¿Cuánto tiempo lleva encarnando a la Diva del Carnaval?
Llevo en el Carnaval desde hace 58 años, desde que tenía 7 años, y porque mi madre no me dejaba vestir de Carnaval hasta que hiciera la Primera Comunión, porque decía que si no, iba al infierno. Y de Diva llevo ocho años.
¿Cómo surgió la idea?
Siempre que iba al parque bien arregladito, me decían "qué guapa, qué guapa", pues la guapa es la Diva, y la Diva me quedé. Siempre me he vestido de mujeres.
¿Quién le ayuda a transformarse en su personaje?
Una señora que se llamaba Narcisa la de Bartolito me hacía los trajes de saco de guano y el cuerpo de papel fino. También me hacía los trajes Panchita Santana, que ya se murió, Isidora, Juanita la de Miguel Cuba y Rita. Y ahora últimamente mi diseñador y maquillador es el transformista Melo Robaina, y también me pintaba José La Sorda.
¿Cuál es el fondo de armario que tiene?
Cada momento va la televisión a mi casa a mirarme todos los armarios. Tengo todo muy bien colocado, todas las joyas en su sitio, cada traje en una percha, tengo más de 200. No de ahora, sino de muchos años que me visto porque yo no tiro nada. Me han hecho exposiciones en el Ayuntamiento de Gáldar, en el Faro de Maspalomas y los comercios de Gáldar.
¿Fue pregonero en su pueblo?
Sí, en 2004 hice el pregón del Carnaval y en Barrial de Gáldar.
Incluso una calle lleva su nombre. ¿Cuándo la inauguró?
Hizo un año el 24 de enero. El alcalde me llamó un día y me dijo que iban a poner una calle a mi nombre porque era un gran carnavalero de Gáldar. Como yo, hay millones, ahora más que yo, no hay nadie. Se llama Pasaje Paco Guzmán Castillo El Carnavalero de Gáldar. En Gáldar quisiera morir y en Gáldar me van a enterrar con la banda de Agaete y disfrazado de Diva en la caja. Todos los años cuando termina el Carnaval pongo un traje en un bolsa y pongo "Mi muerte".
En cuanto a las carnestolendas capitalinas, ¿qué significado tienen para usted?
Lo más grande que hay, fuera de mi familia y de mis seres queridos. Vivo por el Carnaval, desde diciembre ya estoy preparando mi ropa.
¿Qué otros sitios recorre en la piel de la Diva?
El entierro de la sardina de Ingenio y del Sur, Montaña Cardones, Gáldar, Agaete, Telde, Moya, Barrial de Gáldar, Vecindario, Maspalomas, La Aldea, Carrizal, Agüimes.
¿Qué le comenta su familia?
Tengo cuatro hijos, y una que se me murió, cinco, ocho nietos, una biznieta, somos veinte en mi casa. A unos les gusta a otros no, pero todos colaboran conmigo, y si no, me daría lo mismo, es mi persona, yo nací con el Carnaval.
¿Hay que tener descaro para ser Diva?
Sí, tengo desparpajo.
¿Y qué divas admira?
A Sara Montiel. Me encanta.
¿Qué le parece que los mogollones estuvieran a punto de no celebrarse por un auto dictado por una jueza?
Herví de rabia, porque es una vez al año, porque si hubieran quitado los mogollones entonces también acabarían quitando los fuegos, la fiesta de Teror, la de Santiago de los Caballeros de Gáldar, todo. Todos los vecinos que fueron a vivir allí sabían que el Parque de Santa Catalina es emblemático en estas fiestas. Es la fiesta del pueblo. Está bien que les paguemos un apartamento donde se quieran ir, porque por 20 personas no nos vamos a fastidiar los miles que venimos, a la vista está que se llena todo.
¿Un deseo para este año?
Que el Carnaval siga creciendo y que salga todo bien. Es un buen negocio para Las Palmas de Gran Canaria porque viene gente de todos los sitios. Y un beso para mi tía de 99 años, Rosario Guzmán Quesada, que en agosto hace 100.
