días acarreando víveres y enseres necesarios para la supervivencia. "Esto ha sido como una mudanza", asegura entre risas Maite Larrauni Ucelay. Y no es para menos que esa sea su impresión, porque, en total, calculan que llevan una tonelada entre comida y bebida que compraron, en su mayor parte, la tarde del viernes. Aunque antes de llegar a la Isla realizaron encargos a través de Internet en diferentes superficies alimenticias, "pero al final aquí hemos tenido que volver a pedirlo", explica Larrauni. Entre el enorme listado de productos Fernando Gómez Codina destaca el centenar de botellas de vino, mucha ginebra y mucha más cerveza, cuenta Fernando Gómez Codina. "Esto es como un hotel en el que no falta de nada", apostilla la andaluza Lola Yllescas Ortiz, que además está encantada con dos los cocineros vascos con los que cuenta el equipo y gracias los cuales ella no va tener que enfrentarse a los fogones.

No obstante, para adelantar trabajo en alta mar han elaborado el menú para cada día y la misma tarde del pasado viernes, Antonio Escribano, el capitán que ha realizado varias veces la travesía, también preparó platos que han congelado en uno de los tres frigoríficos con los que cuenta el navío. Y es que tal y como había anunciado con anterioridad Yllescas, al Zulú de verdad que no le falta de nada. Con 20 metros de eslora, seis de manga y 500 metros cuadrados de superficie vélica, cuenta en su interior con cuatro camarotes, cinco baños. "Llevamos hasta una potabilizadora de agua", añade Gómez Codina. Tampoco faltan los libros ni "todas las películas de barcos que existen".

El tema alimenticio no es lo único que han estado ultimando los miembros de la tripulación del charter que se hizo en la sierra de Madrid en 2005. Durante las horas previas al inicio de la regata, también se reunieron para hablar sobre la seguridad, las comunicaciones y la propia ruta que les llevará al Caribe.

La aventura para todos ellos, comenzará hoy a las 11.00 horas con la salida del pantalán del Muelle Deportivo para posicionarse en el mar en la zona de exclusión -a la altura de la calle Juan XXIII hasta la proximidad del barranco Guiniguada-. La orden de salida para los 180 veleros de 29 países la hará sonar a las 12.30 horas el Buque de Acción Marítima (BAM) de la Armada Española, Tornado. Los primeros en partir serán los de la División Multicascos, después será el turno para la División Racing y finalmente saldrá con destino a la marina IGY Rodney Bay, en la isla caribeña de Santa Lucía, la División Crucero.